Viva Suecia, Iseo & Dodosound With The Mousehunters, Triángulo de Amor Bizarro, Hakima Flissi y The Owl Project se subieron al escenario de un Social Antzokia que se abarrotó en las dos últimas jornadas del festival
Tras las dos primeras jornadas de MAZ Basauri 2019 (las de los días 26 y 27 de abril con Christina Rosenvinge, Toundra, Anari, Mursego, Txiki MAZ…) el segundo fin de semana del festival contó, los días 3 y 4 de mayo, con Viva Suecia, Iseo & Dodosound With The Mousehunters, Triángulo de Amor Bizarro, Hakima Flissi y The Owl Project, llenando ambas noches el teatro Social Antzokia.
Es más, el viernes, 3 de mayo, hubo que colgar el cartel de «Entradas agotadas» antes de abrir puertas. El triple cartel de esa noche, desde luego, lo merecía.
Los primeros en subirse al escenario fueron The Owl Project, quienes, un año atrás, se ganaron en ese mismo lugar el derecho a actuar en el MAZ 2019 tras triunfar en el concurso Rockein. Bailables y de sonido mancuniano, gozaron de un sonido fantástico y de mucho empaque, a pesar de estar comenzando. En cuanto tengan un hit, se hablará mucho (más) de ellos. Hay madera.
Tras el quinteto vasco, turno para un cuarteto, gallego, consagrado… y muy ruidoso. Triángulo de Amor Bizarro no se dejaron nada en el tintero y nos brindaron una buena ración de noise rock repasando su ya extensa discografía. Por supuesto, no faltaron hits como «Barca quemada», «Les llevaré mi cruz», «El Himno de la Bala» o «De la Monarquía a la Criptocracia», con la que cerraron.
TAB dejaron el pabellón muy alto, como lo estuvo su volumen, en un teatro que goza de una acústica realmente envidiable. Y aún quedaba el plato fuerte: Viva Suecia. Un concierto largo el de los murcianos, con todos sus hits (que son más de los que uno puede pensar, a priori), más temas nuevos, temas que aseguraron tocar «por última vez», una versión («La sirena varada», de Héroes del Silencio) y un cierre tan bailable como el de «Todo lo que importa», su canción a medias con Elyella.
SÁBADO 4: AGUR MAZ!!!
Y llegó el sábado, 4 de mayo, y, tras cuatro jornadas de festival, hubo que decir adiós… o, mejor dicho, hasta el año que viene, tras una octava edición de MAZ Basauri que resultó tan ecléctica como compacta, tan cómoda como económica, tan íntima como exitosa. Pero bueno, que eso, que aún quedaba el último día.
Hakima Flissi, la bilbaína de padre argelino y madre vasca, es tan exótica como sugiere su nombre, uno de los de mayor proyección del actual panorama musical. Mezclando estilos, idiomas, sonidos y estados de ánimo, su show resultó sorprendente para quienes no la conocían y toda una confirmación para los que sí. Y eso que apenas contaba con una DJ en la retaguardia. No resulta nada difícil imaginar hasta dónde este proyecto se puede expandir. Pop urbano, trip hop, r&b, dancehall… hasta el infinito y más allá.
Tras Flissi, turno para Iseo & Dodosound… with the Mousehunters, esto es, en formación de sexteto, con voz y bases, sí, pero también con vientos (saxofones, trompeta, flauta travesera…). Pero, antes, a tomar algo, ¿no?
Un concierto perfecto tras al aperitivo ofrecido por Hakima Flissi. Como la bilbaína, Iseo también comenzó cantándole a las grandes divas de la música negra… pero, poco a poco ha ido derivando su música hacia otros derroteros, sin perder el hilo original. Un concierto lleno de matices (ahí, los Mousehunters tuvieron mucho que ver -aunque también un Dodosound que hace y deshace a su antojo botoncitos mediante-), que volvió loco a un público ya de por sí entregado. Con «Vampire», «Frozen Desert», «Fresh Air» o «Digital Shoots» en su repertorio, no podían fallar. No lo hicieron.
Así, la octava edición de MAZ Basauri tocaba a su fin logrando un nuevo récord de venta de entradas, al superar los 2.600 asistentes. A ver qué nos depara el MAZ 2020.