Segunda y última jornada del ARF este año, con los Who como inequívoco reclamo. Pero, además, Supersuckers, The Vintage Caravan, Marky Ramone, Cobra, Fields Of Nephilim… Nos lo cuentan Sergio Iglesias y Antonio Refoyo, con fotografías de Sergio Martín
Segundo día del ARF 2016 y allá que fuimos (como otras 18.000 personas más, según los datos de la organización -un 50% más que el día anterior-), con más ilusión que fuerzas después de una intensísima primera jornada. Pero no hay problema, todo se supera con buena música. El sonido atronador de Cobra levantó hasta a los muertos de la siesta. Presentaron su nuevo trabajo, «Riffyard«, con temas como un «Come On Now» muy adecuado para los directos. Pasaron sobre nosotros con esos poderosos y gruesos riffs marca de la casa con los que volvieron a dejar patente en un festival con grandes nombres internacionales que también en casa hay grupos con un nivel muy alto. Cobra es un claro exponente.
Cobra rocks // Sergio Martín
Tras ellos vimos a The Vintage Caravan. Los islandeses (foto inferior, por Sergio Martín) dieron una lección de clásico hard rock con aroma setentero. Una banda joven con un talento difícilmente igualable, que encarna a la perfección ese sonido vintage precisamente, pero con una gran capacidad para aportar a su vez algo diferente dentro del sonido 
revival en el que ellos son uno de los grupos más interesantes en la actualidad. El trío se entregó a su música plasmando un sentimiento que se contagió entre los presentes. Y además con muy buen rollo tanto entre ellos en el escenario como con una concurrencia a la que no dejaron de dirigirse para meterla en la descarga con temas tan apropiados para ello como «Let Me Be» o «Babylon«. Simplemente excelentes.
Los australianos Radio Birdman eran una de esas peticiones que el público azkenero siempre tenía en mente y aquí estaban, por fin, los padres del rock australiano. Veteranos pero muy muy eficaces, supieron dar una lección magistral de saber estar en el escenario y, con un Rob Younger pletórico al frente, repasaron todos sus grandes éxitos ante un público entregado con la banda que mejor ha sabido llevar el rock americano a las Antípodas. Recalcar, como dato curioso, que Radio Birdman consiguieron que, durante unos segundos, saliera el sol en Vitoria-Gasteiz.
Aunque, más que el sol, lo que de verdad iluminó las campas de Mendizabala fue la increíble Imelda May, una auténtica joya. La irlandesa, con su sola presencia, es capaz de llenar cualquier escenario, ya que el magnetismo que desprende es total. Dejando al margen los consabidos problemas con el sonido que, por suerte, se acabaron solucionando, solo se puede decir que fue uno de los mejores conciertos de esta edición (y eso es mucho decir) y que la voz, la actitud y la elegancia de esta mujer no tienen comparación con ninguna otra. Nos gusta la Imelda May rockera, la rockabilly, la que canta jazz, la que se acerca al blues… ¡nos encanta Imelda May!
Imelda volvió al ARF… aunque sin tupé // Sergio Martín
La nota discordante de la jornada la ponía Fields Of The Nephilim, un grupo de culto en toda regla, influencia reconocida de bandas como Héroes del Silencio o, en otro plano, Tiamat o Paradise Lost, aunque nunca han tenido un reconocimiento excesivamente grande. Tampoco nos las vamos a dar de grandes seguidores de la banda porque lo cierto es que no es así, pero estos datos despertaron nuestro interés por no perdernos su actuación (que coincidía, exactamente a la misma hora que 091). Su propuesta se hizo demasiado oscura y densa para los asistentes al Azkena, que no fueron en masa a ver su actuación. Era fácil llegar hasta las primeras filas. Pero la personalidad de la voz de Carl McCoy resultó embaucadora. Puede que para muchos pasara desapercibida su presencia y para otros fueran una especie de rareza, pero otros entendieron perfectamente cómo esta banda formada en Inglaterra en 1984 puede ser considerada una influencia para muchos de los que posteriormente vinieron.
La embaucadora oscuridad de Carl McCoy // Sergio Martín
Y lo dicho. Simultáneamente (en el escenario Scott Weiland), los reunificados 091, que han vuelto este año, después de dos décadas desde su último concierto en 1996. Y la verdad es que parece mentira que llevasen tanto tiempo separados porque la máquina granadina se vio que está perfectamente engrasada. Uno a uno fueron cayendo los grandes éxitos de la banda ante un público totalmente entregado que demuestra que en todo este tiempo no se ha olvidado de ellos y que esta gira era totalmente necesaria para que los que no les pudimos ver en su momento podamos hacerlo ahora. Gran concierto, profesionalidad absoluta y el reloj ya marca las 22:50 horas. Casi es la hora.
