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FIB 2015: CRÓNICA y FOTOS del viernes 17 de julio (Prodigy, Noel Gallagher, GYBE, Jamie T, La Bien Querida…)

Segunda jornada del Festival Internacional de Benicàssim, en la que también vimos en directo a Palma Violets, Nudozurdo, Elsa de Alfonso y Los Prestigio y Ley DJ, entre otros. Mucho más público que en la jornada inaugural, con un recinto a rebosar como en los tiempos gloriosos del festival. Nos lo cuentan Joseba Vegas, Manuel Mataix y Javier Santamaría, con fotos de Pau Bellido

Segunda jornada del Festival Internacional de Benicàssim, en la que también vimos en directo a Palma Violets, Nudozurdo, Elsa de Alfonso y Los Prestigio y Ley DJ, entre otros. Mucho más público que en la jornada inaugural, con un recinto a rebosar como en los tiempos gloriosos del festival. Nos lo cuentan Joseba Vegas, Manuel Mataix y Javier Santamaría, con fotos de Pau Bellido

 

CRÓNICA Y FOTOS jueves 16 JULIO: Florence, Crystal Fighters, Clean Bandit, DMA’s… FIB 2015

CRÓNICA Y FOTOS sábado 18 JULIO: Blur, Los Planetas, Kaiser Chiefs, Hinds… FIB 2015

OPINIÓN: El FIB ha vuelto, ¡larga vida al FIB! (por Joseba Vegas)

 

En nuestra crónica del jueves no hicimos ningún comentario en torno a la afluencia de público (tras haber augurado un gran éxito de convocatoria en este 21º Festival Internacional de Benicàssim) ya que la jornada inaugural contó con menos escenarios y una programación acortada con respecto al resto de días. El viernes, con el Recinto a pleno rendimiento y una programación más amplia salpicada de grandes nombres (The Prodigy, Noel Gallagher, Jamie T…) el FIB sacó pecho y volvió a mostrar la imagen de antaño, la de un evento de éxito que arrastra a mucho público extranjero a la par que seduce (de nuevo) al festivalero nacional.

 

Antes de arrancar con la crónica musical en sí, hablemos del buen sonido de los conciertos, rasgo distintivo del FIB. Y es que, más allá de las habituales torres situadas a izquierda y derecha de cada escenario, que se encargan de bombear vatios a gran cantidad de público en la distancia, en Benicàssim se cuenta con el sistema «Front Field«, una gran línea de altavoces a los pies del escenario que te atruenan, te mueven el flequillo y hacen resonar tu caja torácica si te sitúas en las primeras filas, algo de agradecer y que otros festivales descuidan.

El día lo empezamos con Elsa de Alfonso y Los Prestigio, dejándonos aplanar por el sol y el calor pegajoso, arrastrándonos por las olas italo de su propuesta. Como devotos seguidores de todo aquello en lo que participan Marc y Laura de Doble Pletina, no podemos hacer otra cosa que dedicar parabienes al grupo y a su carismática líder, brillante en canciones como «Gardenias» o «Lo nuestro».

 

moodoïd fib_2015_crónicaMoodoïd // Pau Bellido

 

La de Moodoïd era una de las actuaciones que más esperábamos en este festival, uno de los artistas a disfrutar y poder ver en directo por fin. Estos franceses, o, mejor dicho, francesas (que para eso las mujeres eran mayoría en el escenario), empezaron mostrando la faceta menos atrayente que tienen, la que da un toque más funk a sus canciones, para luego sacar ya la artillería pesada, la de la psicodelia 70s. Qué barbaridad onírica. Con sus vestimentas de brillantes y caras pintadas de dorado parecían extraterrestres dispuestos a abducirnos con canciones como la maravillosa «La chemis de traverse» o los coros a cuatro voces de «La Lune» que, literalmente, nos pusieron los pelos de punta. También destacar temas como «Bongo bongo club», donde sacaron a pasear su faceta latina recordado a Santana (en el mejor de los sentidos en los que se podría nombrar a este artista).

