Cuando todo apuntaba a que 2020 sería el mejor año de Ana Fernández-Villaverde, la crisis del coronavirus echó todo por tierra. O casi todo, porque este próximo sábado, 23 de mayo, podremos verla en directo, online, desde la Sala BBK de Bilbao. Un concierto sin público, pero remunerado. «A ver si cunde el ejemplo», desliza en nuestra entrevista.
Hace tan solo dos meses, charlábamos con La Bien Querida ante su inminente paso por MAZ Basauri, un festival que, coronavirus mediante, hubo de cancelarse, como se han cancelado cientos y cientos de eventos desde aquel fatídico mes de marzo en el que se decretó el estado de alarma.
Así pues, nos quedamos con las ganas de ver en casa a esta bilbaína pródiga que «como una hormiguita», nos decía entonces, se ha ido labrando una sólida carrera musical. De hecho, este 2020 parecía su gran año, con un nuevo disco, «Brujería», que destacaba por méritos propios en el panorama del pop independiente, y con una agenda de conciertos repleta, más que nunca antes en su trayectoria.
Sin embargo, no todo son malas noticias. El próximo sábado, 23 de mayo (un día después de Shinova), tienes una cita a las 22:00h con La Bien Querida en la Sala BBK, dentro del ciclo BBK Sala Etxean. Conéctate a la web de la sala (en la pestaña habilitada para cada una de las citas) o a la cuenta de YouTube de TeleBilbao (donde luego quedarán colgados todos los espectáculos), o al propio canal de televisión, y sigue en la distancia este concierto tan especial. Hablamos con Ana Fernández-Villaverde.
Hola Ana, ¿cómo has llevado el confinamiento?
Acostumbrada, al final. Casi ya ni quiero salir… pero deseando hacer una vida un poco normal.
Hemos visto que has aprovechado para hacer mucho deporte. ¿Has aprovechado también para componer?
Deporte he hecho mucho, yoga sobre todo. Componer, un poquito. Al final, tienes tantas cosas que hacer en casa que se te pasan los días y no da tiempo a nada.
La Bien Querida en la portada de «Brujería» // Elefant Records
Han tenido que componerse millones de canciones de las de echar de menos a alguien. ¿Has echado mucho de menos? ¿Más a personas, a sitios, a cosas que hacer?
A todo… he echado de menos mi vida anterior, realmente.
Hace poco más de dos meses hablábamos de que estabas en tu mejor año… ¡cómo se tuercen las cosas!
Ya ves… pero así es la vida y así hay que tomarla. No me puedo quejar, hay gente que está mucho peor que yo.
También estabas contenta porque ibas a tocar en tu Bizkaia natal más que nunca. Primero, MAZ Basauri. Después, Bilbao BBK Live. Nada, cancelados. Vaya chasco, con las ganas que teníamos de verte en casa.
Sí, me hacía mucha ilusión, qué pena. Pero qué le vamos a hacer, no quiero estar todo el día lamentándome. Ojalá me contraten el año que viene.
Sin embargo, en medio de toda esta fatalidad, concierto (remunerado, muy importante) en la sala BBK, este sábado. Un alivio.
Hay que decirlo bien alto: a ver si cunde el ejemplo, que si no los artistas de qué vamos a vivir, no será de dar conciertos gratis en Instagram. La gente consume mucha cultura: música, películas… hay que tenerlo en cuenta.
Dice Sr. Chinarro que bastante poco se cobra por los streamings en Internet, que como para, encima, andar regalando conciertos en Instagram, que van a perder el valor.
Estoy completamente de acuerdo con él. Encima, suelen tener mala calidad. Y se cortan, se cuelgan, hay que andar adelante y atrás… la verdad es que no he visto nada de eso estos días, tan solo alguna receta de cocina.
Magia blanca // Alfredo Arias
Y tú vas a tener otra actuación pagada, la semana siguiente. Sin salir de casa.
Sí, acústico en mi cocina, patrocinado por una marca. Va a ser más complicado por el hecho de estar sola y andar pendiente de si suena o no, pero bueno.
¿Quiénes vais a venir a Bilbao?
Voy a ir con Manuel Cabezalí, de Havalina. No podía ir con toda la banda, así que me acompañará él, que es muy amigo mío, marido de Nieves, mi teclista, y que ya me ha acompañado en giras anteriores. Suele tocar con Zahara, con Christina Rosenvinge…
¿Cómo habéis ensayado?
Él ha estado ensayando por su cuenta y esta semana ya he podido ir yo a su casa, gracias a un certificado que me ha remitido la Ertzaintza desde Bilbao, por si me para la policía por la calle con la guitarra a cuestas. Como en Madrid no estamos ni en Fase 1…
Tiene que ser raro dar un concierto sin público. Que no haya nada de feedback… igual causa más miedo escénico que un estadio a rebosar.
Solo lo he hecho antes de algún concierto, para la tele… pero tocando una canción, no un concierto entero. Va a ser la primera vez, toda una experiencia. Al menos, va a haber técnicos y cámaras.
Detrás de un concierto hay mucha gente trabajando. ¿Qué tal está el mundillo?
Pues fatal. Por eso yo no me puedo quejar, porque ni tan mal. Pero piensa en los conductores de furgonetas, o en los que montan escenarios… de la música vive mucha gente.
La Bien Querida, en directo pero sin público // Sala BBK
¿Hace cuánto que vives exclusivamente de la música? ¿Qué supone un revés como este?
Pues supone todo, porque es mi profesión desde que saqué el primer disco, en 2009. Me dije «si puedo vivir de esto, sigo con esto, si no, no». Soy muy decidida para esas cosas. Si hubiera podido vivir de pintar, que es lo que hacía antes, lo habría hecho también. Admiro a gente como los actores, que siguen siéndolo y muchos lo compaginan con trabajos en la hostelería, por ejemplo. Admiro esa vocación.
Mucha gente no compra discos y dice que los artistas ya ganáis con los conciertos. Ahora que no podéis dar conciertos… que compren discos, ¿o qué?
Pues no lo sé, porque yo no vivo de vender discos. Cuando empecé en esto ya no se vendían apenas, así que nunca he ganado dinero con ellos, sino dando conciertos. Yo ni tengo reproductor de CD, ¿cómo le voy a pedir a la gente que compre discos? El mundo cambia y hay que adaptarse.
¿No has escuchado música durante el confinamiento?
Pues no escucho mucha música, la verdad… Lo que más, Extremoduro, Billie Eilish…
¿Y qué vamos a poder escuchar nosotros en tu concierto de la Sala BBK?
Un repaso a todos mis discos, que tengo seis ya, aunque con más canciones del último. Será como un concierto normal, pero en acústico.
¿Qué le pides a este 2020 tan para olvidar? ¿Cómo te gustaría que acabara?
Le pediría que acabara como lo dejé. Con eso ya estaría encantada.
