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Bilbao BBK Live

Bilbao BBK Live 2014: crónica y fotos del sábado 12 de julio (Black Keys, Lumineers, MGMT…)

Te contamos cómo fue el último día de festival, en el que por fin salió el sol y pudimos disfrutar, también, de Band Of Horses, Belako, La M.O.D.A., Los Enemigos, Fira Fem, Smoke Idols, Kuroma, M A J E S T A D, Eme DJ, Kresy… Nos lo relatan Raúl Luceño, Germán Castañeda y Joseba Vegas, con fotos de Alfredo Rodríguez

Te contamos cómo fue el último día de festival, en el que por fin salió el sol y pudimos disfrutar, también, de Band Of Horses, Belako, La M.O.D.A., Los Enemigos, Fira Fem, Smoke Idols, Kuroma, M A J E S T A D, Eme DJ, Kresy… Nos lo relatan Raúl Luceño, Germán Castañeda y Joseba Vegas, con fotos de Alfredo Rodríguez

 

«Here Comes The Sun«, que cantaban The Beatles. Esa podría haber sido la banda sonora de la tercera y última de las jornadas de Bilbao BBK Live 2014 ya que, tras dos días de bajas temperaturas y lluvia, el sábado salió el sol, ¡por fin! Así, con tiempo favorable, entradas agotadas y un cartel encabezado por rutilantes estrellas internacionales (The Black Keys, The Lumineers, MGMT, Band Of Horses…) nada podía salir mal. Raúl Luceño, Germán Castañeda y Joseba Vegas, con fotos de Alfredo Rodríguez, nos cuentan cómo fue la cosa.

 

bilbaobbklive2014 stage1_bifmEl escenario 1 a primera hora de la tarde // Alfredo Rodríguez


BILBAO BBK LIVE 2014 – CRÓNICA DEL SÁBADO, 12 DE JULIO


Los bilbaínos Smoke Idols fueron los encargados de abrir la jornada, reuniendo a un buen puñado de seguidores frente al «Escenario Heineken» a pesar de lo tempranero de la cita (17:30 h). Recién llegados al recinto, no nos dimos cuenta de que eran ellos, en la distancia, hasta que dieron las gracias en castellano y recordamos que sí, que ese grupo local que suena tan «brit» sería el primero en actuar el sábado. Buenas melodías con pinceladas psicodélicas y hechuras de banda consolidada, a pesar de la juventud del combo.


bilbaobbklive2014 escenario2_bifmEl público de Smoke Idols // Alfredo Rodríguez


Y si Smoke Idols podrían parecer londinenses, Elliott Brood podrían pasar por tejanos. Pero, no, son de Ontario (Canadá), donde eso del «rock fronterizo» parece que también se lleva. Los de Mark Sasso gustaron mucho, añadiéndole nervio a un estilo (llámenlo folk-rock, llámenlo country alternativo) que a veces adolece de energía suficiente como para llenar un gran escenario al aire libre (y ellos abrían el «Escenario Bilbao», el grande, donde un rato después Lumineers sonarían no tan lejanos… pero sin esa fuerza que comentamos). Banjo, ukelele, kazoo, harmónica y, claro, guitarras acústicas, cupieron en un show que sirvió para repasar los 10 años de andadura del trío.


elliott brood_bilbaobbklive2014_bifmElliott Brood // Alfredo Rodríguez


¡Bendita juventud! ¡Bendita lozanía que proporciona energía e intensidad a sus poseedores! Bueno, no a todos pero queda claro que a los también vizcaínos Belako, sí. Al menos, así lo demostraron (y van… ) en una bastante poblada carpa Sony (menos concurrida un rato antes, con la actuación de los madrileños The Rebels) a eso de las 19:00 de la tarde. No dudaron en comenzar arrollando desde el primer tema y ya para el tercero se permitieron el lujo de afrontar su hit más reconocible, «Southern Sea (Beautiful World)», del, hasta el momento, su único disco largo, «Eurie», sin que dicho hito rebajara la intensidad durante sus casi 50 minutos de directo.


