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FIB 2017: Crónica y fotos del sábado (Red Hot Chili Peppers, Liam Gallagher, Biffy Clyro, Surfin’ Bichos, Mala Rodríguez…)

Peter Doherty, Mura Masa, The Strypes, Las Kellies o Navvier fueron otros de los grupos que actuaron en una jornada para la que se agotaron entradas y que contabilizó 53.000 asistentes. Nos los cuentan Joseba Vegas, Manu Mataix y Javier Santamaría, con fotos de Nerea Coll, Jota Martínez, Adrián Morote y Pau Bellido

 

El sábado a las 18:30 ya había una larguísima y serpenteante cola para entrar al recinto del FIB. Eran muy palpables las ganas que la gente tenía de disfrutar de la jornada y, sobre todo, de Red Hot Chili Peppers, a tenor de los miles de camisetas de los californianos que vimos. Y no exageramos con lo de «miles«, eh. Calculamos que uno de cada diez fibers llevaba una de sus camisetas (la mayoría, la típica negra con el logo rojo en la parte frontal). Anthony Kiedis, Flea, Chad Smith y Josh Klinghoffer fueron los grandes culpables de que estuviese todo vendido y 53.000 personas abarrotando el lugar. Ellos eran la gran atracción, pero no la única (claro que no, Liam, tranquilo), así que, vayamos por partes.

Entramos escuchando el «Tied to a chain» de Las Kellies, trío femenino argentino que por momentos hicieron la tarde oscura y nos trasladaron hasta Haçienda.Fact51 con un post-punk hipnótico a lo ESG o Delta5 (de los que, por cierto, versionaron «Mind your own business«) que incitaba al baile. También hubo momentos que se pusieron mas guitarreras recordándonos a las Dum Dum Girls o bien punkies con canciones como «Perro rompebolas«. La verdad es que si su concierto hubiera sido más entrada la noche, nos habrían hecho sudar de lo lindo.

The Strypes FIB 2017

The Strypes // Adrián Morote

A las 19:00 horas The Strypes abrieron el escenario principal. Desde que empezaron a sonar los primeros acordes de «Easy rider«, la explanada ya mostraba un buenísimo aspecto. El sold out era patente. Todo tiempo es poco para coger sitio en las primeras filas sabiendo lo que iba a desfilar por Las Palmas. «Blue Collar Jane» y «Oh Cruel World» sonaron frenéticas y, con el final y «Scumbag city«, nos hicieron sentarnos en el suelo para luego levantarnos y terminar de darlo todo. El rock es actitud y estos chicos lo saben.

En el caso de Marika Hackman, no podemos decir que su concierto nos defraudara porque no estuvo mal, pero quizá nuestras expectativas eran demasiado altas y nos quedamos un poco mustios al verla. Con una formación y sonido muy a lo britpop de los 90s, pudimos disfrutar de su «Boyfriend» dando algún salto, pero el resto nos quedamos un poco aplatanados, no sabemos si por el sol o por no lograr entrar en el particular mundo de la británica. Ahora que lo pensamos, en el fondo es lo que nos pasaba con algunos grupos del britpop de los 90.

FIB 2017

Tranquilidad a primera hora

Con Lao Ra fue todo lo contrario, fue salir al escenario, llenarlo y meterse a todo el publico en el bolsillo con su dancehall electrónico con toques de pop que saca brillo a las canciones. «Bang Boom» o «Bala» nos volvieron locos y casi nos dislocan la cadera de tanto bailar. A nosotros, y a la chavalada allí reunida dándolo todo. Un gusto disfrutar de la música de forma tan desenfadada y ver la primera visita de esta artista, que nos recordaba a una primera M.I.A., si bien vimos referencias a Sean Paul. Cuando empezó a sonar su ultimo single, «Body Bounce«, se desató la locura entre el público, todo un hit. La pena es que esa fue su última canción y el concierto se nos hizo super corto. Creemos que se ha tratado de otro de los momentazos del festival.

Qué barbaridad lo de Mala Rodríguez. Tuvo trato y marcó distancia con las nuevas generaciones de la música urbana por medio de un set contundente e incontestable, divertido y visual gracias a cuatro bailarinas, coordinadísimas, que la acompañaban. Durante una hora la Mala, muy agradecida de venir por primera vez al festival, fue la que mandaba en el FIB.

