Empresas como Last Tour, Atlantik Events, Get In, Gin Música, La Crew, Panda Artist Management o Baga Biga, entre otras, han hecho público un comunicado conjunto solicitando que «no se vacíen los presupuestos de cultura y fiestas» con el fin de «trabajar en producciones cercanas» como alternativa a las suspensiones
Diversas promotoras deconciertos, empresas de servicios culturales y de producción del País Vasco han hecho público un comunicado conjunto en el que se quejan del «no por el no» de las instituciones ante su pretensión de evitar las cancelaciones de eventos y abogar por «aplazamientos y dinámicas diferentes», todo ello, con la crisis del Covid-19 como telón de fondo.
Recordando que llevan «sin facturar un euro» desde el pasado 14 de marzo (fecha en la que se declaró el estado de alarma) y «pagando créditos, facturas y gastos estructurales», los organizadores de espectáculos piden «un mínimo de empatía» ya que, consideran, «durante tantos años han hecho la vida un poco mas fácil a las instituciones culturales».
Alarmados por la posibilidad de «cerrar» al perder «el año» («las empresas del sector viven fundamentalmente de la temporalidad de primavera y verano», apostillan), solicitan que «no se vacíen los presupuestos de cultura y fiestas» con el fin de «trabajar en producciones cercanas, con limitaciones de aforos, descentralizadas y con artistas locales y del entorno como alternativa».
Bajo estas líneas te mostramos, íntegro, el documento firmado por empresas como Last Tour, Atlantik Events, Get In, Gin Música, La Crew, Panda Artist Management, Baga Biga Musika Ideiak, Audiomic, Extremiana, Etxekit, Edenika, Leiza Eventos, Star Lan, Ama Lur, Hotza, Nervion Flynn, Fokker, Soinueder, Izar Blue, Ingunza, Jaikide, Montaketak, Bostak Management, Atomic Producciones, Baskoson, Penny Wise, Zuzenean, Babel Music, Deep Lightning, Hiruki o Jira Musikaz, entre otras.
Música al aire libre // Marta Ennes
COMUNICADO #NONOSCANCELES
«De la misma manera, otra forma de programar y de realizar las producciones culturales y de ocio es posible, pero siempre con la voluntad de no dejar caer a las empresas del sector por un lado y atendiendo a las necesidades de la ciudadanía, como consumidores ávidos de este tipo de programación como necesidad esencial.
Desde el principio del estado de alarma nos imaginábamos que siendo los primeros en dejar de trabajar, seríamos los últimos en incorporarnos, por eso solicitábamos no suspensiones, sino aplazamientos y dinámicas diferentes en la organización de eventos y espectáculos, pero nos resistíamos a que las declaraciones institucionales fueran el no por el no, ya, si eso, el próximo año.
La mayoría de las empresas del sector viven fundamentalmente de la temporalidad de primavera y verano y si perdemos las opciones de trabajar en esa temporada, perdemos el año, y ¿qué empresa del sector (fundamentalmente pymes, autónomos y pequeñas cooperativas) pueden hacer frente a eso, sin cerrar?
Desde el 14 de marzo llevamos sin facturar un euro y pagando nuestros créditos, facturas y gastos estructurales, confinados pero trabajando en buscar solución a la que nos puede venir. Solo pedimos un mínimo de empatía por esas empresas de servicios culturales y de producción que durante tantos años han hecho la vida un poco mas fácil a las instituciones culturales.
Todos los ayuntamientos tienen un departamento de promoción de empleo, pero NO solicitamos ayudas extraordinarias, ni partidas especiales, sino que no se vacíen los presupuestos de cultura y fiestas. Qué manera mejor de promocionar el empleo que no destruir el trabajo y dar ese trabajo a las empresas cercanas. Proponemos ajustarnos a trabajar en producciones cercanas, con limitaciones de aforos, descentralizadas y con artistas locales y del entorno como alternativa.
Solicitamos que antes de anunciar ninguna medida respecto al trabajo habitual de nuestras empresas, nos sentemos con el objetivo de hacer posible el hecho del título del escrito.
Nunca habíamos tenido tanto tiempo para pensar en alternativas viables ajustadas al área sanitaria y con esas ideas en torno a una mesa y la voluntad clara de instituciones, se puede diseñar un plan de choque a nuestra situación laboral y al mismo tiempo crear una red con el espíritu de «Auzolana», porque, entre todos, estamos convencidos, esto tiene sentido».