Bolo, el de Belako, que dejaba momentos emocionantes (esa intro de «Molly & Pete» con Cris y Lore a medias en los teclados mientras Josu arenga a la masa) y muy diversos estilísticamente: trallazos de hardcore oldschool, temas como «Zaldi Baltza» que nos hace ver que los de Mungia también le pegaron en su primera adolescencia al Rock Radikal Vasco, teclados en clave ochentera, actitud que nos recordaba a los mejores Dover de hace casi 20 años… En fin, ¡bendita juventud! Esperemos que los Belako la conserven muchos años y sigan haciéndonos vibrar como lo hicieron en Bilbao BBK Live 2014, evento en el que, a diferencia de su anterior y accidentada actuación de hace dos años, ahora sí, se han consagrado. Además, traían canciones nuevas bajo el brazo, las de los EPs «AAA!!!» y «Bele Beltzak Baino ez».


En las alturas que proporciona el «Red Bull Tour Bus» aparcado como un escenario más en el Bilbao BBK Live, pasamos un agradable rato con M A J E S T A D y otro con Fira Fem. Los últimos, sin duda, brindaron una de las actuaciones más atmosféricas programadas durante el festival bilbaíno. Con ecos evidentes a Delorean y algún que otro guiño a sonidos nórdicos onda Sigur Rós, los miembros de Aloud Music ofrecieron un buen concierto a pesar de que no pudieron hacer prueba de sonido previa. Supieron solventar adecuadamente los problemas técnicos.


fira fem_bilbaobbklive2014_bifmFira Fem // Alfredo Rodríguez


Durante sus casi tres cuartos de hora de actuación repasaron sus dos discos («Aedificatoria» y «Fira Fem») e incluso adelantaron una canción de un próximo tercer álbum. Momentos, con todo, muy buenos los conseguidos con temas como «Helicopters», que nos dejaron con ganas de volverle a hincar el diente a su directo, a poder ser, en un contexto más cercano o íntimo, como el que proporcionaría otro tipo de escenario o, directamente, una sala.


Dado que todo el equipo bi fm se había dado cita frente al autobús de Fira Fem, decidimos desdoblarnos para poder asistir también al concierto de Los Enemigos, quienes estaban programados a la misma hora (20:00h) en el escenario grande, el «Escenario Bilbao». Llegamos justo cuando Josele Santiago, Fino Oyonarte y compañía se preparaban para acometer «An-tonio». A ese clásico le siguió otro, «Desde el jergón»; y a este uno más, «La cuenta atrás»; seguido de «Septiembre» y… en fin, que un «greatest hits» en toda regla, con el veterano cuarteto sonando limpio y accesible, poniéndoselo a huevo incluso a los fans de The Black Keys que se mantuvieron aferrados a la valla de primera fila durante toda la tarde. ¿No queríais temazos rock? Pues tomad.


los enemigos_bilbaobbklive2014_bifmJosele Santiago al frente de Los Enemigos // Alfredo Rodríguez


Sin duda, uno de los platos fuertes de la jornada del sábado en el Bilbao BBK Live, más allá de lo que vendría más tarde con Auerbach y Carney, fue el bolo que los norteamericanos Band of Horses ofrecieron en un abarrotado «Escenario Heineken», donde, desde luego, cumplieron con las expectativas. Los de Seattle ofrecieron un directo realmente emocionante en el que su rock de raíces americanas se desplegó por Kobeta atrapando a todo aquel que quisiera escucharlo. Sus acompasados medios tiempos y el desparpajo de su frontman, Ben Bridwell, en una hora, las 21:00 de la tarde, en la que el sol comenzaba a esconderse tras los montes vizcaínos, crearon un ambiente mágico que fue más elevado aún cuando sonaron temas como «Is There a Ghost» (fue absolutamente maravilloso) y, por supuesto, cuando interpretaron «The Funeral», ampliamente coreado por la masa, una masa que, por otra parte, una vez sonó dicho tema, hizo una desbandada bastante flagrante (para, suponemos, ir a coger sitio en el «Escenario Bilbao» de cara al concierto de los Lumineers) dejando a los yankees compuestos y afrontando un bluesero tema como cierre.


