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FIB 2018: Crónica del sábado (Pet Shop Boys, Belle & Sebastian, The Kooks…)

Pet Shop Boys

En la jornada 3 del Festival Internacional de Benicàssim también vimos a The Horrors, Metronomy, Chase & Status, Punsetes, Holy Bouncer, Melenas, Toundra…

Pet Shop Boys // Iñaki Espejo-Saavedra
En la tercera jornada del Festival Internacional de Benicàssim también vimos a The Horrors, Metronomy, Chase & Status, Los Punsetes, Holy Bouncer, Melenas, Toundra… Nos lo cuentan Manu Mataix, Javier Santamaría y Joseba Vegas

Tercer día del FIB 2018. El cansancio se iba acumulando… ¡y aún quedaba medio festival! Nada, había que meterse pronto en harina, que la jornada del sábado prometía, desde muy temprana hora.

Juventud, divino tesoro. Tesoro, como el de Holy Bouncer, que logran revisar sonidos clásicos 70s de psicodelia y hacerlos suyos, pese a que ninguno de sus miembros oliera de cerca la citada década. En poco tiempo hemos ido viendo al grupo crecer y aumentar el tamaño del escenario en el que actúan, hasta llegar al escenario Las Palmas (el grande), que les sentaba muy bien, incluso estando bajo el sol. Holy Bouncer vinieron a darlo todo, en lo musical y en lo material, ya que empezaron a lanzar varios discos de vinilo y camisetas al público que arrancaba la jornada con ellos. Nosotros nos quedamos encantados cuando empezaron a sonar los bongos que nos trajeron una «Anticipation» extralarga llena de fuerza. Habríamos firmado por que apareciera allí mismo un coro de niños cantores como broche a un concierto fantástico.

Holy Bouncer

Holy Bouncer // Iñaki Espejo-Saavedra

Decidimos acercarnos a ver que se cocía por la zona de los DJs y la piscina. Allí, Ángel Pop abría el South Beach Pool Party con una sesión bien cargada de electro para inaugurar el escenario en la jornada de sábado. La gente, como loca con la música y los juegos organizados en el arenal artificial. Aún era de día, así que por qué no aprovechar otro día de playa.

De vuelta al escenario principal, Los Punsetes. Siguen siendo un grupo de los de sacar pecho, ya sabéis, pero lo volvemos a repetir: Sus letras, sus melodías, sus capas ruidosas… Nada nuevo en el horizonte, pero bendito horizonte. Lo mejor, las proyecciones; lo peor, el sonido (los que estábamos en modo fan en las primeras filas nos perdíamos parte de la voz). Fondo de armario, Museo de Historia Natural y su broche final, ¡Viva!. Vivan Los Punsetes, viva FIB.

Los Punsetes

Los Punsetes // Iñaki Espejo-Saavedra

Mientras, en el escenario Visa, estaban unos (en comparación) muy duros Toundra. Ración de rock instrumental y, ya que con ellos no se puede cantar, pues el público se entretenía tarareando las melodías y jugando al air guitar. Mucho balanceo de cabezas y sacudidas de pelo. El cuarteto va sobradísimo de fuerza y, mientras ellos seguían, nosotros tuvimos que irnos para ver a unos The Kooks que arrancaban en el escanario Las Palmas con “Bad Habit”.

Con ellos llegaba el primer momento de afluencia notable por el escenario principal. A la banda, que está pendiente de publicar su quinto álbum (pero del que ya se conocen algunos cortes), les basta con su gran número de temas famosos para congregar a muchos y hacerles disfrutar. Con “Naïve”, “No Pressure” o “Junk Of The Heart (Happy)”, y capitaneados por un enérgico Luke Pritchard que acabó empapado en sudor, tenían ganado el partido antes de jugar.

Melenas, tras tocar en el tejano SXSW, están acostumbradas a subir a un escenario a pelo, sin probar ni nada, check de líneas y pa’ lante, sacando pepitas de oro de los recursos de que disponen y luciéndose con canciones como «Tú me haces lo mismo» o «Volaremos», con su golpe de timbal. Las navarras conquistan al espectador, enganchan con su pop, su frescura y su energía, la energía de las que disfrutan encima del escenario.

Melenas en el FIB 2018

Melenas en el FIB 2018 // Iñaki Espejo-Saavedra

El concierto de The Horrors fue de menos a más. Empezaron con un sonido que no lograba proyectarse hasta el público, pero, poco a poco fue subiendo hasta retumbar en nuestro pecho. Lo malo es que «Who Can Say» sonó floja y no la disfrutamos como merece. Lo bueno, que «Something To Remember» fue una barbaridad que nos llevó al baile. Conciertos como el de ayer pone en valor a una banda que no se sabe por qué tendemos a olvidar y no la ponemos los focos que se merece.

