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Estaciones Sonoras

Menestra intergeneracional: Crónica Estaciones Sonoras Primavera 2024

Así nos fue por Cascante (Navarra) en la edición primaveral de Estaciones Sonoras, con Amaral, Tarque, Zigarros, Cala Vento, Sexy Zebras…

Tarque // Estaciones Sonoras
Los pasados 10 y 11 de mayo se celebró en Cascante (Navarra), la edición primaveral de Estaciones Sonoras 2024, con Amaral, Tarque, Los Zigarros, Cala Vento, Sexy Zebras, La Perra Blanco… Te hablamos de cómo fue esta intergeneracional menestra musical

(Imágenes cedidas por Estaciones Sonoras. Cuerpo de fotógrafos: Pablo Gómara, Mavi Escribano, Juan Falces y Carlos Osés)

VIERNES 10 DE MAYO

La primavera llegó a tiempo para que Cascante la recibiese como mandan los cánones, con una nueva edición de Estaciones Sonoras. Desde por la mañana el pueblo lucía un aspecto increíble y como siempre los vecinos de la localidad se volcaron con su festival. Con el objetivo de vertebrar a la sociedad cascantina, el festival preparó actividades en busca de la unión de mayores y pequeños. De este modo, los niños del colegio Santa Vicenta María pudieron disfrutar de las pruebas de sonido de Los Zigarros y Sexy Zebras. También elaboraron vinilos con los que identificar el camerino de cada artista y hasta una mascota para el festival.

Para inaugurar el programa oficial se llevó a cabo una exposición fotográfica en la casa Dupla con las mejores instantáneas tomadas a lo largo de los más de 10 años de Estaciones Sonoras. De ahí, al escenario Ámbar donde el público se fue agolpando merced a la propuesta gastronómica llevada a cabo en los prolegómenos de los conciertos, con reputados chefs elaborando pinchos en honor a los músicos que iban a reventar el patio del colegio antiguo de Cascante.

Estaciones Sonoras

La Perra Blanco // Estaciones Sonoras

La edición primaveral de las Estaciones Sonoras de Cascante ha otorgado un especial protagonismo al Rock and Roll y eso se ha notado desde el primer momento. La Perra Blanco abrió el escenario con toda una declaración de intenciones. Acompañada de unos músicos excelentes, la gaditana hizo las delicias del respetable con temas tan celebrados como «It’s Fun But It’s Wrong». Lo cierto es que el patio del antiguo colegio de Cascante nunca había lucido un aspecto tan magnífico a tan tempranas horas y eso en parte se debió al buen hacer de la banda, que además tuvo el honor de inspirar un pintxo elaborado por Verónica Montespier del Restaurate La Huerta de Chicha de Pamplona.

Con las gargantas preparadas, hacía su acto de presencia Carlos Tarque. El murciano (aunque nacido en Chile), dio una lección de actitud y mostró un estado de forma envidiable. Alejado del estilo más melódico de M-Clan, con su proyecto más personal demostró que el rock and roll está más vigente que nunca. Temas como «Donde nace el R&R» sonaron con una inusitada fuerza, dejando palpable el despliegue vocal de un Tarque que estuvo acompañado por la brillante Asociación del Riff. Un concierto que también pudo saborearse, gracias a la creación de Sergio Lerga del Restaurante La Vieja Iruña de Pamplona, quién quiso homenajear la fuerza que imprime Tarque a sus canciones.

Tarque // Estaciones Sonoras

Gastronomía y música van siempre ligadas en Estaciones Sonoras. Pero está claro que el plato fuerte de la noche del Viernes no eran otros que los valencianos Los Zigarros. Los hermanos Tormo hicieron parada en su gira «Acantilados», si bien su actuación en Cascante se sustentó principalmente en los temas más clásicos de su discografía. El inicio con «Aullando en el desierto» y «No Pain No Gain» pronto dio paso a himnos del rock and roll como «Resaca», «Dentro de la ley», «Apaga la radio» o «¿Qué demonios hago yo aquí?» Como anécdota del concierto, Ovidi dedicó la canción «Barcelona» a su pareja, Maika Makovski, a la cuál conoció en Cascante en su anterior actuación hace 3 años y desde entonces no se han separado. Un espectáculo que fue de menos a más y en el que el grupo derrochó una energía y un ruido sin parangón en el panorama patrio actual.

Los Zigarros // Estaciones Sonoras

El power trío madrileño Sexy Zebras volvía a Cascante tras su actuación en las fiestas de la juventud doce años atrás. Poco queda ya de aquella banda, cuyo sonido ha alcanzado una madurez propia de las grandes bandas del rock patrio. El inicio con «Bailaremos» fue simplemente demoledor y marcó la pauta de un concierto que probablemente fue el más ambientado de la jornada de viernes. El respetable cascantino se volcó con los «Putos Sexy Zebras» y coreó todos y cada uno de sus temas. «Nena», «Quiero follar contigo» o «Amanecer galáctico» sonaron atronadoras e incluso hubo tiempo para deslizar que la canción «El fugitivo» se compuso en honor a un ilustre vecino de la localidad. El final con «Tonterías», donde la banda bajó al foso a cantar con el público, es ya historia del festival. La jornada se cerró con una sesión DJ de Brian de Calma, 50% de EstereoBrothers.

