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Azkena Rock Festival

Azkena Rock Festival 2016: CRÓNICA Y FOTOS del viernes (Hellacopters, Lucinda Williams, Danzig…)

Nuestros redactores Sergio Iglesias y Antonio Refoyo nos cuentan (con imágenes de Sergio Martín) lo acontecido en la lluviosa primera jornada del ARF 2016, en la que también se pudo disfrutar de Blackberry Smoke, Vintage Trouble, London Souls, Jared James Nichols, Jean Beauvoir, Daniel Romano, Los Brazos, The Flying Scarecrow e incluso de la película «Gutterdämerung«, con Henry Rollins ejerciendo de actor en directo

Nuestros redactores Sergio Iglesias y Antonio Refoyo nos cuentan (con imágenes de Sergio Martín) lo acontecido en la lluviosa primera jornada del ARF 2016, en la que también se pudo disfrutar de Blackberry Smoke, Vintage Trouble, London Souls, Jared James Nichols, Jean Beauvoir, Daniel Romano, Los Brazos, The Flying Scarecrow e incluso de la película «Gutterdämerung«, con Henry Rollins ejerciendo de actor en directo

 

Con mucho agua (y unas 12.200 personas, según datos oficiales) se inauguró la primera jornada del Azkena Rock Festival 2016. Y nada de sirimiri, sino un aguacero persistente que heló el ambiente en Mendizabala. Pero bueno, que esto no es el parte meteorológico y que al buen tiempo buena cara. Aquí no hay excusas que valgan porque todos recordamos momentazos vividos bajo la lluvia de Vitoria-Gasteiz como el apoteósico concierto de Chris Isaak unas cuantas ediciones atrás. Así que vamos a lo importante.

 

Azkena Rock Festival 2016: CRÓNICA Y FOTOS del sábado (The Who, Radio Birdman, Refused, Imelda May, 091…)

 

Nuestra jornada comenzó con The Flying Scarecrow, quienes supieron aprovechar la oportunidad y dejarse la piel en el empeño, a pesar del aguacero y el horario tempranero (solo eran las 17:15 horas). La banda, conformada por músicos de gran nivel (ya demostrado en otras formaciones como Rise To Fall, The Descent, Space Octopus o No Drama) realizó una soberbia actuación que hizo que no pocos terminaran por mojarse y colocarse frente al escenario principal, algo que el grupo consiguió con su entrega y con sus constantes incitaciones hacia el público que en buena parte se refugiaba en una de las carpas habilitadas por la organización. Y lo consiguieron de una manera notable, con un sonido que en este caso les acompañó (aquí sí que se rompieron los tópicos para el grupo que abre la traca de un festival). Como bien recalcó su vocalista, Aimar, esperemos que la gente recuerde su nombre, porque al menos eso se lo ganaron bajo la lluvia.


Tras ellos, Jared James Nichols en el escenario Scott Weiland y, casi de manera simultánea, London Souls en el escenario David Bowie. Los segundos sonaron muy bien pero, por desgracia, pillaron a un público todavía un poco frío intentando adaptarse al contexto. A pesar de ello, el dúo neoyorquino cumplió con creces y los fans que se encontraban a sus pies disfrutaron de un concierto enérgico y muy muy trabajado. Nichols, por su parte, se encargó de recoger a todo aquel que llegaba al festival a estas aún tempranas horas (no eran ni las 18:00 horas cuando arrancó su show) y se encontraba a pocos metros de la entrada con un rock & roll muy clásico y fresco, muy del gusto del seguidor azkenero por excelencia. Así, no fue poca la gente que se arremolinó frente al tercer escenario para disfrutar de canciones de las que hacen mover los pies y las caderas casi sin darte cuenta. Su trayectoria no es muy larga, pero el caso es que sus canciones rezuman esencia muy tradicional, adquiriendo un sabor tan clásico que prácticamente resultan atemporales desde su nacimiento para disfrute de todo amante del rock & roll. Él mismo se definió: «It’s only Rock & Roll«. Y así lo plasmó en temas como «Baby You Can Feel It» o «Playin’ For Keeps«, de los que sin buscarle tres pies al gato y con la sencillez de una formación de trío resultan de lo más efectivos.


hellacopters espaldas_arf2016_sergiomartin_bifmLa vuelta de Hellacopters // Sergio Martín


Y de oca a oca nos fuimos raudos y veloces al escenario 1 (bautizado este año con el nombre del gran Lemmy Kilmister, de Motörhead) para ver una de las propuestas más interesantes del cartel de este año: el canadiense Daniel Romano. No quqremos aburrir con el temita de la lluvia pero es increíble lo que influye para que un concierto se disfrute más o menos, sobre todo por parte del espectador, porque la verdad es que Daniel Romano y su banda dieron una lección de profesionalidad y de maestría interpretando temas deudores del country más clásico adaptado a estos tiempos e hizo a muchos atreverse a salir de la carpa por primera vez en el día.


