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Sonisphere

Sonisphere Spain 2013, la crónica (con Iron Maiden, Anthrax, Megadeth…)

Nuestro compañero Antonio Refoyo, de La Mirada Negra, estuvo el pasado viernes 31 de mayo en Rivas Vaciamadrid para disfrutar in situ de la primera de las jornadas de un festival que, al día siguiente, repitió en Barcelona con Iron Maiden, Megadeth, Anthrax, Avantasia, Tierra Santa…

 


Nuestro compañero Antonio Refoyo, de La Mirada Negra, estuvo el pasado viernes 31 de mayo en Rivas Vaciamadrid para disfrutar in situ de la primera de las jornadas de un festival que, al día siguiente, repitió en Barcelona con Iron Maiden, Megadeth, Anthrax, Avantasia, Tierra Santa…

 


 

Recién llegado de Madrid traigo la más dulce sensación de esta última edición de Sonisphere Spain. Parecía un poco descafeinado que la organización optara por separar el festival entre Rivas Vaciamadrid y Barcelona, con idéntico cartel en cada una de las jornadas, quedando el line-up reducido a diez bandas. Sin embargo, muchos aspectos positivos hemos encontrado en esta manera de hacer las cosas. En primer lugar, el festival se masifica menos al repartirse el público en dos plazas, aunque las 28.000 personas congregadas en el auditorio Miguel Ríos deben de ser más que suficientes para cubrir las expectativas de los promotores (que también es importante si queremos garantizar la continuidad de estos eventos). En segundo lugar, contar solo con esos 10 grupos en un único escenario permite que podamos ver a todas las bandas sin andar corriendo como locos de lado a lado viendo actuaciones a medias o perdiéndonos a bandas que coinciden con otros de nuestros favoritos. En tercer lugar, la organización se hace más sencilla y es más fácil disfrutar con calidad de las actuaciones. Y, por último, uno no tiene la sensación de venir de la guerra, sino de haber disfrutado de música en vivo, que de eso se trata.

 

sonisphere2013 apertura bifmApertura de puertas // Tom Hagen

 

Esto no significa que rehuyamos de otras formas de hacer las cosas. De hecho, es cierto que el no contar con zona de acampada y no ser al menos dos jornadas da menos sensación de festival veraniego, algo a lo que se sumaron unas bajas temperaturas nocturnas que no invitaban a dormir en un camping para nada. Por lo tanto, en esta ocasión, una cosa quedó compensada con la otra. Así que la de un hotel fue la mejor opción para los que desplazaron y tuvieron que hacer noche en Madrid.

 

No hubo aglomeraciones a la entrada, pues el no necesitar pulsera los asistentes agiliza las cosas (y ahorra caminatas). Además, el emplazamiento es sin duda el mejor de todos con los que ha contado el festival. Pese tener el terreno una parte de tierra no se levantó polvo, y la gran mayoría del lugar es asfaltado, con unas enormes gradas que permiten acoger a mucho público y facilita la visibilidad mientras que puedes descansar sentado antes de volver al barullo o, simplemente, puedes buscar un lugar cómodo para ver las actuaciones y el gran ambiente que se genera en el foso. Se contó con suficientes servicios, aunque evidentemente tras actuaciones como la de Iron Maiden era imposible que no se hiciera algo de cola.

 

sonisphere2013 mercadillo bifmLos stands del festival // Antonio Refoyo

 

En el plano netamente musical, Voodoo Six abrieron con puntualidad cuando aún teníamos algún bocado por masticar después de llegar a las inmediaciones del Auditorio Miguel Ríos. Dieron fe (como hicieran en el concierto del BEC de Barakaldo y en las fechas de esta gira acompañando a los Maiden) de su hard rock modernizado con temas como el single «Sink Or Swim«. Todavía no había muchos seguidores y eso ayudó a que no se notara demasiado, pero el sonido ya se percibió bastante falto de potencia. Una constante para todos los grupos anteriores a Iron Maiden y que también afectó en parte al propio cabeza de cartel.