 

La Bien Querida está viviendo uno de sus mejores momentos, cada día es mejor y sus canciones no dejan de crecer. Además, a Ana Fernández-Villaverde se la ve más segura cada vez, arrancándose incluso a bailar, disfrutando a la par que la audiencia. Con un repertorio muy parecido al que ya vimos en el reciente Festival de les Arts, donde ya presentó su último trabajo, «Premeditación, nocturnidad y alevosía», la bilbaína nos brindó un atardecer bien bonito desde el escenario Fiberfib, con su electrónica abriéndose paso a través de los asistentes, haciendo que se movieran al compás de los graves (muy graves, de esos que antes decíamos que retumban en el pecho). Las que cayeron de ese nuevo trabajo sonaron con ganas: «Poderes extraños», «Vueltas», «Alta tensión» o la intensa «Ojalá estuvieras muerto». Para nosotros, merece casi una mención especial esa «Muero de amor», con la interpretación de Labienque moviéndose y alzando los brazos en cada estribillo. También cayeron algunas más antiguas como «De momento abril» o «A veces ni eso», poquitas en un setlist bastante corto. Sobresalientes a pesar de la relativa escasez de testigos (la mayor parte del público -el extranjero, desde luego- optó por ver a Jamie T).

 

jamie t_fib_2015_crónicaJamie T // Pau Bellido

Al escenario Las Palmas (el grande) que nos vamos, contextualizando lo primero. Jamie T es un gran desconocido en nuestro país, suponermos que porque nos cuesta encontrar un hueco a su propuesta, ver con quién encajarle o en qué saco estético/estilístico meterle. Pero, claro, en el Reino Unido este señor lo peta, como bien se notó con todo ese público inglés enfervorecido. Nosotros podemos decir que funciona mucho mejor cuando saca a pasear su verborrea con canciones como «Sticks ‘n’ Stones» y no pisa el freno o se pone mas folkie. Con temas como «Sheila» nos conquistó y la gente se arrancó con un gran sing along pero el momento mas grande fue cuando sonó «Zombie» y el público se puso a bailar de primera a ultima fila, con la gran explanada llena como no estuvo en toda la jornada del jueves.

 

Quien se ha pasado la juventud de botellón, exaltando la amistad, cantando y gritando entre efluvios etílicos puede hacerse bien a la idea de cómo es un concierto de Palma Violets, con su pub rock, garrulo y pendenciero, de coros «lolololo» y canciones como «Girl, You Couldn’t…». Así, no es de extrañar que hiciéramos cosas del nivel de acabar abrazados a unos sudorosos chavales de Mánchester cantando eso de «I wanna be your friend. I wanna be your best friend, i don’t want you to be my girl«. Lástima por los problemas de sonido que hubo, solo achacables a que la liaran muy parda con el técnico, porque aún seguimos sin entender la falta de fuerza que ahí había, mucha menos que con La Bien Querida o los GYBE. Imperdonable.

 

fib 2015_crónica_públicoLos fibers, a tope // Pau Bellido

 

Hemos venido hablando del giro que está dando el FIB, de como está reencontrándose con el público, y un ejemplo de esto es el regalo que la organización nos hizo con el concierto de Godspeed You! Black Emperor, un momento histórico, en el que nos metimos entre pecho y espalda ¡dos horas! de tensión sonora de la mano de los canadienses. Como sería la cosa de inusual que hasta los de producción se despistaron cortando el sonido por unos instantes, imaginamos que hasta que alguien diera la colleja apropiada, ya que todavía faltaba una hora que nos trajo bien de curvas y subidas de más largo desarrollo que el Tourmalet. Con conciertos así solo se puede dar las gracias y brindar por que el futuro nos deparen cosas como esta.


Nos encantó tanto aquel agresivo «Tara, motor, hembra» (de un ya lejano 2011), que sonaba tan arrollador y denso, que no dudamos en acercarnos al autobús de Red Bull para ver como defendían Nudozurdo su reciente «Rojo es peligro», un álbum en el que los madrileños (ahora algo barceloneses, con Ricky Lavado de Standstill a la batería) tienden a melodías más tranquilas, pop y arreglos con samplers, un cambio que no nos termina de convencer. Para nosotros, resultan más interesantes cuando se acercan a los sonidos ochenteros de Joy Division o los primeros The Cure. Eso sí, canciones como «El diablo fue bueno conmigo» sonaron algo diferentes, consiguiendo crear ambiente que se buscaba. Otras como «Bucles dorados» daban una visión más luminosa, aserrando casi a ritmos funk. La voz de Leopoldo jugaba mucho con altibajos tanto, que incluso nos podía llegar a recordar a la del vocalista de Manos de Topo.