Llegaba el momento de volver al escenario David Bowie para disfrutar de Vintage Trouble y su ya bien conocida mezcla de blues, soul y rock & roll. Con los músicos trajeados su propuesta es visualmente muy llamativa y si ya cuentan con un frontman de la categoría de Ty Taylor, que se hace protagonista desde que entra a capella con «High Times«, el éxito directo está garantizado. Uno se podría imaginar este tipo de bandas en blanco y negro hace 40 o 50 año, pero lo cierto es que Vintage Trouble viene funcionando tan solo desde 2010. Una vez mñas, se llevaron al público de calle gracias a su adictiva música y a un vocalista que domina las tablas por completo, que en seguida atrapa las miradas del personal con sus movimientos y sus continuas incitaciones para hacer a los presentes partícipes de la descarga. Un ejemplo fue «Pelvis Pusher«, donde intenta contagiar sus movimientos entre los asistentes, o «Run Like The River«, donde acaba nadando sobre las cabezas del respetable. Toda una figura que ejemplifica cómo la música en vivo es mucho más que plasmar unas canciones y que el componente visual es también muy importante. A la postre serían uno de los grupos más destacados del día, como siempre que participan en un festival.


Desde hace unos cuantos años se vienen produciendo unos solapes que antaño (cuando solo había dos escenarios) no se producían. Y, a veces, duelen bastante, claro. Por suerte, pudimos desdoblarnos para ver, por un lado, a los bilbaínos Los Brazos y, por otro, a uno (otro) de los grandes nombres internacionales del ARF este año: Lucinda Williams. Eran las ocho y pico de la tarde.


Quienes se decantaron por Los Brazos no se arrepintieron (y no por demérito de Williams, desde luego). Los vizcaínos hicieron una actuación que pudo superar en sensaciones a las principales propuestas de la noche. Fueron bastantes los que se acercaron al tercer escenario para disfrutar de la intensa descarga del trío, que venía con las canciones de su tercer LP (el recomendable «Gas«) bajo el brazo (valga la redundancia). El grupo ayudó a calentar una noche que comenzaba a ser ya, además de húmeda, bastante fría. Esto último no pilla por sorpresa en la capital alavesa. Sin embargo, todo eso queda en un segundo plano cuando tenemos a una banda de la categoría y la autenticidad de Los Brazos.


lucinda williams_arf2016_sergiomartin_bifmLucinda Williams, en clave rockera // Sergio Martín


Por su parte, Lucinda Williams, a menudo denominada como una de las grandes damas del folk, en esta ocasión se convirtió en gran dama del rock, endureciendo su repertorio y dando una gran importancia a la banda, especialmente a su guitarrista, que se convirtió en la inesperada estrella del espectáculo. No obstante, y a pesar de ser un setlist más experimental que en otras ocasiones, la de Luisiana es muy muy buena y sabe perfectamente en qué momento tiene que tocar la tecla para ponernos los pelos de punta y el corazón en un puño. Tal vez fue un concierto menos intimista de lo que esperábamos pero esto es el Azkena ROCK y ella lo sabía, así que, como regalo de despedida, ofreció una versión del «Rockin’ in the Free World«, que retumbó en todo Vitoria. Hasta pronto, Lucinda. Después de esto nueva decisión: ¿Jean Beauvoir o Blackberry Smoke? Pues ambos, claro.


jean beauvoir_arf2016_vertical_bifmJean Beauvoir (imagen de la izquierda, por Sergio Martín) era uno de los que podía dar la sorpresa. Pese a no tener un nombre muy reconocido entre el público, es uno de esos hombres en la sombra que ha trabajado con innumerables bandas de renombre como The Pasmatics, Kiss o Ramones, aparte de lo hecho con Crown Of Thorns o Voodoo X. Vimos a un músico dominando la escena y enganchando con su hard rock de corte ochentero aunque con pinceladas muy actuales. Hubo temas de Ramones, facturados de una manera mucho más hard rockera, que quedaron bastante redondos, al igual que el final con el «Rock & Roll» de Led Zeppelin. Puso una chispa muy especial con su pintoresca propuesta y temas llenos de gancho.


Los de Atlanta, sim embargo, quizá decepcionaron un poquito. Pero no por ellos, que la verdad es que tocan muy bien, sino porque siendo muy buenos, no ofrecen ninguna sorpresa, ya que es la misma propuesta musical (e incluso estética) basada en el rock sureño de Black Crowes que tantas veces hemos visto sobre estos escenarios. Además, la banda sufrió algún que otro problema de sonido que, por desgracia, se está convirtiendo en algo habitual en el festival en los últimos años. Pero bueno, al César lo que es del César: Blackberry Smoke son un grupo muy bueno que incluso se atrevió a versionar a Bob Marley, pero a estas alturas nos hemos vuelto demasiado exigentes y queremos algo más.