 

October File salieron a comerse las tablas. Tal vez era la banda que menos pegaba con el cartel del festival, aunque dentro de su estilo también hay instinto metalero. Así lo dejaron patente dejándose la piel en temas como el final de su corta descarga «Isolation«, aunque para un público aún no muy numeroso a esas horas de la tarde no fue una propuesta tan atrayente, con lo que un tanto de indiferencia se pudo apreciar pese al esfuerzo y la entrega de la banda.

 

octoberfile sonisphere2013 bifmEsperando a October File // Antonio Refoyo

 

Ese horario tempranero le pasó factura también a Red Fang, pero su descarga de potente y metalizado rock me pareció descomunal. Son una de las bandas a tener en cuenta en la actualidad. Con ese guiño humorístico, actitud macarra, y riffs aplastantes que denotan una banda compacta capaz de pasar por encima de cualquier lugar considero que deben de convencer al personal. Al menos para una parte de la organización fue de las propuestas más interesantes, ya que la crew no se perdió esta descarga desde un lateral del escenario, moviéndose con cada sacudida de estos atronadores americanos.

 

No por tenerles más vistos dejamos de lado a Tierra Santa. Los riojanos se han mostrado en los últimos conciertos pletóricos, aunque ahora debían de adaptar su tiempo al espacio permitido para un festival, con lo que los nervios por comenzar se respiraban en los componentes de la banda mientras que ponían todo en su sitio. Tuvieron que elegir 8 de los 26 temas que venían tocando en los últimos directos. Y no me pareció muy acertado que comenzaran con «Más allá de la vida«. Si bien soy defensor de su último «Mi nombre será leyenda» no creo que este medio tiempo fuera el más indicado. Teniendo en cuenta que luego descargarían otro relajado «Una juventud perdida» hubiera sido más adecuada comenzar con el homónimo de su último disco. Pagaron las consecuencias de un sonido nuevamente flojito de cara al público, dejando en apenas un susurro temas como «Héroe«, aunque se desquitaron con canciones que no se pudo resistir nadie a entonar y que, por fin, levantaron los brazos de la concurrencia como fueron «Legendario» y «La Canción Del Pirata«.

 

tierrasanta sonisphere2013 bifmTurno para Tierra Santa // Tom Hagen

 

EL ÉXITO DE NEWSTED


La primera banda que se puede decir que cosechó éxito en este Sonisphere fue Newsted. El grupo del que fuera bajista de Metallica desde 1986 hasta 2001 (entre otros grupos como Voivod o Flotsam & Jetsam), presentaba en este Sonisphere las canciones de su reciente EP y temas nuevos que integrarán su primer disco. Y ahí quedaron títulos como «Soldierhead«, «Long Time Dead» o «Godsnake» que de su sola potencia paliaron la falta de fuerza que pudiera haber en el volumen escupido desde el escenario. Su caña surtió efecto, así como su carisma y su trato hacia nosotros como una familia. El tipo supo enganchar al respetable y para ello contó con algún guiño a Metallica en «King Of The Underdorgs» que termina con un recuerdo para «Creeping Death» poniéndonos a todos a gritar ese famoso «Die! Die!» Me parece loable, en cualquier caso, que no se hiciera valer con un amasijo versiones de su ex banda para complacer al respetable, aunque sí que terminó su concierto con «Wiplash«, que hizo reaccionar a todos los presentes mientras un mar de cuernos se alzaba al cielo de Madrid en un momento en el que ya comenzaba a poblarse el recinto de manera más considerable. En cualquier caso, hace bien en prestarle atención su próximo disco, porque los temas propios de los que ya dispone presentan muy buenas credenciales.