band of_horses_bilbaobbklive2014_bifmBand Of Horses // Alfredo Rodríguez


Y si Band Of Horses cerraron su show en plena desbandada, peor fue lo de Kuroma: una pena, una auténtica pena. Y no por la banda de Hank Sullivant, sino por, justamente, los Band Of Horses, quienes acapararon toda la atención a esa misma hora. El «Stage by Sony» estaba literalmente vacío, con no más de 100 personas desperdigadas y sin mucho interés en un músico que, como guitarrista de directos de MGMT que ha sido y a veces sigue siendo, tenía que estar por fuerza incómodo ante semejante estampa. Tanto lo debía estar que 20 minutos antes de lo programado decidió despedirse y levantar el chiringuito. Ni qué decir tiene que en sus escasos 40 minutos en escena no le dio tiempo a repasar los ya tres discos de su banda (el último, «Kuromarama», precisamente producido por el MGMT Ben Goldwasser). Pero fue suficiente para que nos picara la curiosidad por este cuarteto de power rock comandado por una voz aflautada, que saltó a escena a contagiar una diversión que, lamentablemente, se perdió en un vacío que casi hacía eco. «I Want to Have Fun» cantaban en el estribillo de su tema «Heavenly Justice»… Pues no era el día, no.


Cuidada decoración la del escenario de The Lumineers, con barrocas lamparitas y todo el rollo para, entendemos, hacerle a uno sentir como en casa. Pero, escenario aparte, buenas intenciones y sí, también, algunas buenas canciones, el directo de los americanos, la verdad, se nos hizo muy largo. Sí, su amable folk-pop nos generó tener que mirar cada dos por tres a la muñeca e incluso comprobar que nuestros relojes no se habían parado. Y lo decimos confesando que, claro está, también coreamos, bailamos y celebramos ese televisivo «Ho Hey» que les ha servido para vender una millonada de discos y llevar dos años de gira con un único disco, pero, sinceramente, más allá del hit, de las buenas intenciones y de un gran sonido y ejecución, pues como que… psché.


THE BLACK KEYS: MUCHO MÁS QUE «LONELY BOY»

The Black Keys. ¡Qué decir! Las expectativas eran altas. Se podía decir que el bolo de los de Akron (Ohio) era EL CONCIERTO, así, en mayúsculas, de esta novena edición del Bilbao BBK Live. Se esperaba todavía más cuando te dicen que, con ellos, suben a Kobetamendi seis trailers. ¡Seis trailers! Se podían decir muchas cosas pero quien habló (y de qué manera) fue la música.


Insistimos: The Black Keys. Su música habló de tal forma que las expectativas se superaron. Esa batería y esa guitarra sonaban SALVAJES, así, en mayúsculas también (si bien el volumen no estuvo todo lo alto que la ocasión requería). Sonaban atávicas, añejas, monstruosas, brutales. Perfectas. El concierto que Dan Auerbach y Patrick Carney ofrecieron sobre el «Escenario Bilbao» fue de una contundencia pasmosa, de los que dejan con la boca abierta aunque no les conozcas y sea la primera vez que les escuchas.


the black_keys_bilbaobbklive2014_carney_bifmPatrick Carney // Alfredo Rodríguez


Abrieron con «Dead and Gone», bailamos con la nueva «Turn Blue», vibramos con «Gold on the Ceiling» y Bizkaia entera pegó botes, antes de los bises (en los que cayeron «Little Black Submarines» y «I Got Mine»), con «Lonely Boy», el megahitPero da igual cuál hubiese sido el orden de los temas, la selección de los mismos o si la abuela fuma. Lo que hicieron los Black Keys en Kobetamendi será (debería ser) recordado. Al menos, los que estuvieron cerca del escenario (y realmente metidos en el concierto) tardarán en olvidarlo.


Lisérgicos, experimentales, psicodélicos. Si alguien quería el fiestón padre después de los Black Keys, el concierto que ofrecieron MGMT no era lo más adecuado. Sí para pegarse un viaje psicotrópico pero no para desfasar, a ver si nos entendemos. A las primeras de cambio, «Time to Pretend» y luego nubes de humo (figuradas). Otro poquito de miel con «Electric Feel» y luego otra buena tanda (y tunda) de viaje astral. ¿Que alguien se aburre con nuestro rollo? Pues ahora os ofrecemos el «Kids», volteamos el monte y aquí paz y después gloria.


