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Joseba Vegas

¿No es el canon AEDE contraproducente? España, el primer país del mundo que cobrará por enlazar en Internet

En medio del verano el Congreso (con el único apoyo del Partido Popular) ha aprobado la mal llamada «tasa Google«, que obligará a todos los agregadores de noticias, blogs y webs a pagar por enlazar artículos publicados en medios ligados a la Asociación de Editores de Diarios Españoles


En medio del verano el Congreso (con el único apoyo del Partido Popular) ha aprobado la mal llamada «tasa Google«, que obligará a todos los agregadores de noticias, blogs y webs a pagar por enlazar artículos publicados en medios ligados a la Asociación de Editores de Diarios Españoles


 

Llevo desde finales de julio dándole vueltas al tema del «canon AEDE«, a raíz de todo lo vertido en redes sociales, donde apenas he podido ver un solo comentario positivo al respecto. Es más: la indignación, la perplejidad, la risa floja y las muestras de ira hacia políticos y grandes grupos editoriales han sido, por lo general, la nota predominante. Sin embargo, tampoco han sido tantos los posts de Facebook o los tuits que sobre este tema he podido encontrar, al menos si los comparamos con los generados a propósito de otros asuntos polémicos. Diría, incluso, que más allá de a periodistas, a blogueros y a usuarios avanzados de Internet, el tema, o no interesa, o se desconoce. Y, ya lo siento, pero… es bastante grave.

 

Vayamos al grano. ¿Qué es el «canon AEDE»? El dichoso canon (mal llamado también «tasa Google» -cuando Google nada tiene que ver-) es una medida recién creada por el Gobierno español (concretamente, el Congreso la incluyó en su reforma de la Ley de Propiedad Intelectual, aprobada el 22 de julio -con el único apoyo del Partido Popular y los votos en contra de PSOE, CiU, PNV, UPyD, Izquierda Plural, Amaiur y ERC-) que obligará a todos los agregadores de noticias (Google News, Menéame, etc), blogs y webs a pagar por enlazar artículos publicados en medios ligados a AEDE (la Asociación de Editores de Diarios Españoles), es decir, por poner en tu página un link a una noticia aparecida en El Mundo, Marca, El País, ABC, La Vanguardia, AS, El Correo, La Razón (sí, aunque lo enlaces para echarte unas risas), El Periódico o Faro de Vigo, por citar solo unos cuantos ejemplos relevantes.

 

Sobre el papel, la recién aprobada ley tiene su lógica. A fin de cuentas, los autores tienen derecho a vivir de sus obras… como lo pueden tener los informadores o los generadores de opinión. Pero, si tan entendible es, ¿cómo se explica que España se convierta en el primer y único país del mundo que persigue la utilización de enlaces en Internet? ¿Acaso no se está atacando a la propia esencia de la red? ¿No es el derecho de cita algo fundamental y necesario en la labor periodística profesional y en la gestión de la información por parte de los usuarios?

 

Una vez más (y van…) los políticos y los grandes empresarios del país han demostrado una total incapacidad para adaptarse a los tiempos que corren, pretendiendo legislar y regirse por medidas presuntamente novedosas que no son más que vestigios del pasado. Como quedara bien patente en casos similares anteriores (¿volvemos a hablar del afán de la SGAE por tasarlo todo y de la torpeza de las grandes discográficas para evolucionar y amoldarse a las tendencias actuales del consumo musical?), los mandamases no entienden Internet, no saben cómo funciona y, por ende, son incapaces de ofrecer facilidades de negocio a las grandes empresas de comunicación, las cuales han vuelto a dejar bien claro que viven ancladas en el siglo pasado, cuando casi toda la información circulaba impresa en papel y los pocos medios audiovisuales estaban más o menos bajo vigilancia del Poder (¡por cierto! ¿A alguien se le escapa que la reforma de la Ley de Propiedad Intelectual impulsada por el Gobierno no es sino una nueva herramienta para tener a la prensa bajo control? ¡Ah! Y contenta, claro…)

 

wert caricatura pepoperez bifmEl ministro Montoro, visto por Pepo Pérez

 

Pero, más allá de las intenciones del ministro Montoro y los suyos y más allá de la posible lógica de tener que pagar por enlazar material de terceros, me pregunto: ¿no es ésta una medida absolutamente contraproducente? ¿No es ponerle trabas a los links un suicidio cibernético de primer grado? Todos aquellos que gestionamos un sitio web sabemos la importancia que tiene que tus contenidos se muevan, que circulen libremente por Internet, que se enlacen, que se compartan, que se referencien. Criminalizar eso es, consecuentemente, una verdadera locura. Aunque, claro, los grandes medios no piensan, ni por asomo, que su tráfico pueda descender, simplemente, pretenden que se les siga linkando… y que ahora se les pague por ello, viendo que sus ingresos tradicionales han descendido. Y, vale, habrá empresas reacias a ser partícipes de este harakiri colectivo, pero dará igual: hablamos de un derecho «irrenunciable«, nos avisan.

 

Así que nada, tras la sibilina aprobación del canon en medio del verano ahora toca esperar a que la reforma llegue al Senado, que obtenga el esperable OK, que sea publicado en el BOE, que aparezca una sociedad de gestión que (ya veremos en base a qué estimaciones) haga caja, que lleguen las pertinentes denuncias en contra, que se pronuncie al respecto el Tribunal Superior de Justicia de la Unión Europea, etc etc. Otro sonado sonrojo internacional está en ciernes gracias a otra reaccionaria ley del Gobierno español. Bienvenidos al siglo XX.

 

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