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Primavera Sound

Primavera Sound 2016: CRÓNICA y FOTOS del jueves (Tame Impala, LCD Soundsystem, John Carpenter, Vince Staples…)

Tame Impala lo bordaron a pesar de que el sonido petó en plena actuación. LCD Soundsystem hicieron un regreso redondo. Vince Staples dio un concierto de hip-hop más que memorable. Har Mar Superstar no cantó; nos practicó sexo allí mismo a todos. John Carpenter generó un momento para la historia ejecutando las BSO de sus pelis proyectadas en pantalla grande a su espalda. Y mucho mucho más. El equipo enviado por bi fm al festival de Barcelona (los redactores Javier Santamaria e Iñaki Espejo-Saavedra y el fotógrafo Aitor de Haro) nos lo cuenta todo aquí


Tame Impala lo bordaron a pesar de que el sonido petó en plena actuación. LCD Soundsystem hicieron un regreso redondo. Vince Staples dio un concierto de hip-hop más que memorable. Har Mar Superstar no cantó; nos practicó sexo allí mismo a todos. John Carpenter generó un momento para la historia ejecutando las BSO de sus pelis proyectadas en pantalla grande a su espalda. Y mucho mucho más. El equipo enviado por bi fm al festival de Barcelona (los redactores Javier Santamaria e Iñaki Espejo-Saavedra y el fotógrafo Aitor de Haro) nos lo cuenta todo aquí


 

Primavera Sound 2016: CRÓNICA y FOTOS del viernes (Radiohead, Savages…)

 

Primavera Sound 2016: CRÓNICA y FOTOS del sábado (PJ Harvey, Sigur Rós, Brian Wilson…)

 

El festival (indiscutiblemente) más grande e importante del Estado, el Primavera Sound, insiste año tras año en ampliar la ventaja con cualquier posible competidor. Más escenarios, nuevos patrocinadores, conciertos sorpresa, actuaciones especiales y un sin fin de elementos que hacen de él un certamen insuperable y prácticamente inabarcable. Ofrece múltiples satisfacciones musicales, pero también más de una frustración. Puedes estar viendo a Tame Impala abrir su concierto de forma impecable con la mejor canción del pasado 2015, «Let it Happen», pero a la vez te estás perdiendo el torbellino de Har Mar Supestar. Nunca el don de la ubicuidad fue tan necesario como en el Primavera Sound de Barcelona.

 

La principal novedad de este año es un nuevo espacio de estilo ibicenco dedicado a la electrónica más química, el Beach Club. Primero escuchas pinchar a Todd Terje en el Bowers & Wilkins Sound System y luego te das un baño en la playa. Y no, aunque pueda evocarlo por momentos, no estamos hablando del Arenal Sound ni tampoco del South Beach del FIB. Eso sí, ya se imaginarán que aquello a las cinco de la mañana con Helena Hauff a los platos, terminó reuniendo a lo mejorcito del festival. Por lo demás, la habitual oferta apabullante de conciertos de todos los colores y tamaños. Este año, repletos de público desde el primer día del festival. Si ayer tuvo que ser el día flojo (era jueves), no querremos pensar lo que puede pasar hoy viernes 3 de junio cuando Radiohead aparezcan en el escenario Heineken.

 

ps16 publico dia aitor de haroJueves a mediodía y esto ya se va llenando // Aitor de Haro

 

Pero antes de eso, recapitulemos todo lo vivido ayer jueves en el Parc del Fòrum de Barcelona. Frescos como lechugas intentamos arrancar la jornada con unos bailes de la mano de Todd Terje en el mencionado escenario Beach Club; qué sorpresa nos llevamos al comprobar que la carpa instalada se quedaba pequeña (¡y no eran ni las 5 de la tarde!), pero es que hay que reconocer que la cosa había empezado fuerte, ya que justo antes había estado pinchando Erol Alkan, que, no nos engañemos, son palabras mayores. El lleno estaba asegurado ya desde la hora de la comida…

 

Ya más en serio, nuestro Primavera Sound 2016 particular comenzó con Autumn Comets estrenando el escenario Ray Ban, con una propuesta que presumió de solidez gracias a las canciones del notable «We Are Here / You Are Not». Quizás fue cosa de la hora, pero a los madrileños les faltó algo de chispa. La DGT nos dice que los neumáticos salvan vidas, y aquí Firestone y su escenario han venido a salvar nuestros horarios y darnos un respiro con algún solape especialmente duro, ayer jueves quisieron ayudarnos con Beach Slang, que coincidían con LCD Soundsystem a la 1 de la mañana, así que pudimos verlos a las 16:25 y disfrutar de un punk que nos recuerda a gente como Husker Du o a Replacements, así que casi nos dislocamos el hombro haciendo guitarras en el aire y moviendo nuestra cabeza. Eran uno de esos grupos marcados en rojo y de los que nos alegraron el día de ayer. Nothing Places fueron un bocado de pop etéreo, evocador de tardes soleadas y de veranos por carreteras secundarias junto al mar, toda una delicia de la que nos hizo partícipes Emilio Sainz. Aún se me pone la piel de gallina al recordar canciones como «Shadow». Otra de las alegrías que nos dieron fue ver la presencia en el escenario de Ricky Falkner, lo cual es siempre a celebrar.