noel gallagher_fib_2015_crónicaLo más curioso es que, a pesar de que la mayoría del público (como en el caso de La Bien Querida) era español, pudimos ver a varios puñados de ingleses atendiendo sorprendidos (para bien), tanto que incluso unos nos preguntaron por el nombre del grupo («Nosurdo?» «No, ¡Nudozurdo!» «Nunosurdo?«. Total, que nos tocó escribírselo en el móvil…). Y ya, a la carrera, a ver lo que nos tenía preparado Noel Gallagher (foto derecha, por Pau Bellido) y sus High Flying Birds.


Que el talento de Oasis corría por cuenta del mayor de los hermanos Gallagher es algo que, a estas alturas, no se le escapa a nadie. Sin embargo, la sombra de la banda mancuniana es muy alargada y, a pesar de que Noel es igualmente icónico, se echa en falta al carismático Liam cuando uno se planta en Benicàssim con la intención de escuchar clásicos como «Digsy’s Dinner», «The Masterplan», «Champagne Supernova» o ese «Don’t Look Back In Anger» con el que el finalizó el concierto, con miles de gargantas entonando uno de los mayores himnos del britpop.


Pero hay vida más allá de Oasis y, de hecho, Noel Gallagher cuenta ya con dos álbumes junto a sus High Flying Birds, un grupo solvente, vientos incluidos en su actuación del FIB. Temas como «In the Heat of the Moment» , «Everybody’s on the Run» o «Ballad of the Mighty I» estuvieron a la altura, siendo coreados en masa y demostrando que el cantante, guitarrista y compositor sigue manteniendo el mojo. Volverán Oasis, seguro, pero mientras tanto…


Tras la explosión del britpop a mediados de los 90 vino su declive, tan solo un par de años después. En 1997 reventó la electrónica rock, el breakbeat de bandas como The Chemical Brothers (con quien colaboró Noel Gallagher) o The Prodigy, que liaron la mundial aquel año con «The Fat Of The Land». Con uno de sus mayores éxitos, «Breathe», abrieron el show, dejando el listón muy alto desde el primer momento, nivel que mantendrían durante la mayor parte del espectáculo, que sirvió para repasar la dilatada carrera del trío (quinteto en directo con batería y guitarra eléctrica).

 

fib 2015_crónica_playaCon la caña de Prodigy, menos mal que las mañana del FIB se pasan en la playa… // P. Bellido

 

Pero Prodigy son mucho más que «The Fat Of The Land» y «Breathe» (o «Smack My Bitch Up» y «Firestarter», que también cayeron). Para demostrarlo, fueron entremezclando canciones de épocas bien diferentes, saltando de 1997 a 2015 («Nasty»), retrocediendo a 2009 («Omen») o regresando al presente («Wild Frontier»), año en el que han publicado «The Day Is My Enemy», un sexto álbum donde han vuelto a la andadas, repitiéndose, sí, pero demostrando que son únicos a la hora de hacer colisionar mundos antaño separados y, desde hace dos décadas, uno, en gran medida gracias a ellos. Sudamos a mares en su actuación del FIB, tanto por lo cálido del clima levantino, como por la olla a presión en la que se convirtió el escenario Las Palmas. «Magic people, voodoo people«!

 

Con Diego RJ a los vinilos lo dimos todo a ritmo de Mickey Lee Lane, Wau y los Arghs, The Thrashmen o Detroit Cobras, rompiéndonos las caderas a ritmo de guitarra, algo cada vez más difícil de ver en los festivales, donde muchos DJs se pierden entre tanta remezcla y bases, olvidándose de las canciones, de los estribillos, de los riffs. Mucho más electrónica fue Ley DJ, con quien se nos hizo de día, muy de día, tanto que los operarios de limpieza tuvieron que barrernos, literal, para que saliéramos del festival. Ecuador cruzado, hoy… ¡día grande! Os lo contaremos aquí mañana. Más información de conciertos y horarios concretos hasta el domingo, 19 de julio, en nuestra sección de Festivales y en www.fiberfib.com

 

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