Y, de una banda que ha hecho de la oscura luminosidad su bandera, a otra que es puro pop, en su acepción más colorista (por mucho que sus letras, mucho ojo, no sean todo lo naif que algunos creen). Pet Shop Boys tardaron en arrancar y, por qué no decirlo, ofrecieron un concierto irregular, alternando momentos de auténtica gloria con otros de verdadero tostón. Podrían, perfectamente, haber arrasado (será por himnos) pero optaron por un repertorio más arty que efectista.

Pet Shop Boys

Neil Tennant en acción // Iñaki Espejo-Saavedra

Con Tennant y Lowe apoyados por tres músicos (dos percusionistas y una teclista -de preciosa voz-), eso sí, pudimos volver a gozar en el FIB de clásicos como «New York City Boy», «Opportunities (Let’s Make Lots of Money)», «Se A Vida E (That’s The Way Life Is)», «It’s A Sin» o «Left To My Own Devices». Y eso, claro, son palabras mayores (como la media de edad de esta actuación, disfrutada por familias enteras -incluyendo a Begoña Sánchez, la esposa de Pedro Sánchez, Presidente del Gobierno, y sus hijas-).

Terminaban los PSB y comenzaba Belle & Sebastian. Pasos acelerados y algún pequeño sprint, hasta donde nos permitía la alta afluencia de gente, para llegar al escenario VISA y no perdernos nada. Arrancaron con “I’m a Cuckoo” y comenzó justo a llover (poca cosa, si lo comparamos con el Bilbao BBK Live de una semana atrás). Sus melodías de pop más delicadas, se mezclaban con los bailes desenfadados de Stuart Murdoch cuando dejaba aparcada la guitarra. “Another Sunny Day” nos hizo muy muy felices. Y lo de subir al público al escenario a pegarse unos bailes en “The Boy With The Arab Strap” ya es una tradición (entre ellos, algún que otro responsable de este artículo que estás leyendo). Puro buenrollismo. Se pasó volando y “The Party Line” (una de las pocas canciones recientes que pueden considerarse un hit a la altura de sus clásicos), junto con “I Want The World To Stop”, pusieron la guinda. Aún así, nos faltaron muchas. El idilio que se forjó bastantes años atrás entre B&S y el FIB, sigue vigente (y, ojo, porque hacía ¡14 años! que no pasaban por Benicàssim).

Belle & Sebastian

Belle & Sebastian en el FIB 2018 // Iñaki Espejo-Saavedra

¿Cuánto de tópico hay en hablar de romanticismo y de Rusos Blancos? Pero no lo podemos evitar. Manu tiene talento con las letras, refleja lo cotidiano, las idas y venidas del amor, lo emocional o lo patéticos que a veces llegamos a ser. Es mirarse en un espejo, o ser visitado por los tres fantasmas de Dickens. En lo musical nos llevaron de menos a más, de los arreglos bonitos a terminar con el bakalao de «Camas y trincheras». Ellos dicen que tampoco nos hemos querido tanto, pero cada vez que los vemos en directo nos enamoramos un poco más (de ellos).

Turno para el drum’n’bass de los Chase & Status. Nos sorprendió ver la cantidad de espacio que había libre (en la explanada del escenario grande). La jornada de sábado de los últimos FIBs suele rozar el lleno, pero ayer no era así. Ni por muchos “jump”, “put your hands up”, “make some noise” o gritos de “Benicàssim” (y fueron muchos, muchísimos), ni con “All goes wrong”, conseguimos enchufarnos del todo en su concierto. Y prometemos que nuestra predisposición era buena. Tampoco había escenario que nos entretuviera como el día anterior con Eric Prydz. Una C y una S con luces, en medio una batería y algunas proyecciones pero oye, hay que ver cómo lo goza la gente con la electrónica de Las Palmas a estas horas. A nosotros se nos hizo un poco cuesta arriba.

FIB 2018

El público del sábado // Iñaki Espejo-Saavedra

Metronomy es un grupo que «no está mal», por resumir en plan simplón. Tienen un hit, incontestable, sí («The Bay») y varias canciones de referencia («The Look», «Reservoir», «Love Letters»), pero ni sus otras composiciones para la pista de baile están a la altura de la primera, ni las que se asemejan al segundo grupo (algunas, de corte muy melódico) son las más apropiadas para un concierto de festival pasadas las 3 de la mañana. Con todo, nos gustaron, sí, pero les hace falta algún otro temazo para redondear la jugada.

Y de temazos fue la cosa a partir de ahí… con la carpa FIB Club comandada por los madrileños Ocho y Medio Djs. También nos asomamos por el escenario South Beach y la South Beach Pool Party, mucho más electrónicas, pero terminamos de decantarnos por el pop. Ya sabéis, la música esa con guitarras y estribillos. Quedaba un día… y seguía lloviendo, tímidamente, y a rachas. Nos acostamos justo antes de que empezara el verdadero aguacero. Eran las 5 y pico. O por ahí…

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