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Eduardo Ranedo

El Disco del Mes: Chris Robinson Brotherhood – Barefoot in the Head

CRB

Eduardo Ranedo nos recomienda el 5º álbum de CRB, la superbanda creada por el líder de The Black Crowes. Tradición americana, ecos psicodélicos e inmediatez

La hermandad // Jay Blakesburg

Llama la atención la manera elegida por la Chris Robinson Brotherhood para ir poco a poco cimentando su prestigio y su carrera. Mientras otros grandes nombres –la mayoría…- viven cautivos de un calendario muy cómodo que les viene marcado por las dinámicas del marketing y el circuito de festivales, ellos van camino de batir récords. Parece difícil ganarles en lo prolífico, con cinco LPs de material original publicados en apenas seis años y siendo el último especialmente fértil. «Barefoot in the Head» aparece justo doce meses después del anterior («Anyway You Love, We Know How You Feel»), intervalo en el que también han tenido tiempo para editar un extenso EP («If You Lived Here, You Would Be Home by Now») y un disco en directo, el tercer volumen de la serie «Betty’s Self-Rising Southern Blends». Si a esto unimos una agenda que presenta en torno a un centenar de actuaciones por año, asistimos a un modelo cada vez más escaso, cual es el de una banda que se gana con sudor -además de con talento- todo lo que va recaudando.

Lo que otrora era habitual, qué cosas, ahora es una rara excepción. Y, sin embargo, el proceder de Robinson y su troupe –definitivamente muy bien armada en torno al teclado de Adam MacDougall, músico con pasado en los Black Crowes desde «Warpaint», y a la guitarra y savoir faire de un grande como Neal Casal– no deja de ser algo previsible, pues en su día recogieron unos códigos y maneras de hacer las cosas y con ellos han tirado para adelante. Sean las del ethos hippie, el rollo fraternal de los Grateful Dead o la dinámica de las jam bands, en el fondo da lo mismo. Se han convertido en portadores de ese testigo, y bien que lo están defendiendo en un entorno que actualmente apunta hacia cualquier dirección menos hacia esta.

CRB - album (2017)

En lo que respecta a «Barefoot in the Head» –que puede perfectamente ser su mejor disco, o no serlo, pues realmente todos son muy buenos- su receta no ha cambiado. Siguen por tanto dando vueltas a esa particular visión que mezcla toda la música americana tradicional -tenga ésta forma de rock, blues, country, funk o soul-, dejando siempre un pelín de aire a la disipación psicodélica. Quizá en este trabajo se aprecie un talante más inmediato, en el sentido de que los temas son más cortos y parece que hayan optado por la concreción, dejando de lado las aventuras instrumentales típicas de ese perfil de jam band que siguen teniendo y que probablemente les llevará a abrir las puertas de estas canciones cuando toque defenderlas en directo. También un tono general tranquilo, muy de viaje interior, en el que los medios tiempos dominan a las piezas más descaradamente rock. Pero se trata de un disco lleno de grandes momentos, destacando entre ellos el rendido tributo que hacen a Dylan en “Hark, the Herald Hermit Speaks”, cómo luce la voz en las piezas más tranquilas («High Is Not the Top”, “She Shares My Blanket”, “Blonde Light of Morning” -muchas adornadas con una preciosa guitarra steel-) o la química que fluye todo el rato entre la guitarra de Casal y los teclados de MacDougall, particularmente en los temas descaradamente más funk (“Behold the Sheer”), e incluso en la canción menos afortunada del lote, la superflua “Blue Star Woman”.

Resulta obligatorio estar al tanto de lo que pasa en la escena musical, pero pobre del que pierda de vista a los artistas de larga carrera o del que crea que ya dieron lo mejor de sí. El 7 de marzo Chris Robinson y esta nueva familia que se ha buscado tras el amargo final de Black Crowes pasarán por el Antzoki de Bilbao y, sinceramente, no creo que sea una buena decisión dejarlos de lado. Con un grupo en semejante estado de forma, sería de locos renunciar a una noche que se presume histórica.

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