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«Soy Nevenka»: Con todo en contra

Tras presentarse en el Zinemaldia donostiarra, por fin podemos hablar de «Soy Nevenka», la nueva película de Icíar Bollaín, en cines el 27.

"Soy Nevenka" // Kowalski Films
Tras presentarse en el Zinemaldia donostiarra, por fin podemos hablar de «Soy Nevenka», la nueva película de Icíar Bollaín, la cual narra la historia real de una concejala acosada por un alcalde que sufrió el rechazo de la sociedad y los medios en la España de 90 tras denunciar la situación

Dejen que les cuente. Vi «Soy Nevenka» hace 10 días, pero no he podido contarlo hasta ahora. Fue lo que llaman un «pase embargado». Había oído hablar de esas cosas a Carlos Boyero y similares en películas tochas de festivales tipo Cannes. Pero como quien oye hablar de yates, viajes al espacio o pisos en el centro: una fantasía.

Pues no. Los pases embargados existen. Media vida yendo al Zinemaldi para que te embarguen debajo de casa. ¿No es la vida una comedia infinita?

Ante la presencia de dos vigilantes de seguridad que impedían cualquier tipo de foto o grabación, firmé un papel (con tinta, la sangre sería para el pase nocturno) que me comprometía a no opinar ni escribir sobre la película en un plazo de 10 días hasta que esta fuese presentada en Donostia el sábado, 21 de septiembre. Al Festival de Cine de San Sebastián llegaremos este martes 24 pero, por nuestra parte, hemos cumplido con el secreto.

SOY NEVENKA

Ya puestos, nos quitamos el esparadrapo y les hablo un rato de la más que interesante «Soy Nevenka». Si tienen menos de 40 es muy posible que lo de Nevenka les suene a ruso (perdón por el chiste) pero, a mediados de los 90, su valor conmocionó a todo un país. Linchada por unos medios populistas, la entonces concejala fue la primera víctima de acoso sexual que denunció públicamente a su agresor, el poderosísimo alcalde de Ponferrada Ismael Álvarez, un individuo que hacía y deshacía a su antojo y que era idolatrado por una población que desconocía su cara más oscura.

Eran otros tiempos, sí, pero si hoy es difícil señalar a ciertos perfiles cuando se esconden tras cargos políticos en la cúpula, imaginen lo que era hace tres décadas.

Soy Nevenka

Mireia Oriol y Urko Olazabal // Kowalski Films

Con músculo, con nervio desde el minuto uno, Icíar Bollain, directora de cine social del nivel de «Te doy mis ojos», agarra por el pescuezo al espectador y lo arrastra por una jungla de Rolex, cenas, gónadas, amenazas, contratos y favores que repugnan tanto como hipnotizan.
Para vergüenza de todos, viendo la película uno se da cuenta de que el mundo sigue regido por los mismos, pero hoy se esconden mejor.

Gran parte de que lo narrado funcione tan bien más allá del pulso y el oficio de Bollain se debe a dos intérpretes que muy bien podrían llevarse el premio a mejor intérprete en Donostia: una superlativa Mireia Oriol y un sobresaliente Urko Olazabal, preso etarra en «Maixabel» y aquí nauseabundo violador. Dos actuaciones, lo decimos ya, que estarán en los Goya en febrero.

Filme incómodo, áspero, pero absolutamente necesario y oportuno. Por cierto, no les cuento por si no lo saben, pero una vez vista la película, busquen dónde y cómo viven hoy Nevenka Fernández e Ismael Álvarez. Alucinarán.

«Soy Nevenka» se estrenará en salas de cine este próximo viernes, 27 de septiembre. Tienes más noticias y críticas de películas aquí.

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