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“Cry Macho”, la película de septiembre: ¿Por qué, Clint?

Si no es por dinero, ni fama, ni, obviamente en este caso, por prestigio… ¿por qué ha hecho Eastwood esta peli? Misterios insondables.

Clint Eastwood en "Cry Macho" // Claire Folger / Warner
El último Eastwood, por edad, podría realmente ser el último. Y sería una pena, porque en esta patochada parece que un mal imitador lo haya abducido. Si no es por dinero, ni fama, ni, obviamente en este caso, por prestigio… ¿por qué ha hecho el reputado actor y director esta peli? Misterios insondables

Calentamiento global, covid, volcanes y Eastwood haciendo mal cine. Definitivamente, algo está cambiando. Si el vaquero crepuscular de «El jinete pálido» se ve reducido a esto, qué será de nosotros, simple carne mortal.

Y sí, a Clint hay que perdonarle todo; por habernos regalado tantísimos momentos, por coherencia, por gusto y por profesionalidad, pero es que con «Cry macho» (no se salva ni el título) se ha pasado de frenada.

Todo lo que decía Hitchcock que te podía hundir una película aparece en ésta: niños, animales, ternura impostada y hasta un bolero en un bar fronterizo. Es como si fuera una película de Eastwood, pero de Hacendado.

Mención aparte merece el adolescente que coprotagoniza la aventura. Hacía tiempo que en un filme profesional no veíamos a alguien tan verde (eufemismo) como Eduardo Minett. Cuesta entender qué habrán visto los productores o el propio Clint en un chaval que boicotea la cinta en cada escena en la que aparece (y lo avisamos ya: son casi todas).

Con la perspectiva que da el tiempo, cintas alimenticias perpetradas en los 80 como «Firefox» o «El Cadillac rosa», ahora no me parecen tan malas. Es más, «El principiante» era muy superior a este empalagoso cuento tex-mex… y encima salía Charlie Sheen.

Pero seamos justos. Hay una cosa más que destacable en «Cry macho». La fotografía del británico Ben Davis (habitual de la casa Marvel) es una maravilla, tanto de día, como en los claroscuros nocturnos. Aquí, sí: chapeau.

Teniendo la fiesta del cine en 72 horas (entradas a 3’50€) yo iría antes a la fastuosa «Dune» o, tras su paso por Donosti, a «Maixabel», pero que sé yo, lo mismo van a ésta y se ríen.

Por cierto: el macho del título es el gallo del chaval. Y me pregunto: ¿Eastwood no empezó de secundario en películas de la mula Francis? ¡A ver si la conexión animal es la que da sentido a todo esto! Iker Jiménez, ésta te la regalo.

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