blackberry smoke_arf2016_sergiomartin_bifmBlackberry Smoke // Sergio Martín


Hora de la cena y momento para ver a uno de los cabezas de cartel. Los Hellacopters o la gran jugada maestra de la organización, a quien, sin querer, quizá le vino de perlas el tropezón de Bobby Gillespie y la consiguiente baja de última hora de Primal Scream. Y es que no pocos opinaron que la banda escocesa parecía que había sido metida con calzador en el cartel del Azkena mientras que los suecos son uno de los grupos favoritos del público «tradicional» del festival vitoriano. Así que, a pesar de haber entrado de rebote, la gente estaba encantada de poder disfrutar de la reunificación del grupo escandinavo.


hellacopters arf2016_vertical_sergiomartin_bifmY, claro, Hellacopters (imagen derecha, por Sergio Martín) dieron una lección magistral de cómo se ejecuta este rock salvaje, sucio y directo que en su momento inventaron MC5 o The Stooges. Pareció mentira que llevaran ocho años separados, incluso más si tenemos en cuenta que los que vimos en Mendizabala son todos los miembros originales de la banda que empezaron en 1994 y que debutaron hace 20 años con su primer disco, «Supershitty to the Max!«. Precisamente, para conmemorar las dos décadas de este álbum, los suecos tenían decidido hacer un único concierto de reunión en el Sweden Rock Festival, así que lo que ayer se vivió en el escenario Lemmy Kilmister fue algo único y muy especial que, seguramente, no se volverá a repetir. Aparte de todos estos detalles relacionados con la cita, decir que fue un CONCIERTAZO (así, en mayúsculas) y que estuvieron inmensos como siempre, demostrando estar en una forma excelente. Por el bien de todos, deberían pensarse eso de limitar a dos únicas fechas esta reunión porque todo el mundo debería tener la oportunidad de ver a Hellacopters por lo menos una vez en la vida.


Pero poco nos duró la alegría, porque lo de Danzig en el escenario David Bowie sí que podemos tacharlo sin tapujos de decepcionante. Era una de las propuestas más duras del día, con lo que los que buscaran algo más cercano al metal estarían con ganas de apreciar la oscura propuesta del ex de The Misfits. Sin embargo, un sonido completamente descompensado, su estado vocal llamativamente flojo y una banda que tampoco es que fuera deslumbrante en ejecución nos dejaron a cuadros pensando si esto es habitual en sus conciertos. La presencia de Tommy Victor (Prong) en la guitarra prácticamente pasó desapercibida. No luce el guitarrista demasiado, como quedó claro en la bastante desangelada versión de «N.I.B.» de Black Sabbath. Pero tampoco es que resultaran para nada finas las interpretaciones de temas como «SkinCarver«, «Hammer Of The Gods» o «Am I Demon«. Solo podríamos destacar los momentos de los clásicos de su debut de 1988, «Twist Of Cain» y «Mother«, en la recta final de actuación, pero no los salvan de la hoguera de una actuación para el olvido.


UN FINAL DE CINE


La película «Gutterdämerung» tampoco respondió a las expectativas, aunque da para diversidad de opiniones. Pero de forma general se percibió bastante frialdad, cuando no pasotismo por parte de quien a los pocos minutos se retiraba a descansar, entre el público que a las 2 de la madrugada se presentó ante la gran pantalla del escenario Lemmy Kilmister con curiosidad por ver esta mezcla de música y cine. El resultado visual es espectacular, conjugando la imágenes de la pantalla con la banda que interpreta en directo los temas, músicos todos ellos de una calidad incuestionable, y con actores en vivo que se conjugan con los propios personajes de la película. Contamos en este aspecto con la presencia de Henry Rollins (Black Flag), aunque, eso sí, exclusivamente en el papel de actor.


gutterdammerung arf2016_sergio_martin_bifmHenry Rollins en el ARF 2016 // Sergio Martín


Lo cierto es que la película no es muda como se anunció, sino que cuenta con diálogos entre las canciones que hacen algo lento el desarrollo y embajonan bastante al personal que, sin embargo, reacciona ante las interpretaciones de Sabbath, Motörhead, Slayer, Zeppelin… que la banda interpreta a lo largo de la proyección. Eso sí, quizá habría sido mucho más acertado crear canciones acordes al argumento y no encajar de una u otra manera unos clásicos sin continuidad y de manera fraccionada que nunca acaban de llenar al público.


No dejó de ser llamativa la aparición en la película de Tom Araya, Lemmy Kilmister, Iggy Pop, Josh Homme…, pero, a la larga, el filme se queda en algo más curioso que de resultado verdaderamente redondo, por no mencionar su argumento, sin pies ni cabeza. Sin duda, todo esto ha llevado mucho trabajo, como Rollins comentó al finalizar el espectáculo. Nos quedamos con esa idea, con la espectacularidad de las imágenes, con una banda de un nivel impresionante y con ese homenaje final a Kilmister en el escenario que llevaba su nombre y donde pudimos verlo como protagonista en esta curiosa propuesta con la que despedimos la primer jornada del Azkena Rock Festival 2016. Por delante, una segunda jornada realmente prometedora con nombres y leyendas como Radio Birdman, Imelda May, The Scientists, Supersuckers y sí: The Who. Casi nada.



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