Mala Rodríguez en el FIB 2017

Mala Rodríguez // Nerea Coll

En la carpa FibClub esperábamos a Cómo Vivir en El Campo, otro claro ejemplo de la apuesta indie del festival con uno de esos grupos que parecen salidos de la lampara de un genio (equivocado). Desarrollos largos como los de «El grande«, canción con la que abrieron y que nos encanta. Hubo algún que otro problema técnico en la sonorización de la batería, pero salvo por eso, el concierto fluyó correctamente y nos fue ordenado con sus capas hipnóticas. CVEEC nos invitaban a iniciar el verano y «Cricket o Croquet» u «Oro Graso» (tuneado con el «Everybody is talkin» Harry Nilsson) fueron lo mejor del concierto. Viéndolos entendemos porque fueron invitados a tocar al prestigioso festival SXSW.

En otro escanario no masificado, sobre la zona playera del South Beach, estaban Navvier presentando su primer EP, «Pentathlon». El grupo se va haciendo hueco por lo especial de su propuesta. Un sonido que recuerda a grupos como Justice y que queda perfectamente encuadrado en lo que ellos mismos definen como «electrónica barroca«. El virtuosismo de Álvaro Monreal a los teclados (y voz), unido a guitarras eléctricas, sintetizadores y un cuidado juego de luces, daban una experiencia atrayente. Una mezcla de estilos que da alas a la electrónica nacional.

Surfin’ Bichos están de vuelta tocando al completo su «Hermanos Carnales«, lo cual nos alegra y entristece por igual, ya que su vuelta es fantástica, pero que dejen aparcadas grandes canciones de otros discos, no tanto. Aún así, no podemos decir que nos aburriéramos, pues los Surfin’ siempre tienen un deje pendenciero y de carácter que hace imposible reprocharles nada. Tampoco lo hizo Peter Doherty, que, muy atento, siguió toda la actuación desde un lateral. Cuando terminó la banda española, se acercó a las primeras filas a repartir besos y abrazos entre sus fans allí apostados. El siguiente en la programación del escenario Visa era él.

Peter Doherty en el FIB 2017

Peter Doherty // Nerea Coll

Lo del ex Libertines fue una macarrada enorme, un total caos en el escenario y fuera de él, con un pie de micro, un micro e incluso una guitarra volando hacia el público. Y porque el pipa fue rápido, si no, el teclado también sale por los aires. Como para haber matado a alguno de sus enfervorizados fans. Que el repertorio pudo ser mejor, de acuerdo, que no veíamos mayor decadencia en un FIB desde el concierto de TV Personalities o Arthur Lee, también de acuerdo, pero, claro, estamos hablando de palabras mayores y, sinceramente, mereció la pena. Doherty estaba aquí para recordarnos que aunque sea verano y estemos en un festival, «fuck forever» hay que decirlo más. Eso sí, el cantante cercano y amable volvió a resurgir cuando le regaló su pase de artista a un emocionado joven británico que, casi en éxtasis, aseguró que ese era el mejor día de su vida.

«Rock ‘n’ Roll Star» y «Morning Glory«, dos grandes éxitos de Oasis, abrieron el concierto del que fuera su vocalista, Liam Gallagher, todo un habitual de Benicàssim. Ataviado con bermudas y un chubasquero que no se desabrochó en toda la noche (y eso que el calor y, sobre todo, la humedad, eran más que notables -total, unos años atrás hizo lo mismo o peor al actuar con parka a más de 30ºC-), el mancuniano fue calentando sus cuerdas vocales según avanzaba el show, que no arrancó demasiado fino en la parte cantarina. Sus nuevos temas en solitario tampoco estuvieron al nivel y, así, «Wall of Glass«, «Greedy Soul» y «Bold» supusieron un bache del que costó Dios y ayuda salir, por mucho que los fans de Gallagher trataran de mantener el tipo.