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Car Seat Headrest eran una de las promesas y hypes del festival, así que no sin cierto miedo acudimos a verlos a un escenario Pitchfork, que estaba hasta arriba y en el que pudimos ver a un montón de gente de la escena independientes (músicos, periodistas, promotores…) que querían ver con sus propios ojos si esto solo prometía o era una realidad y… ¡Vaya realidad! Grupazo de la vida, arrolladora juventud y empatía inmediata con ellos; canción a canción nos llenaban de euforia indie. «Fill In The Blank» es un tema que funciona de maravilla y que gustará a todo aquel que en su día se pudo sumergir en la música de los 90 y se emocionaba con las referencias de Matador. Finalmente el concierto lo terminaron con un acto de bandidaje y descaro, tocando su hit «Vincent» entremezclándolo con el «Paranoid Android» de Radiohead para grata sorpresa del público. Gracias Willy Toledo, tú sí que molas.

 

Algiers, otro de los nombres que prometían desde el cartel. Así que había que darse un paseo hasta lo que coloquialmente se conoce como Mordor, la gran explanada que reúne los dos escenarios principales (el Heineken y el H&M). Mordor es sinónimo de masividad, así que, salvo que sea inevitable, los más puristas tratan de obviar cualquier concierto programado para la muchedumbre. Fue un error a medias. En disco, su mezcla de post punk y góspel es tan atrevida como interesante. Sin embargo, los de Atlanta se diluyen entre demasiada electrónica. Mención especial para los bailes del teclistas, tan sugerentes como el sexo con calcetines. Otra vez en Mordor, Air ofrecieron un sugerente grandes éxitos ideal para pasar la tarde. Repleto de público que enloqueció con «Sexy Boy» bajo la puesta de sol,  los franceses supieron coquetear con la psicodelia sin diluirse en la intrascendencia a la que a veces tienden.

 

destroyer ps16 aitor de haroEl atardecer, un martini blanco en la mano y Destroyer (foto izquierda, de Aitor de Haro) en el escenario; imposible no sentirse eufóricamente sexy, culebrear con ese saxo y dejarse arrastrar por la voz de Dan Bejar. Resulta paradójico que a día de hoy alguien sea capaz de ganarnos la batalla con referencias tan horteras y que bebe tanto del romanticismo setentero de blancos para blancos como para hacer vomitar al grunge más aguerrido. Pero nada, ahí le tienes metiéndose al público en el bolsillo con sus pintas desaliñadas y dejes decadentes. Suponemos que esto es gracias a la épica de canciones como «Dream Lover», que a uno le meten la euforia en el cuerpo; de pasajes como los de «Kaputt», en los que pese a las multitudes Dan parece susurrárnoslos al oído haciéndonos sentir especial. Sí, uno puede enamorarse de Destroyer y querer irse con ellos hasta Times Square y que ese fuego nunca se apague.

 

La oferta instrumental de Explosions In The Sky podía parece demasiado complicada para programarse en el escenario principal. Sin embargo, los tejanos, utilizando el ruido y la rotundidad como argumentos, lograron disipar cualquier tipo de duda. De más a menos en cuanto a crudeza y acompañados de fuegos artificiales, se lo pusieron en bandeja a LCD Soundsystem.


tame impala vertical ps16 aitor de haroTame Impala (a la derecha) han crecido enteros con «Currents» y lo demostraron ayer en el Primavera Sound. Nunca la psicodelia fue tan atractiva y accesible, ni en los mejores tiempos de los Flaming Lips. No hay disfraces o balones volando, pero sí melodías tan adictivas con «Let it Happen», con la que abrieron. Así que todo iba saliendo a pedir de boca, hasta que el sonido del escenario reventó. A pesar del problema, la mayor parte del público prefirió esperar paciente veinte minutos para ver a los australianos rematar uno de los mejores conciertos del día.

 

La jornada estaba siendo redonda y nos vinimos arriba, así que fuimos hasta el escenario Adidas a ver a A.R. Kane. Pero nos equivocamos. Su concierto nos resultó un poco bluff, un quiero-pero-no-puedo lleno de bajos más gordos de lo que estábamos dispuestos a escuchar. Quizá no ayudó que viniéramos de actuaciones tan espléndidas, y este concierto en realidad tuviera su chispa, pero no lo sabremos porque pasado un tiempo prudencial decidimos cambiar de escenario y pasarnos donde se preparaba otro gran momento.

