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Música

El Disco del Mes: 091 – La otra vida

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Eduardo Ranedo nos recomienda este febrero la escucha del nuevo trabajo de la legendaria banda granadina, resucitada hace pocos años, «un álbum que responde a todos y cada uno de los valores que les hicieron grandes».

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Eduardo Ranedo nos recomienda este febrero la escucha del nuevo trabajo de la legendaria banda granadina, resucitada hace pocos años, «un álbum que responde a todos y cada uno de los valores que les hicieron grandes». En marzo lo presentarán en directo en Bilbao

Cómo pasa el tiempo. Parece que fue ayer cuando «los Cero» anunciaban su regreso a los escenarios para alegría de sus fans de siempre y pasmo de quienes, no familiarizados con su carrera por edad o circunstancia, cayeron noqueados ante sus exhibiciones en directo durante el año 2016, un año en el que su rock atemporal, vital e insobornable, viajó por salas y festivales respondiendo a una demanda que sorprendió a todos. Dudo que nadie quedara decepcionado de aquella resurrección. Económicamente seguro que funcionó, reportando a sus protagonistas réditos que merecieron en su vida anterior. Artísticamente sin duda que lo hizo, con una banda que dio de sí mucho más que lo que razonablemente cabía esperar, incluso por el más exigente o descreído. Todo se hizo corto, cada concierto y la gira completa. La segunda despedida de 091 supo de nuevo amarga… aunque en el ánimo de todos estaba que quizá en esta ocasión no fuera definitiva, como ha terminado siendo el caso.

Desde entonces sus protagonistas han seguido haciendo cosas. José Ignacio Lapido publicó «El alma dormida», uno más dentro de esa secuencia de discos suyos a los que el paso del tiempo aporta factores de crecimiento hasta hacer de ellos colecciones de canciones ineludibles. Su hermano Víctor se atrevió con una pequeña aventura en solitario con el nombre de El Hijo Ingobernable, proyecto que cristalizó en un disco pequeño en pretensiones pero grande en resultados, aquel «De mis soledades vengo» con el que se atrevió a investigar registros poco habituales en su carrera y que terminó pasando muy injustamente desapercibido. También su vocalista, José Antonio García, publicó ese segundo disco en solitario con el que llevaba tiempo en la cabeza. Probablemente todos vieran que en la casa madre quedaban rescoldos que daba pena desaprovechar, quién sabe cuál ha sido su verdadera motivación, pero el caso es que hace unos meses pusieron en las tiendas este «La otra vida» (Dro / Warner) que, una vez digerido con la pausa que los grandes discos merecen, muestra lo acertado del envite.

"La otra vida", disco de 091

«La otra vida», en vinilo y en CD // Warner Music

Los Cero no engañan. Nunca lo hicieron y en el fondo creo que todos sabíamos lo que podían ofrecer. En ese caso es un álbum que responde a todos y cada uno de los valores que les hicieron grandes. Buen rock de guitarras bien puestas, letras de gran acabado y una enjundia a la que no estamos acostumbrados, la valentía de enfrentarse a los medios tiempos sin miedo a naufragar y esa navaja de doble filo que lo mismo te atraviesa melancólica que te hiere con el brío de lo inmediato. Se diría que lo han retomado exactamente donde lo dejaron, con un disco que responde a todas las constantes que definieron sus discos de hace treinta años y que tal vez quedaron un tanto difuminadas por el último tramo de su primera vida, indudablemente marcado por un perfil, un repertorio y un sonido más rotundo que otra cosa. Quizá este disco tenga ahora todo su sentido y entonces ya no lo tenía tanto el hecho de seguir publicando canciones, con un grupo herido por el desinterés general y esa mezcla de hartazgo y frustración que terminaron llevando puesta.

Hoy son los mismos –aunque no es baladí el refuerzo que supone el aporte de Raúl Bernal– y «La otra vida» muestra un grupo de rock indiscutible, alejadísimo de propuestas efervescentes de las que solo el tiempo dirá si son algo más que un placebo y en las antípodas de esa escena vacua y caduca que hoy nutre lo que llaman rock español y que ya solo engaña a las teles públicas y a la prensa generalista.

Canciones nuevas como «Una sombra», «Al final», «Soy el rey», «Naves que arden» o «Leerme el pensamiento» –me dejo algunas- tienen lo suficiente para convertirlo en un clásico más del grupo. Mejor a otros que hicieron, sin llegar al nivel de esos dos o tres que todos tenemos en la cabeza. En cualquier caso, más que suficiente para dar por bien empleado que estén de vuelta. Quizá eso sea lo principal, que de nuevo les tengamos aquí a mano. Acostumbrados a recurrir al fantasma, qué duda cabe que supone una mejora importante.

091 presentan «La otra vida» en directo en Bilbao el 18 de marzo (Kafe Antzokia). Entradas, aquí

091 presenta "La otra vida" en Bilbao

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