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Willie Nile, rock n roll a medio gas (Crónica de su concierto en Bilbao, 6-IV-2014)

El neoyorkino está de nuevo en nuestro país para presentar las canciones de su último trabajo, «American Ride», publicado el pasado verano, esta vez en formato trío y acompañado de media docena de lámparas de Ikea modelo «Lampan» para dar intimidad al asunto mientras una novia fotógrafa monta un espectáculo paralelo al show del rockero


El neoyorkino está de nuevo en nuestro país para presentar las canciones de su último trabajo, «American Ride», publicado el pasado verano, esta vez en formato trío y acompañado de media docena de lámparas de Ikea modelo «Lampan» para dar intimidad al asunto mientras una novia fotógrafa monta un espectáculo paralelo al show del rockero


 

La cosa prometía ser íntima desde el primer momento, cuando irrumpe en escena Willie Nile sentado al piano para entonar un emotivo y afectado «Streets of New York» coreado por un público lleno de fieles y adeptos a los que tenía metidos en el bolsillo de antemano.

 

Esta vez no hubo versiones electrizantes de los Equals (casi me atrevería a decir que el cover que en su momento grabó Nile del «Police On My Back» supera con creces al de The Clash) y casi todo el repertorio giró en torno a las baladas y los medios tiempos, algunos más duros que otros pero medios tiempos al fin y al cabo que hacen que cueste bailar.

 

En formato trío, Nile se dedicó a tocar el piano y la guitarra y a marcar mucha pose, esas de viejo rockero neoyorkino haciendo posturitas con la guitarra que ya ni siquiera su íntimo amigo Bruce Springsteen hace en el escenario, pero claro, ahí estaba su tatuada novia fotógrafa invadiendo con su cámara y sin ningún pudor el escenario y la zona reservada a los profesionales de prensa. La muchacha fue un espectáculo en sí misma paralelo al que ofrecía su novio con su banda. Parecía que más que cubrir un concierto estaba realizando un reportaje de alta costura para una revista de moda y ahí andaba ella tirándose por el suelo, retorciéndose y haciendo unas posturas dignas de la mejor contorsionista del Circo del Sol para lograr el mejor plano de su amado, aunque eso supusiera ensuciar el trabajo del resto de fotógrafos congregados.

 

willie nile girlfriend bifmLa novia fotera // Alejandro Arteche

 

Mientras, en el escenario, entre canción y canción, hubo algún pequeño momento de bochorno cuando Willie se puso a soltar soflamas sobre lo malo que es la fama y lo horrible que es ser como Michael Jackson (¿a estas alturas venimos a hablar de Michael?), dedicar canciones a los pobres niños que se mueren de hambre y mezclar en el mismo speech su admiración por la familia Kennedy y alabar el independentismo de los pueblos después de que hubiera más de un silbido al pronunciar la palabra España. Sí, yo tampoco entiendo que tienen que ver los Kennedy con la independencia. Hubo un momento en que pensé que llegaba a sacar una bandera blanca y comenzaba a pasearse entre el público agitándola como en la peor época de Bono, pero no llegó a tanto gracias a Dios.

 

Willie Nile es lo que es. Tiene adeptos de sobra que le perdonan estar a medio gas o soltar parrafadas sin sentido entre canción y canción willie nile vertical bilbao bifmmientras brinda con copas de vino que le sirven a mitad del concierto y los muebles los logra salvar, y excelentemente además, Jorge Otero (Stormy Mondays), que es quien realmente lleva el peso del concierto. Todo un virtuoso de la guitarra que hizo más llevadero un concierto que si llegó a estar animado fue por los incondicionales fans que se dedicaron a corear todos y cada uno de los himnos, muchas veces alentados por el propio Nile o, sí, ella otra vez, su novia.

 

En el buen ánimo de la gente también influyó el excelente concierto que dieron los teloneros, los bilbaínos Lee Perk cuya actuación solo se puede calificar como impecable.

 

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