Hablamos con Carlos Tarque y Ricardo Ruipérez, vocalista y guitarrista de la banda murciana, una de las participantes en Azkena Rock Festival 2013. Sobre el festival, su actual gira, la trayectoria del grupo, la popularidad y los planes de futuro versa nuestra charla, la cual puedes leer (obra de Joseba Vegas) y ver en vídeo (obra de Jone Novo)
M Clan llevan 20 años en activo, pues la banda se fundó en marzo de 1993. De la formación original solo quedan Carlos Tarque (voz) y Ricardo Ruipérez (guitarra), quienes han grabado juntos un total de 10 álbumes (8 de estudio más un recopilatorio y un disco en directo -el muy importante «Sin enchufe«, de 2001, el cual dejó éxitos inéditos como «Carolina«-). Actualmente, se encuentran en plena gira de presentación de «Arenas movedizas«, el trabajo que editaron a finales de 2012, una gira que los lleva hasta Vitoria-Gasteiz, a Azkena Rock Festival 2013, evento que aprovechamos para charlar un rato con el núcleo duro del (en directo) quinteto.
Queda cosa de una hora para que la banda salga al escenario Kevin Ayers, el principal en esta décimo segunda edición del ARF, y se nota el nerviosismo. Todos los componentes de M Clan entran y salen de camerino, sin objetivo aparente. Coki Giménez aprovecha para calentar con sus baquetas, a pesar de que sus redobles golpeen una batería imaginaria. Iván González (bajo) y Prisco Priscus (guitarra solista) charlotean mientras tanto, de manera animosa. Hay nervios, sí, pero se respira buen ambiente. Nos reciben Tarque y Ruipérez, nos sentamos frente a frente y comienza la entrevista.
Que a M Clan les encanta la idea de actuar en el Azkena no nos sorpende. De hecho, hemos podido ver a los músicos disfrutando del festival en ediciones precedentes, como público. Además, este año actúan (tras ellos y en el mismo escenario) The Black Crowes, una de las mayores influencias de los murcianos, acérrimos seguidores del rock sureño de los hermanos Robinson. «Si están los Black Crowes, nos da igual lo demás«, afirma Tarque. «Es una de nuestras tres bandas favoritas«, admite Ruipérez. Así las cosas, ambos se declaran «cómodos en este tipo de sitios«, como no podía ser de otra manera.
La banda acaba de cerrar una trilogía con su último LP, el cual vendría a complementar esa dupla previa formada por «Memorias de un espantapájaros» (2008) y «Para no ver el final» (2010), trabajos con los que regresaron a terrenos más rocanroleros, más genuinos si prefieren, alejándose de la fórmula anterior, la que trajo consigo el mayor índice de popularidad del grupo, a finales de la década de los 90 y en el arranque de los 2000. Tarque no parece muy conforme, de entrada, con que su última entrega conforme la citada «trilogía«, pero lo reconoce, finalmente. «Sí que lo es, son tres discos conectados entre sí, sucesivos, tienen que ver uno con otro y son una etapa«, dice al respecto. Tras ella, se sabe ya que habrá un pequeño «paréntesis» con un disco en directo, nos avanzan.
RECORDANDO EL ÉXITO MASIVO
Cuando un grupo factura un sonido que podemos tildar de «clásico«, y con influencias tan claras y marcadas como en el caso de M Clan, está claro que el factor sorpresa no juega a su favor. No queda otra que facturar buenos temas. «Cada vez es más difícil hacer canciones«, asegura el guitarrista. «Ponemos mucho empeño en componer canciones buenas. Cada vez cuesta más, porque llevas 20 años, te repites y hay que intentar evitarlo, así que necesitas tiempo para componer«, añade. «Y grupos que copiar«, aporta el cantante.
Respetados dentro del circuito rockero, hubo un tiempo, coincidente con el éxito masivo de discos como «Usar y tirar» (gracias a singles como «Llamando a la Tierra» y «Quédate a dormir«, rotundos éxitos en las radiofórmulas españolas), en los que cierta parte de su público les dio la espalda, mientras la popularidad del grupo crecía y sus trabajos alcanzaban la distinción de platino. Pero Tarque lo tiene claro: «Si no hubiera habido esa etapa, M Clan no existiría. Un grupo necesita que le sucedan cosas, aguantar muchos años en el underground es difícil, aunque hay gente que lo hace. Para nosotros fue una necesidad artística, no necesariamente empresarial o económica. Hicimos discos que gustaron al gran público y estoy encantado. Parece que hay una demonización de esa etapa, pero para nosotros fue muy importante. Si no, seguramente no estaríamos aquí y tendríamos curros de mierda«.
¿Y ahora? «Estaremos de gira hasta octubre, ahí pararemos y el año que viene grabaremos el disco en directo, en primavera o así, para salir en septiembre. El tiem polibre lo usaremos para componer, que es lo que hay que hacer, componer mucho«.