 

De nuevo en el escenario Pitchfork se congregaba una multitud esperando la llegada de Vince Staples, un nuevo mesías californiano, de potente rima en primera persona y un groove oscuro tremendamente atrayente. Otra diana y acierto para el festival, en el que para nosotros fue uno de los conciertos de hip-hop más memorables de las últimas ediciones. Sin mucho artificio y sin necesidad de llenar el escenario de distracciones y una gran crew, solo pelotazos como «Jump Off The Roof»  o una fantástica «Lift Me Up» que nos partió en dos. El listón de esta edición ya está puesto muy alto, a ver qué hacen los que viene detrás y si alcanzan el techo marcado por Vince Staples.

 

 vince staples ps16 aitor de haroVince Staples confirma en PS16 que es un grande // Aitor de Haro


Har Mar Superstar es puro sexo. El que nos practicó allí mismo con una voz soulera que penetró libremente por cada uno de nuestros poro, que nos agarró el corazón y empezó a hacerlo bombear dilatando nuestras venas, haciéndonos sentir vivos, desgarradoramente vivos. Porque cuando él canta, uno se siente su «baby», su objeto de deseo, uno siente su dolor, sus ansias y también su descaro. Tuvimos partes más clásicas como «Lady You Shot Me» y partes de un descarado baile como la de «Anybody’s Game», todas ellas perfectas. Cuando terminó el concierto, nos notamos cierto sonrojo. ¿De bailar o era ese rubor post y lo que necesitábamos era el típico cigarro de después?

 

Aquellos que ya tenéis cierta edad, sabéis el ansía que suponía ir un viernes por la tarde a un vídeo club y tener que elegir las películas del fin de semana. Si finalmente eran buenas elecciones, acabarían marcando el fin de semana de tus amigos y quizá, hasta vuestras vidas. Si esto te suena familiar, sin duda viste y reviste películas como «Golpe en la pequeña China», «La Niebla» o «Están vivos». Pues ayer cuando las vimos de nuevo proyectadas en pantalla grande sobre su propio director interpretando su banda sonora, aquello fue MUY MUY grande. Sí, de verdad. John Carpenter desprendía un halo de chulería que no podía con ella, potenciado por ese chicle que no paraba de mascar en escena. Pero es que fue muy bárbaro lo vivido en el escenario: épica ochentera, con guitarras, sintetizadores, baterías orgánicas y electrónicas. Un concierto impecable, que solo se vio empañado por dos amagos de caídas del sonido que, en el fondo, no nos importaron. Quién nos hubiera dicho, cuando éramos niños, que un día acabaríamos bailando al ritmo de esas películas que llenaban las tardes de los sábados y alguna pesadilla nocturna. Menuda macarrada y qué bien lo pasamos.

 

LCD Soundsystem. La verdad es que poco tenían que hacer para que no nos volviéramos locos con ellos. No se habían ido mucho tiempo, pero ya se los echaba de menos. Todas las canciones eran hits, todas las canciones nos las sabíamos, todas las canciones eran celebradas. Cada mueca, cada guiño, cada giro, todo fue sobresaliente. Sería deseable que hiciéramos algún comentario negativo, que marcáramos algún matiz, sacarle ese pero al concierto, pero no podemos hacerlo. Hoy más que nunca, «Dance Yrself Clean».

 

lcd soundsystem ps16 aitor de haroMurphy y sus LCD Soundsystem han vuelto // Aitor de Haro

 

Con lo mínimo que se pueden comparar un concierto de Thee Oh Sees es con un huracán. Fenómenos atmosféricos menos intensos no sirven para describir con precisión la energía que desprenden los californianos. Con dos baterías tocando de forma sincronizada en primera línea de escenario que son auténticas trituradoras de carne, el bolo de los garajeros fue de los que agota físicamente. Aunque lo veas sentado. En esa misma línea de intensidad, aunque algo más contenidos, Battles también estuvieron notables. Sin duda tienen más matices que el garaje descarnado, pero la base es la misma: velocidad y ruido. Sobre el escenario eran tres, aunque parecían cinco. No quedó más remedio que dejarse llevar y no parar de bailar.

 

White Reaper marcaron el final de nuestra jornada y pudimos despedirnos del día con unos buenos guitarrazos que se situaban entre el garaje actual y el power pop. Y con eso está dicho todo: qué mejor que dejarse llevar por la euforia juvenil, los saltos y hasta el amago de pogo. «Half Bad» o la celebradísima «Make Me Wanna Die» son ejemplos de canciones radiantes que hicieron de cierre perfecto del jueves del festival. Ahora, recién levantados y aún recuperándonos, vamos a comer algo y encaramos la jornada de viernes de Primavera Sound 2016 que ya comienza. Mañana os lo contamos todo aquí.

 

ps16 publico noche aitor de haroLa música no para en PS16 // Aitor de Haro

 

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