«D’You Know What I Mean?» y «Slide Away» fueron los siguientes rescates de Oasis, pero no, no sonaron como antaño, cuando Noel Gallagher escudaba a su viperino hermano en ese mismo escenario. Tras el karaoke, más temas de «As You Were», el que en octubre será su disco debut en solitario: «Chinatown«, «I Get By«, «You Better Run» y «Universal Gleam«. ¿Alguna rescatable? Bueno, digamos que la primera de ellas es un digno nuevo single, pero las otras tres no habrían pasado el corte ni a la hora de grabar caras B de Oasis (que recuerda uno «Acquiesce«, «Half The World Away» o «The Masterplan» y se le salta la lagrimilla, joder). Buen sabor de boca final, eso sí, gracias a «Be Here Now» y, cómo no, «Wonderwall«, coreada al unísono por todos los fibers.

Liam Gallagher en el FIB 2017

Liam Gallagher // FIB 2017

Cinco minutos de intro se marcaron Flea, Smith y Klinghoffer, dando bien de brea, antes de que Kiedis saltase a escena y pusiera patas arriba el FIB con «Around The World«, el primero de una serie de hits incontestables que hicieron de la primera visita de Red Hot Chili Peppers a Benicàssim algo realmente grande. Y es que 50.000 gargantas (vale, pongamos que había 3.000 personas repartidas por el resto del recinto) coreando «Dani California«, «The Zephyr Song» o «Dark Necessities» (las siguientes en el repertorio) no es cosa menor (que diría aquel). Cuatro éxitos después, mostraron su vena punk versionando el «I Wanna Be Your Dog» de The Stooges, uno de los momentos álgidos del show, si bien fallaron al enlazarlo con el funk acelerado de «Right On Time«. También se marcaron el «Higher Ground» de Stevie Wonder (será que no tienen suficientes hits propios…), aunque, antes, sonaron «Go Robot«, «Californication» y «Dreams of a Samurai«. «Under The Bridge» y «By The Way» fueron las últimas antes de la traca final.

En el bis cayó otra canción («Goodbye Angels«), la cuarta de la noche, procedente de su último (y menor) disco, «The Getaway» (2016). También se atrevieron con una tercera versión, el «Fire» de The Jimi Hendrix Experience, perfecta para el fin de fiesta de «Give It Away», que fue un locurón. Buena ejecución, sonido, actitud y estado de forma para una veterana banda que sigue funcionando en directo gracias a las tablas y las rentas, por mucho que lleve unos cuantos discos lejos del nivel al que nos tenían acostumbrados.

Red Hot Chili Peppers en FIB 2017

Red Hot Chili Peppers // FIB 2017

Nudozurdo, pasada la medianoche, comenzaban en el FibClub con la misma energía que el trío desprende en su último trabajo.¿Alguien puede no balancearse con “Bondage Belcanto”? ¿O evitar revolucionarse con cañonazos como “Voyeur Amateur”? Más aún, viendo como Leo Mateos guitarrea entre espasmos. Si el disco es agradecido en digital, lo es más aún en directo. Y sí, también sonó “Mil espejos” (con un largo loop en los estribillos). Un sonido inmediato y potente que hacía retumbar el FibClub.

Mura Masa empezó fuerte pero se desinfló para la tercera canción. Había una gran dependencia de la MC que acompañaba al británico, y en el momento en que ella se fue, la cosa dejó de funcionar. Volvió, se echó el concierto sobre sus hombros y lo volvió a levantar, toda un muestra de poderío. «Love$ick» fue tremendo. Tenemos agujetas.

Biffy Clyro en FIB 2017

Biffy Clyro // Adrián Morote

Veinte canciones, casi nada, despacharon Biffy Clyro en su paso por el FIB 2017. A fin de cuentas, por mucho que su éxito masivo sea una cosa reciente (les costó seis discos y quince años llegar a ser número 1 en Reino Unido), la banda escocesa es más que veterana y cuenta con un repertorio solvente. Con una entrega total y un abarrotadísimo escenario principal, triunfaron a base de guitarrazos y estribillos, si bien patinaron un tanto en canciones como «Re-arrange«, que aún no sabemos muy bien qué pinta en su discografía. Cerraron con un bis que aunó tensa calma («Machines«) y desmelene («Stingin’ Belle«), en el que fue un muy buen concierto, de banda grande.

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