Y habrá quien piense «pues vaya bodrio de bolo, ¿no?«. Pues qué quieren que les digamos: no. Solo, quizá, que no era lo más apropiado (o sí) para las horas y para unas hordas de gente en busca de fiesta más recreativa pero la propuesta (quizá también porque las expectativas con las que acudimos a ver a los estadounidenses eran bajas habida cuenta del ladrillazo que es su último disco) nos gustó.

 

Y, poco después de que MGMT comenzarán, sobre otro escenario aparecían acordeón, banjo, saxo, bombo… instrumentos poco habituales en un festival como Bilbao BBK Live (y más difíciles aún de ver en una carpa como el «Stage by Sony»). Y es que lo de La Maravillosa Orquesta del Alcohol (La M.O.D.A.) es difícil de encuadrar, algo que, como ellos nos comentaban al entrevistarlos unas horas antes, «queda al margen de modas, corrientes o tribus sociales«. Y es eso lo que les permite encajar con igual naturalidad en un festival indie, unas fiestas patronales o un certamen folk. Porque de folk hablamos, sí, pero un folk alucinado tocado por punks; algo así. Se siente la raíz acústica e irlandesa (país donde David, líder y cantante, se curtió como músico callejero), pero es palmaria también su confesa devoción por Eskorbuto. ¡Si hasta se hicieron el «It’s A Long Way To The Top (If You Wanna Rock ‘n’ Roll)» de AC/DC! Además, se la dedicaron (en la única alusión desde un escenario que oímos en todo un largo día de festival musical) a Tommy Ramone, fallecido apenas 24 horas antes.



El sexteto burgalés (acompañados en directo por un séptimo miembro a los teclados) dio un concierto redondo en el que les bastó una hora escasa para convencer y vencer. La comunión entre los músicos (desenfadadamente uniformados con pantalón negro y camiseta de tirantes blanca), su contagiosa capacidad de disfrutar sobre el escenario y la subyugante voz rasgadísima de David, fueron sus principales bazas. Eso, y un repertorio que no da tregua, en el que combinan el inglés de sus dos primeros EPs con el castellano de su largo de debut, «¿Quién nos va a salvar?» (Mús Records/Gran Sol). Los 3, por cierto, publicados en 2013, lo que da una idea de su hiperactividad: «llevamos ya 140 conciertos«, confesaron al comenzar. Y los que les quedan, según podemos augurar por la energía que derrocharon anoche para meterse al público en el bolsillo, tanto a a los incipientes fans que ya podían corear algunos de sus temas en castellano («Nómadas» y «Gasoline» se llevaron la palma) como a aquellos neófitos que, a pesar del inmenso luminoso con el nombre sobre el escenario, preguntaban a ver cómo se llamaban «estos tíos tan buenos«. La M.O.D.A. se llaman, La M.O.D.A. Y no hace falta que lo anoten porque lo van a volver a oír. Seguro.


Y nos dieron las 3:00 de la mañana y teníamos ganas de bailar, beber y evadirnos un poco tras tres intensísimos días de curro festivalero, así que nos adentramos en el bosque para danzar al son de Kresy en el «Red Bull Studio Live» y, tras pimplarnos un katxi de cerveza al son del asturiano, nos metimos como pudimos en una abarrotadísima carpa Sony donde, Eme Dj hizo olvidarnos de que Chromeo se cayeron del cartel. Bailamos, mucho, tanto que, en una decisión bastante heroica, decidimos dejarlo ahí y no estirar más la noche, que el domingo tocaba madrugar. Y ahora no nos vengáis con que John Talabot, Headbirds, Cardopusher y We Love Dolce Vita (WLDV) se salieron porque ya lo sabemos. ¡Bienaventurados aquellos a los que se os hizo de día en lo alto del monte Kobeta! Hasta el año que viene.

 

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