 

ghost sonisphere2013 bifmGhost en acción // Tom Hagen

 

Ese subidón que supuso la actuación de Newsted se enfrió mientras caía la tarde conjuntamente con las temperaturas durante la actuación de Ghost. Un grupo que repetía por segundo año consecutivo en el Sonisphere de Madrid y que en muy poco tiempo ha conseguido ocupar posiciones importantes en carteles como éste, justo antes de que saliera la gran atracción, Iron Maiden. Pero su actuación no cuajó una gran  respuesta pese a todo ese elemento visual que hace de sus conciertos una especie de misa negra, con todos los músicos vestidos como monjes con la cara completamente tapada y su vocalista como un arzobispo con rostro cadavérico. Pero entre las ganas que ya había de ver Iron Maiden y que su oscura propuesta requiere, tal vez, de un ambiente más siniestro en el que la luz del sol no haga acto de presencia, el público dejó traslucir las ganas de pasar página en lugar de disfrutar verdaderamente de su actuación.

 

IRON MAIDEN, DE DÍA


Es curioso ver a un cabeza de cartel de día, pero hace dos años ya ocurrió con Iron Maiden en este mismo festival. A las 20:45 (como los partidos de la Champions) tenía prevista su aparición la banda británica sobre las tablas para recrear ese «Maiden England» que nos llevaría años atrás en el tiempo y del cual ya se han escrito ríos de tinta después de la inauguración de la gira europea en Barakaldo. Así que quien más quien menos sabía lo que iba a encontrarse. Eso genera siempre unas expectativas altísimas para una banda que tras cerca de 40 años de carrera sigue respondiendo a las mismas.

 

sonisphere2013 publico bifmSeguidores de los Maiden en Sonisphere // Tom Hagen

 

Así ocurrió una vez más en un concierto en el que comenzaron sonando algo flojo, mejorando la cosa a medida que avanzaba la actuación. Con momentos álgidos en temas como «Seventh Son Of A Seventh Son«, con la figura de Eddie comandando el escenario, aunque Bruce Dickinson sea el pequeño gran hombre que recorre ese hábitat como ningún frontman puede igualar. Es impresionante su estado de forma así como el del resto de la banda. Steve Harris nos emociona con varias de sus habituales arrancadas con el bajo a cuestas y el trabajo de las tres guitarras tanto de Dave Murray, como de Adrian Smith y de Janick Gers es espectacular. Vi a este último más protagonista que en el concierto del BEC. De hecho, el solo de «2 Minutes To Modnight» lo termina con la guitarra por encima de su cabeza, tal vez queriendo acallar algunas críticas que le ponían como mera decoración e imagen en escena con sus habituales movimientos. Por su parte, Nicko McBrain tras su enorme batería sigue siendo incombustible.

 

Por cierto, en «2 Minutes Tu Midnight» vimos a Bruce Dickinson con un enorme cabreo tras engancharse su pie de micro con un cable. El vocalista, al ver que ningún pipa salía para echarle… un cable (nunca mejor dicho), tiró con todas sus fuerzas del mismo. Suerte que no lo arrancó, porque todavía me estoy preguntando qué se hubiera desenchufado. Tras lanzar el pie de micro siguió cantando, aunque fue un momento ya un tanto deslucido. Por fortuna, cuando le arreglaron el problema, cogió el pie de micro y continuó con la actuación como un niño con nuevo juguete.

 

El espectáculo es fantástico, con explosiones, pirotecnia, fogonazos… El vocalista juega en «Phantom Of The Opera«, uno de los más memorables momentos de la actuación de Madrid, pidiendo que salga fuego del punto señalado por él. Y no falla. Como no lo hacen temas que de por sí provocan la más eufórica reacción de sus seguidores, como «The Trooper«, «The Number Of The Beast» o «Run To The Hills«, con Eddie en el escenario portando sable en mano. Por supuesto que la locura llegó, como siempre, con «Fear Of The Dark«, donde hay que ver para creer el estado de forma de un Dickinson que se recorre el escenario de lado a lado como si tuviera 20 años. Y antes de los bises apareció la figura gigante de Eddie al fondo del escenario para portar en su mano izquierda esa criatura salida de sus entrañas que se movía en su enorme mano al ritmo del homónimo tema de la banda británica.

