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Ocio y cultura

Las películas de febrero: “El profesor de persa” y “Bajocero”

Un éxito en salas beneficiado por las circunstancias… y un éxito en Netflix que no llegó a las salas debido a tales circunstancias. 2021…

Perez Biscayart y Eidinger // Alamode Film
En este segundo mes de 2021, hablamos de un éxito en salas beneficiado por las circunstancias… y de un éxito en Netflix que no llegó a las salas debido a tales circunstancias. E’ un mondo difficile…

Convendrán conmigo que esta puta pandemia, eterna y cronificada, nos ha convertido en una película gigante de Berlanga. Hay pícaros, jetas, contribuyentes, nostálgicos de la antigua normalidad y hasta vedettes que visitan granjas porcinas.

Les cuento esto porque el otro día fui al cine. Ya saben, cuando te quitas el pijama, apagas Disney+, sales a la calle y el tamaño de la proyección es cincuenta veces un televisor. El cine.

Pues bien. La escena parecía sacada de «La escopeta nacional». Éramos una decena, nos reconocíamos, casi nos saludábamos, pero percibíamos al otro casi como una amenaza. Desconfianza. «Un jueves en el cine, qué se habrá creído». Todos como en «Atraco a las 3»: cara tapada y mirada de falsa inocencia.

Era como cuando ves al camello el lunes por la mañana, te saluda y te sientes incómodo, cuando el sábado noche lo buscabas con ansiedad.

Vivimos dentro de una película de Berlanga, como decía. Pero quién iba a pensar que fuera «El Verdugo».

«EL PROFESOR DE PERSA»: PASOS DE EQUILIBRISTA

Si ha llegado a esta alturas de la reseña, quizá se esté preguntando qué película entré a ver. Pues el gran éxito del momento, quién lo iba a decir, que no es otro que «El profesor de persa», una película beneficiada por las circunstancias: hay pocos estrenos y el boca a oreja le está haciendo mucho bien. También es verdad que su target va del adolescente que quiere ver algo fácil pero «de calidad» hasta la jubilada que va en cuadrilla (ojo, 4 máximo) el domingo por la tarde al cine.

Gilles, el prota // Alamode Film

La historia de un prisionero que da lecciones de persa al nazi que gobierna su campamento (tranquilidad, no hemos contado nada que no suceda en los primeros 5 minutos) está narrada con tensión, progresión y con sus comodines muy bien dosificados, para enganchar desde el principio y ser mucho más un thriller que un film bélico al uso. El reo es un equilibrista que sabe que en cuanto resbale… está muerto. La tensión, por momentos, produce sudor frío.

Entiendo que los agoreros de turno dirán que la credibilidad de la historia no siempre se sostiene (dato menor: está basada en un hecho real) pero, ¿qué es el cine sino un truco de magia en el que hay que creer?

Así que en estas andamos, recomendando una peli rusa sobre un judío que enseña persa. Como decían en «El club de la lucha»: «Es que me has conocido en un momento extraño de mi vida».

Y EN CASA… «BAJOCERO»

Tras un par de intentos de asaltar los cines y fracasar por el covid y sus aforos, finalmente la que iba a ser una de las películas españolas del pasado año fue adquirida por Netflix.

El cine de género, cuando está bien hecho, ha de tener un sabor a ya visto pero con un matiz que dinamite esta sensación. «Bajocero» cumple con creces y ofrece unas interpretaciones memorables (atención: Javier Gutiérrez, Karra Elejalde y Patrick criado, entre otros) que apuntalan una trama que salta por los aires cuando justo comienza a dar síntomas de agotamiento. En una noche infernal, un grupo de convictos es trasladado en furgón por un paraje que ríase de Siberia. Una sorpresa aguarda en la carretera: un francotirador que exige la entrega de uno de los presos.

«Abróchense los cinturones, va a ser una noche movidita», que decía Bette Davis.

Vayan al cine, salgan a la calle, vivan. Nos leemos en un mes.

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