Sexy Zebras // Estaciones Sonoras

SÁBADO 11 DE MAYO

El carácter intergeneracional de este ciclo volvió a quedar de manifiesto desde el inicio de la jornada reina. Desde las 11 de la mañana, la Yayacleta, una bicicleta en la que voluntarios de Cruz Roja pasearon a personas de movilidad reducida por la localidad para poder disfrutar del ambiente tan fantástico que se genera. Cruz Roja también consiguió que los más veteranos del lugar también colaborasen en el Free Tour Solidario en el que miembros de Radio Cierzo y Vicus enseñaban a los visitantes los más de 2000 años de historia de la Ciudad Ribera. De este modo el tour contó con las anécdotas de los miembros más veteranos de Cruz Roja, que aprovechaban también para corregir al joven guía cuando ofrecía algún dato inexacto. El tour fue salpicado con fotos antiguas de la localidad y vivencias de trabajadoras del textil, que hizo que Cascante fuese una ciudad singular en cuanto al empoderamiento femenino en comparación con localidades vecinas.

Finalmente, y para mostrar que la música ha sido históricamente parte clave de la cultura y el turismo local, los visitantes pudieron visitar la antigua Pista Avenida (hoy Centro Cultural) donde un matrimonio recordó cómo se conocieron en el baile, así como los sentimientos que les evoca ese templo de la música yeyé.

Actividades para todos // Estaciones Sonoras

En paralelo, los más pequeños disfrutaron del teatro de títeres «Orejita, orejita» de la mano del Colectivo Humo. Todos juntos, niños y mayores se trasladaron a continuación a la Plaza de los Fueros para disfrutar de una nueva jornada de conciertos y de una exquisita Paella Solidaria con el fin de ayudar a la Asociación Navarra de Autismo (ANA). Allí también estaban los compañeros de Villa Javier, recibiendo las donaciones de alimentos de todo aquel interesado en colaborar.

Todo un acierto contar con el rap rural de la multidisciplinar Bewis de la Rosa. Una performance que unía baile, canto y muchas dosis de humor, así como un constante carácter reivindicativo. La mezcla de estilos se hizo palpable con una plaza entregada, que terminó bailando cumbia, haciendo una conga gigante o hasta realizando un “pogo manchego” en forma de macro jota. Esta liturgia pagana culminó con el reparto de agua en un comunal botijo. Toda una fiesta donde la sabiduría popular y las tradiciones se unían con un carácter transgresor, una nueva muesca del carácter intergeneracional que siempre persigue el ciclo cascantino.

Después de comer, para facilitar la digestión de la paella, el público volvió a congregarse en torno al escenario #YoComproenCascante para bailar con el neorockabilly de La Vil Canalla. Una actuación que al igual que la anterior tuvo un carácter performativo, con los músicos llegando al escenario en motos clásicas al más puro estilo Ruta 66. El público no dejó de bailar con un grupo que lo dio todo y se tocó muchos temas en la pista de baile. La paella quedó amenizada con la brillante selección musical de la DJ Ana Snow y la tarde se cerró con una magnífica sesión de DJ Zoe, quién también se encargaría de abrir y cerrar el escenario Ámbar, junto con David Van Bylen en este último caso.

David Van Bylen // Estaciones Sonoras

La particular mezcla de estilos por la que apuesta el ciclo navarro no cesó y es que el primer concierto en el patio del colegio antiguo corrió a cargo de los pamploneses Jo & Swiss Knife, que más bien pareciera que vienen de la América profunda. Su folk rural abrió boca para lo que se venía encima. Para muestra el pintxo «Primavera Sonora» que el chef Leandro Gil del restaurante La Biblioteca dedicó a la banda vecina.

También con pintxo en su honor, en este caso «Pelotazo Punk» del chef Ander González del restaurante Astelena de Donosti, los catalanes Cala Vento desataron un auténtico torbellino. Las canciones de su último álbum «Casa Linda», maridaron a la perfección con temas de trabajos anteriores como «Isla desierta» o «Abril», incluso con una maravillosa versión del «Del Montón» de Sr. Chinarro. Un público extasiado que disfrutó de la maestría de Aleix y Joan que con dos instrumentos suenan como si de un ejército se tratara. No obstante, los temas más coreados fueron los últimos lanzamientos de la banda de l’Empordà como «Teletecho», «Ferrari», «23 semanas», «Tu lugar», «Pasar pantalla», «Equilibrio», «No hay manera» o «Conmigo», con el que cerraron el concierto subiendo a un infante que portaba una recreación gigante de la icónica «Casa Linda» de su más reciente álbum.

Cala Vento // Estaciones Sonoras

El punto álgido, el culmen a estos dos días de rock y amistad fue el concierto de Amaral. No sabemos si el más multitudinario de la historia del ciclo cascantino, pero sí el que más apretado se vio al público. Juan Aguirre y Eva Amaral dieron una auténtica lección técnica y su concierto combinó un sonido depurado hasta decir basta con unos visuales espectaculares. El público se volcó desde la primera nota y acompañó el impoluto despliegue vocal de una entregada Eva con un masivo karaoke. Y es que el repertorio de los zaragozanos fue un absoluto compendio de himnos con los que celebrar sus más de 25 años en la carretera. El inicio fue sobrecogedor con «Sin ti no soy nada» y la tensión no decayó sino que fue en aumento. «Resurrección», «Cómo hablar», «Toda la noche en la calle», «Moriría por vos», o «Días de verano» se fueron sucediendo sin solución de continuidad, dirigidas por un magnífico Juan, que se mostró visiblemente emocionado ante la visita de sus familiares, procedentes de la vecina localidad de Malón.

El sprint final a esta maravillosa actuación vino con la potente «Revolución» y la coreadísima «Marta, Sebas, Guille y los demás», donde se vieron varios corrillos de amigos abrazados en emocionante comunión. El broche de oro a una edición que vuelve a dar buena muestra del perfecto estado de salud de la gastronomía y cultura de la Ribera Navarra donde los mayores volvieron a disfrutar en la jornada del domingo de un homenaje a Mocedades a cargo del coro de Tudela Joaquín Gaztambide. En verano… más.

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