 

ironmaiden sonisphere2013 bifmEl apoteosis de Iron Maiden // Tom Hagen

 

Con el triunfo conseguido (algo que no ocurre siempre con los cabezas de cartel al tener esa mayor exigencia), regresaron para ofrecernos «Aces High«, «The Evil That Men Do» y «Running Free«, dejando a su parroquia satisfecha aunque siempre habrá matices que se puedan criticar. Para mí es imprescindible que la banda meta en algún lugar «Hallowed Be Thy Name«, pero el repertorio es de ensueño en cualquier caso para todo seguidor de Maiden que se precie y quiera rememorar aquel año 1988 en el que la banda presentaba «Seventh Son Of A Seventh Son«. Eso hace que aparezcan en directo de manera destacada los «Moonchild» y «Can I Play With Madness» de inicio o «The Clairvoyant«, que no ha aparecido en sus últimas giras. Por otro lado hay que destacar las sorpresas de «Afraid To Shot Strangers» y «The Prisoner» tras muchos años sin aparecer en el repertorio. Así que una vez más, fantásticos y sin defraudar a sus seguidores.

 

Y LA FIESTA CONTINUÓ CON ANTHRAX


Hubo un antes y un después a Iron Maiden en el festival. Por un lado, los horarios dejaron de seguirse de manera tan estricta, llegando a acumular al final de la noche unos 45 minutos de retraso; y por otro, las bandas sonaron con mayor potencia. Eso le vino fenomenal a Anthrax, que desde que pisaron las tablas dejaron claro que no venían a pasearse. De nuevo con Joey Belladonna en la formación, la banda nos brindó un recital de fuerza, pero también de implicación con sus seguidores que vivieron una actuación corta, pero muy satisfactoria. Y es que en los 10 temas interpretados la banda de Scott Ian, acompañado a la guitarra en la actualidad por el excelente Jonathan Donais (Shadows Fall), cubrió de lleno las ansias de los más clásicos desde el inicio con «Among The Living«, «Caught In A Mosh» y «I Am The Law«, comprendiendo que en un festival a las 11:30 de la noche y tras Iron Maiden esa es la forma de competir.

 

Y vaya cómo plantearon la batalla con un vocalista imparable y una banda enchufada que dejó momentos para el recuerdo de las figuras de Ronnie James Dio y Dimebag Darrel, que aparecieron en dos telones en el escenario para brindarles «In The End«. De lo emotivo pasamos a la fiesta de la versión de «TNT» de AC/DC,  o la locura de «Got The Time» de Joe Jackson. Pero como momentazo yo me quedaría con el espectacular «Indians«. Si bien la banda aprovechó incluso para dejarnos algún tema de lo último como «Fight’ Em Til You Can’t» antes de rematar con «I’m The Man/Raining Blood«, sin dejarse fuera el final y esperado «Antisocial» (original de Trust aunque popularizado por ellos en los 80 como si de un tema propio se tratara). Ante la entrega, el carisma, el repertorio y en nivel de ejecución de todo el grupo no se puede poner ni un reparo, solo esbozar una sonrisa si te encontrabas entre los seguidores del grupo.

 

Me preguntaba yo cómo serían capaces Dave Mustaine y sus huestes de superar aquello. Y es que, de un tiempo a esta parte, no trasmite la misma garra que hace años. Sigue siendo un músico de talento y tiene temas de sobra como para considerarse una de las grandes figuras de la historia del heavy metal, pero se le ha criticado en muchas ocasiones su aparente falta de implicación en las descargas, su cierta frialdad. Contando con ese gran escenario la banda tiró a nivel visual de tres pantallas, dos a los laterales y una enorme en el fondo por encima de la batería que dieron mucho juego. Con ello, Megadeth  se amoldaron a las dimensiones de un gran recinto, porque con un Mustaine atado a su guitarra hay que reconocer que al cuarteto le costaría llenar el escenario.

 

megadeth sonisphere2013 bifmMegadeth desde la grada // Antonio Refoyo

 

Lo que llena absolutamente todo son los grandes temas que posee el grupo (eso no se lo quita nadie), desde bien pronto con «Hangar 18» hizo las delicias de sus seguidores, además contando con un sonido muy digno al lado de lo que habíamos visto a lo largo de la tarde. «Countdown To Extinction«, «Architecture Of Aggression» o «Sweating Bullets» enganchaban a la concurrencia por sí solos, aunque Mustaine y los suyos no hicieran ni un gesto más llamativo que otro. Pero la calidad musical de los mismos no se puede negar. Y llegando al momento de «Symphony Of Destruccion» ya fue la respuesta total, que tampoco decayó con «Peace Sells«. Pese a todo, con qué odio la siguen cantando.