091, 20 años después // Sergio Martín
Se respira el ambiente de las grandes ocasiones, uno de esos días en que sabes que vas a tener la oportunidad de presenciar algo único, en esta ocasión, una de las mejores bandas de rock de la historia: The Who (foto inferior, por Sergio Martín). Parafernalia descomunal la desplegada sobre el escenario Lemmy Kilmister, con una sucesión de vídeos proyectados sobre un enorme panel para amenizar la espera de los que llevan un rato aguantando para que no les quiten el sitio en las filas delanteras. Cinco minutos antes de lo previsto se acaban los vídeos y la banda sale al escenario. ¡Explosión de alegría! Pete Townshend y Roger Daltrey ya están aquí. Muchos podrían pensar 
que, después de tantos años en la música, estos dos tipos estarían de vuelta de todo y que solo vendrían a cobrar y largarse. Pero nada más lejos de la realidad. Acompañados por una espectacular banda (con Zak Starkey, hijo de Ringo Starr, a la batería y el propio hermano menor de Townshend, Simon, a la guitarra), dieron un conciertazo perfecto y demostraron que los años pasan… pero no tanto. La magia de Townshend a las seis cuerdas sigue intacta y la voz de Daltrey no es aquella de los años 60 (como es lógico) pero aguanta estupendamente y, aunque al final se le vio algo fatigado demostró por qué es uno de los grandes vocalistas de la historia del rock.
Emoción contenida entre el variopinto público que llenaba el recinto ante lo que estaban presenciando. Y es que The Who es de todos, es del veterano aitite que conoció el germen de la banda allá por los 60, del padre de familia que los disfrutó a finales de los 70 y se angustió con su separación en los 80, del joven que los descubrió en los 90 rebuscando entre los viejos discos de sus padres o tirando del árbol genealógico del britpop e incluso del chaval actual que se niega a aceptar los dictados que le marcan los medios y busca alejarse del reggaeton y de todas esas mierdas. The Who es «Quadrophenia«, es «Tommy«… y también es CSI. Porque nunca es tarde para descubrirlos y llegar a ellos, sea de la manera que sea. En cuanto al repertorio, lo que nos esperábamos y lo que todos queríamos: un repaso a los grandes éxitos de la banda, un pequeñísimo resumen de más de 50 años de rock acompañados por emotivas imágenes de todas las épocas. Alegría inmensa de haber podido vivirlo.
Lejos de la parafernalia y los artificios de The Who, siempre estuvo otro grupo mítico como Ramones y en Gasteiz también teníamos la oportunidad de ver a uno de sus miembros. El incombustible Marky Ramone volvía al Azkena de nuevo para interpretar los éxitos del grupo neoyorquino. El batería ha enterrado a todos los miembros originales de la banda pero su voluntad es firme de perpetuar su legado y hacer que todo el mundo tenga la oportunidad de vivir la sensación de estar en un concierto de los padres del punk. Tras haberlo visto con varias bandas diferentes en los últimos años, la del ARF 2016 puede que fuera la más destacable, sobre todo por ese vocalista incansable que fue capaz de interpretar una exhaustiva batería de temas sin prácticamente descanso entre uno y otro.
Azkena Rock Festival 2016: CRÓNICA Y FOTOS del viernes (Hellacopters, Lucinda Williams, Danzig…)
Refused sería la banda adecuada para quien tuviera fuerzas para aguantar una descarga de lo más electrizante. Una banda que hoy en día no cabe encuadrar de una manera tan clara en el hardcore punk, aunque ese fuera su estilo originario. Y es que tienen riffs de guitarra demoledores. Tanto es así que no nos extrañó que colaran un guiño al «Reign In Blood» de Slayer en uno de los momentos de la descarga, sin que desentonara. La intensidad fue absoluta, con un Dennis Lyxzén al frente de la banda como frontman incombustible, al cual el escenario se le queda pequeño. Terminaría entre el público en «Rather Be Dead» lanzando algunos mensajes implícitos en temas como «Refused Are Fucking Dead«, «Servants Of Death» o un explícito «New Noise» en la parte final de su actuación. Adrenalina desatada para el que aún tuviera fuerzas en la recta final de festival.
Refused: The Shape Of Punk To Come (Back) // Sergio Martín
Terminada esta descarga pasamos a despedirnos del escenario Lemmy Kilmister con el último concierto que vimos este año. Con Supersuckers (foto inferior, por Sergio Martín) la cosa cambiaría completamente ya que guardaron su vertiente más enérgica para mostrar su propuesta desde un plano muy country y sureño. A esas hora y con el cansancio 
acumulado entre los asistentes tal vez se hubiera requerido de su rock más sucio y visceral, pero el caso es que los de Tucson (Arizona) hicieron disfrutar a la concurrencia, acabando por calar como la lluvia que volvía a caer después de una jornada donde el tempo había dado tregua de forma general, con temas como «Good Livin’«, «Doublewide«, «I Want The Drugs» o los finales «Pretty Fucked Up» y «Born With A Tail«, acabados siempre de la misma manera por Eddie Spaghetti: levantando su guitarra acústica y, posteriormente, añadiendo un punto y final al grito de «cha cha cha«, grito que sería lo último que se escucharía frente a un escenario por parte de los presentes, que con la lección bien aprendida no fallaron a la petición del líder de la formación americana.
Contra todo pronóstico hace unos meses, uno de los mejores Azkenas que se recuerdan (sonido o comida al margen), respaldado con un total de 30.306 personas, según datos oficiales de la organización, que ha aprovechado para avanzar ya las fechas de la próxima edición: ARF 2017 se celebrará los días 23 y 24 de junio.
