Hablamos con el máximo responsable del encuentro internacional de Industria Musical que se celebra desde 2013 en Bilbao y desde 2022 en Bogotá (Colombia) ante su inminente 10ª edición en suelo vizcaíno, dividida en BIME Pro (foro) y BIME Live (conciertos)
Julen Martín es un currela del rock y no solo porque durante muchos años compaginara bandas como Simca o la organización del ciclo de conciertos «Bederatzietan» en el Centro Cívico de Basozelai, en Basauri, con la conducción de vehículos pesados, el que fuera el verdadero trabajo de este Licenciado en Económicas y fan de Fugazi.
Inasequible al desaliento, después llegarían otros grupos (los más recientes Señores) y otros muchos bolos montados (enrolado en la pequeña promotora independiente Nunca Más!), antes de dejarlo todo para dedicarse a tiempo completo a la música, con el consiguiente salto a Last Tour, una de las principales empresas de eventos del país, responsable de festivales como Bilbao BBK Live, Azkena Rock Festival o el reciente Cala Mijas.
Director de BIME desde 2019, año en el que fue codirector tras un par de ediciones en las que ya trabajó en este foro profesional y festival musical bilbaíno, Martín se enfrenta estos días a la celebración de su 10º aniversario, el cual tendrá lugar del miércoles 26 al viernes 28 de octubre en el Palacio Euskalduna, en el caso de BIME Pro, extendiéndose al sábado 29, en el caso de BIME Live (con 70 artistas repartidos por diferentes salas y recintos al aire libre).
Hemos hablado con él.
70 artistas en BIME Live, casi todos gratis y tanto en salas como en recintos al aire libre. Un cambio de formato que mezcla lo que era BIME City con Hirian, los conciertos de calle de Bilbao BBK Live.
Hemos dejado de tener tantas marcas y dejarlo en BIME Pro, que es la parte profesional, y limitar la parte de música en directo a BIME Live. Es que antes estaba City, pero luego están los Premios Fest, los Equity, hay proyecciones de documentales… muchas cosas que, si las separamos con tantos nombres, complican la cosa. Se agrupa todo bajo dos marcas.
Pero habéis variado el concepto de BIME Live. Ya no es un festival de dos días en un sitio concreto y con grandes cabezas de cartel.
Al final hemos repensado el concepto de BIME y, aunque quizá para el público general la parte más conocida es la del festival, el mayor crecimiento y desarrollo del evento se ha dado por la parte profesional. Antes eran dos conceptos muy diferenciados. Ahora tiene más unidad. Los profesionales tienen muchos artistas que descubrir y el público, también.
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BIME nació impulsado por la Diputación, como un buen evento para el BEC, pero ahora ha salido de ahí y ya no importa tanto el continente, como el contenido. ¿Dirías que ahora es la propia industria quien lo reclama?
Eso es. Se ha convertido en un evento importante que siempre hemos hecho de la mano de la industria y de las asociaciones sectoriales, en colaboración. El asistente lo siente también suyo, porque participa activamente en la creación del programa. Trabajamos con decenas de instituciones, asociaciones, managers, artistas, salas… la gente lo ha sentido como suyo y ha crecido muchísimo.
Es curioso, porque, viéndolo desde fuera, el público podrá pensar que BIME se ha encogido, cuando, según cuentas, es todo lo contrario.
Se ha convertido en referencia para el profesional de la industria musical. Estamos hablando de unos 3.000 asistentes presenciales, con perfiles profesionales, procedentes de más de 45 países. La parte Live está ahora presente en toda la ciudad, en las salas que apoyan la música todo el año, la gente lo tiene a mano.
Una de las críticas recurrentes a los grandes festivales es que no ayudan a dinamizar la programación de una ciudad, la escena, el circuito de salas.
Claro. Pero, fíjate que quien critica que los festivales monopolizan todo durante el año, puede ser la misma persona que ahora critica que no hagamos un festival grande de dos días y que hagamos conciertos gratuitos en salas durante cuatro días. Ahora hay un festival al uso menos y hay un formato que impulsa la escena local, el talento emergente y otra manera de disfrutar de la música. Para quien le gusta mucho la música yo creo que es lo ideal: las salas, los escenarios pequeños, estar cerca de las bandas.
Y hablamos de salas muy cercanas entre sí y de un montón de artistas de géneros muy diferentes. Se puede ver mucho y muy diferente en muy poco tiempo y espacio. El año pasado hicisteis una programación en el Bilbao Arena volcada en la escena urbana, pero ahora habéis vuelto a abrir el abanico.
Eso es. La línea editorial de BIME se resumen con «Descubre el nuevo talento», no va por estilos. Va por bandas que están haciendo cosas interesantes, a nivel mundial, porque hay representantes de un montón de países.
¿Cómo ha sido el salto a Latinoamérica? ¿Cómo fue la primera edición en Colombia? ¿Qué puede aportar BIME al panorama latinoamericano y viceversa?