 

Amagaron la despedida, pero no podía faltar «Holy Wars… The Punishment Due» para la que regresaron al escenario y se despidieron con un bonito detalle dando las gracias a través de las pantallas en diferentes idiomas (¡incluido el euskera!). Ahí también pudimos ver la imagen de Dave Mustaine en solitario al final con el clásico «We are Megadeth«, dejando claro que hablamos del grupo de una persona (aunque vuelva a contar con Dave Ellefson como bajista). Esa figura del pelirrojo guitarrista y vocalista es muy grande para esto del heavy metal.

 

AVANTASIA, LOS MEJORES


Desde que terminara Iron Maiden con cada actuación iba desertando gente del recinto. Pues para mí es un placer decirles a todos los que no se quedaron hasta el final que Avantasia fue lo mejor de la jornada. Que me perdonen Iron Maiden y sus seguidores, pero si Avantasia hubiera contado con todo su espectáculo no me cabe duda de que ni tan siquiera La Doncella hubiera llegado a este nivel musical que ofreció el  proyecto de Tobias Sammet, que en principio se gestó como una ópera rock puntual y que ahora mismo ya he perdido la cuenta de qué número es su última entrega. Solo sé que algo tan complicado de llevar al directo con esa colección de voces ellos lo hacen con un nivel impecable, contando en esta noche con Ronnie Atkins de Pretty Maids, Eric Martin de Mr Big, Bob Catley de Magnum y Michel Kiske de Unisonic en la actualidad, (aunque evidentemente para todos siempre será el cantante de los clásicos Helloween). También entra en el plantel Amanda Somerville, que abandonó en alguna ocasión la función de corista para destacar con una preciosa garganta femenina que encandiló a los presentes en momentos como «Farewell»
Ni qué decir tiene que los recordatorios a la primera parte de la saga de discos fue lo más aplaudido. Temas como «Reach Out For The Light» con Sammet y Kiske en plena forma, al igual que en «Breaking Away» (probablemente el momentazo de su actuación) fueron los mayores puntos de éxtasis musical de toda la jornada. Tampoco quiero dejar fuera «Sign Of The Cross«, con todos los protagonistas juntos para terminar de la manera musicalmente más alta la jornada de conciertos. Y tampoco me olvido de temas como «Twisted Mind» con Atkins y un Eric Martin que encandiló  a la concurrencia, «Dying For An Angel” con Tobi y Eric en un dueto nuevamente espectacular, y «Lost In Space«, único top ten en toda su carrera, como nos dijo el creador de este fantástico proyecto.

 

sonisphere2013 noche bifmNoche de heavy metal en Rivas Vaciamadrid // Antonio Refoyo

 

Cada momento de esta descarga que nos llevó prácticamente a las 4 de la madrugada fue para guardar en el recuerdo por mucho tiempo. Lo escribo y me vuelven otra vez esas sensaciones tan agradables a la cabeza y no puedo menos que sonreír y tomar la palabra de Tobias Sammet, quien nos prometió volver con el espectáculo completo en 4 años, ya que esto solo fue un pequeña muestra de lo que es un show de Avantasia. Nos lo pone para largo, pero le esperamos.
Con estas sensaciones pesa menos llevar más de 12 horas de pie y pasar frío por la noche. Los artistas estuvieron a la altura de las circunstancias y todo el mundo pudo disfrutar de una jornada marcada por el buen nivel general de actuaciones, que es lo más importante. Además de eso, contamos con un recinto fantástico que echamos de menos en ediciones pasadas. No renunciamos a próximas ediciones de varios días, pero dicen que lo bueno si breve dos veces bueno, y eso se ha cumplido completamente en esta edición de Sonisphere.

 

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