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Ocio y cultura

La película de octubre: “Un día más con vida”, el fotógrafo del pánico

Película "Un día más con vida"

Te recomendamos una cinta tan dura y verídica que está basada en hechos reales (y que bien podría estar entre lo mejor que hemos visto este año).

Tomando partido
Este mes te recomendamos una cinta tan dura y verídica que está basada en hechos reales (y que «bien podría estar entre lo mejor del centenar que este año llevamos vistas en cine») y otra, en formato doméstico, igualmente terrorífica, pero algo más fantástica (por suerte)

La cultura occidental se desmorona si un truño del tamaño de «Megalodon» logra superar los diez millones de euros en nuestro país. Aceptando que en verano todo vale -kalimotxo de grifo, chancla con calcetín blanco-, hay cosas incomprensibles para el humano medio. Tan interesante como un concierto trap para un taurino, esa mezcla de Jason Staham, «Tiburón», «Abyss» y Los Morancos nos ha dejado las cejas como a Zapatero: no entendemos cómo tantos se han conformado con tan poco. Pero, estupores aparte, nuestra misión, como la de The Blues Brothers, es una misión de Dios y no estamos aquí para hablar de mal cine (que puede ser muy entretenido, según y cómo) sino de películas que valgan la pena, nos diviertan, enriquezcan y, puestos a soñar, nos hagan mejores personas.

Es el caso de la magnífica «Un día más con vida«, codirigida por Damian Nenow y el navarro Raúl de la Fuente -«10 años exactos hemos tardado en poner en pie este sueño», confesó en la presentación del filme-, que fue recibida con ovaciones clamorosas en Cannes, Egipto o Donosti, donde se llevó el premio del público.

Película

Fotograma de «Un día más con vida» // Rafał Wojtunik

Angola, mediados de los setenta. La Revolución de los Claveles anuncia el fin de Portugal como potencia. El país es un polvorín de petróleo y diamantes que ni rusos ni americanos quieren dejar escapar. Mientras el pueblo lucha por su independencia, las potencias tratan, desde las alcantarillas, de hacerse con el control de la situación. Richard Kapuściński, un reportero de guerra polaco, ve clara la oportunidad de su vida: atravesar por carretera 1.500 kilómetros para meterse en la boca del lobo y entrevistar al jefe de la resistencia, el Comandante Farruso. Es ese viaje, con cadáveres en las cunetas, guerrilleras irresistibles y una efervescencia política que no se ha vuelto a repetir, donde descubrimos que Kapuściński es un ser humano hipnótico, contradictorio y fascinante, capaz de saltarse la regla de oro del periodista y tomar partido hasta enfangarse en un conflicto que terminará siendo el suyo.

Basada en increíbles hechos reales (relatados en 1976 en la novela que dio pie a esta cinta), «Un día más con vida» muestra una época en la que los medios de comunicación no eran propiedad de Zara o McDonalds y el reportero de guerra era un artista con derecho a equivocarse. Sabiendo, eso sí, que no había margen para segundas oportunidades.

Realizada con una técnica que ya se vio en la venerable «Vals con Bashir» -se rueda con actores y se anima posteriormente pintando por encima- la película de De la Fuente muy bien podría estar entre lo mejor del centenar que este año llevamos vistas en cine. Y, además, dura 80 minutos. ¿imprescindible?

Y YA EN FORMATO DOMÉSTICO… «UN LUGAR TRANQUILO»

Si no te escuchan, no pueden cazarte. Como nos hemos puesto un poco profundotes con la recomendación en pantalla grande, vamos a aligerar en la pequeña. Un ítulo fantástico con menos éxito en salas del que merecía, que narra la historia de una familia que elige la vida en un bosque y el perpetuo silencio como día a día. ¿Por qué? Porque, si no te escuchan, no pueden cazarte.

Película

«Ssssshhhh…»

Tensa, muda y misteriosa, «Un lugar tranquilo» demuestra que no todo está hecho en el cine fantástico y que, si lo está, se puede contar desde otro punto de vista o, como diría Cospedal -otra experta en terror-, en diferido. Recuerden lo bien que se está en el cine cuando hace mal tiempo. Nos leemos en un mes.

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