Uno de los principales objetivos de BIME es ser puente entre la industria musical de ambos lados del charco, pero faltaba una pata. Con BIME ya asentado en Bilbao, había que estar al otro lado y Colombia es un país alucinante, productor de grandes artistas mainstream, pero también con una red de talento más underground con mucho color y movimiento. Bogotá es además «Ciudad de la música» por la UNESCO y está muy bien situada para acudir desde diferentes países del continente. Eso, acompañado de los socios que tenemos allí, hizo que nos decantásemos por esa opción. La primera edición salió mucho mejor de lo que esperábamos y eso da mucho aliento para seguir adelante. Va a servir para tener un foro para la industria y para el público. Un lugar de encuentro, como aquí.
¿Cómo es eso de recibir en tu casa a tantos profesionales del sector, incluidos muchos que son competencia directa? Last Tour es una de las principales promotoras de conciertos y festivales del país, habrá muchos ojos encima.
Sí que es verdad que desde hace dos o tres años lo hacemos desde la fundación Industria Creativa, ya no es un evento de Last Tour como tal, pero sí que es verdad que cuando organizas algo a lo que va a venir toda la industria, tienes que ponerle el máximo mimo. Lo que buscamos es tratar a los asistentes igual que queremos que nos traten a nosotros cuando vamos a algún sitio. Queremos que el que viene a hacer negocios tenga un sitio cómodo y acogedor donde hacerlos, que el que viene a aprender tenga un buen programa de charlas… Es un proyecto hecho con mucho esmero y trabajado durante todo el año.
La industria ha cambiado mucho en la última década, anda que no han pasado cosas a todos los niveles… Por lo que hablamos de una adaptación continua, ¿no? No vale una idea preconcebida ni un formato cerrado.
Tienes que estar siempre al día y no te puedes dormir. Hay que ir adaptándose a los tiempos, ver lo que pasa en la industria, con las tendencias, hacia donde va el sector… por eso también siempre tenemos esa parte de innovación, con las startups, o la parte del campus… no hay que perder de vista el talento que viene ni a la gente interesada en este mundillo. El campus tiene mucho éxito y le hemos dado muchísima importancia. Pocos sitios te permiten formarte y conocer de primera mano a los profesionales y estar con ellos.
Se mezclan profesionales con décadas de experiencia y jóvenes que buscan iniciarse. Es algo intergeneracional, pero, ¿cómo es el asistente tipo?
Tenemos muchos perfiles… hay mucho manager; cada vez más artistas, que cada año tienen más inquietud por la industria y buscan saber cómo gestionar su carrera; tenemos muchísimos festivales, unos 300, que es un gran número; y lo que más está subiendo tiene que ver con música grabada. La música en directo ha sido lo que más ha crecido, pero ahora le toca a lo grabado, con todo lo relacionado con streaming, distribución digital, sincronizaciones para el mundo audiovisual, derechos editoriales, etc. Cada vez vienen más sellos discográficos y editoriales, que antes venían tímidamente. El rango de edad va de los 18 a los 70 y pico. Tenemos todo el espectro.
¿Qué proyectos concretos podrías decir que han salido de BIME?
Me pillas un poco en blanco ahora mismo, pero un dato muy importante es que nuestro encuentro de startups, que comenzó hace 9 años, ha visto como todas se mantienen en pie, creo que menos una. Luego hay muchas uniones de personas que se han conocido en BIME. Han surgido podcasts con gente que se conoció aquí, hay ponentes que después han sido contactados para trabajar en diferentes proyectos y nosotros mismos contamos con gente trabajando que fueron alumnos del campus, el cual arroja unos datos que hablan de un 50% de asistentes trabajando en la industria musical. También hay mucha gente de aquí que ha cerrado giras por Latinoamérica, etc. Nos van contando cosas y no las recogemos, pero tendremos quizá que hacerlo, porque estaría bien recopilarlo todo. Está claro que se hace negocio, porque venir a Bilbao no es barato y la gente vuelve cada año.
Por último: ¿Qué destaca o que le ilusiona más al Director de BIME tanto de la programación Pro como de la parte Live?
En la parte Pro hay muchos ponentes muy importantes que me daría mucha pena si me dejo fuera a alguien, pero a nivel personal me ha hecho mucha ilusión poder traer a Rebeca León (CEO de Lionfish y manager de Rosalía y Ozuna, entre otros) y a Afo Verde (presidente y CEO de Sony Music Latin-Iberia), porque llevamos muchos años detrás de ellos. Ha sido un subidón conseguirlo. En la parte Live… he estado escuchando últimamente a N. Harden, desde Colombia, que se escapa un poco de lo que suelo escuchar y está muy bien; Shego también… y bueno, La Élite me flipan, estoy enganchadísimo.
Más información sobre BIME Pro y BIME Live 2022 en www.bime.org.