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Ocio y cultura

Puro teatro (enero): “Jamming”, hora y media de descojono garantizado

Jamming, teatro de improvisación

¿Puede una obra repetirse una vez al mes durante 4 años en la cartelera bilbaína? Sí si cada función es 100% improvisada y el público puede volver y volver sin cansarse. ¿Aún no conoces “Jamming»?

Los cuatro ingeniosos y brillantes cerebros tras "Jamming"
¿Puede una obra repetirse una vez al mes durante 4 años y seguir cosechando sold outs en la cartelera bilbaína? Sí si cada función es diferente, 100% improvisada y el público puede volver y volver sin cansarse. ¿Aún no conoces “Jamming»? Ya tienes propósito de Año Nuevo: que no pase de este 2018

Sí, ya sé lo que me vais a decir. Que si qué pereza, que si lo de la improvisación está más que visto, que si a estas propuestas se les ven las costuras cuando los protagonistas nos cuelan partes previamente ensayadas… Pues no. Nada de eso es aplicable a “Jamming”. Porque “Jamming” no es otro espectáculo más de improvisación. La obra homónima de esta compañía madrileña está a años luz de cualquier montaje semejante que pueda verse hoy en día en nuestras carteleras. Es creación pura en directo, es magia, es carcajada tras carcajada; sin guion, sin escenografía, sin trampa ni cartón.

Prueba de la excelencia en el subgénero del teatro de improvisación que alcanza “Jamming” es que llevan 14 años en la cartelera madrileña, lo que supone unas 3.000 funciones y más de un millón y medio de espectadores. Pero por suerte no solo podemos verlos en Madrid, pues su propuesta “Jamming On Tour” (aparte de haberlos llevado por Europa, Latinoamérica y media España) los trae a Bilbao (Teatro Campos) un sábado al mes ¡¡desde hace 4 años!! Y llenan casi siempre. De hecho, hace poco han empezado a duplicar sesiones, añadiendo un pase de 18:30h. al habitual de las 21h. Y los sold outs continúan… Algo tendrá el agua cuando la bendicen, ¿no?

Jamming, teatro de improvisación

«Jamming», un sábado al mes en Bilbao. Y en 2018, con doble función mensual

El mecanismo en sencillo: al entrar en la sala, cada espectador recibe una tarjeta en la que podrá escribir, literalmente, lo que le dé la gana. A lo largo de los 90 minutos de la función, se irán seleccionando aleatoriamente tarjetas que servirán de tema para los diferentes segmentos del show. Por si fuera poco, cada gag se realizará en un “estiling” también elegido por el público: “culebroning”, “terroring”, “tarantining”, “shakespearing”… Todo, con la intención de que una carcajada se entrelace con la siguiente ininterrumpidamente.

Lograr ese objetivo queda en manos de los actores (también en cierta medida directores) que “Jamming” sube al escenario, cuya valía es la verdadera clave de su éxito. Su ingenio, su rapidez, su brillantez, su infinito sentido del humor y su bagaje de fieras curtidas en batallas escénicas de todo pelaje, queda patente desde el primer sketch. Y es que hay que tener un dominio escénico total, un catálogo de recursos actorales inmenso y una mente absolutamente preclara para pasar hora y media saltando sin red a ese nivel (servidor no les ha visto quedarse en blanco o repetir gag en los 6 pases a los que ha asistido). Para que el engranaje “Jamming” ruede, también es básica la patente complicidad con la que los protagonistas trabajan, así como la generosidad entre ellos para conseguir brillar mientras ayudan a brillar a sus compañeros. Ellos son los primeros en disfrutar y en sorprenderse con lo que van creando sobre la marcha; eso no se puede fingir, y el público lo nota y lo agradece.

Diferente, única, ideada en el momento, cargada de morcillas relativas a la actualidad y al lugar en el que actúan; así es cada función de “Jamming”. Un derroche de hilarante espontaneidad gracias a la frescura y al nervio de intérpretes-improvisadores como Lolo Diego, Juanma Díez, Joaquín Tejada o la arrolladora Paula Galimberti. Normalmente, los espectáculos de “Jamming” en Bilbao están integrados por tres actores y un técnico (igualmente versado en improvisación, claro, pues iluminación y efectos se van ideando en directo). Y no hace falta más para llenar la Sala Cúpula del Teatro Campos de Bilbao. Pero si tienes oportunidad, acude también a una de sus “Sesiones golfas” (que suelen traer a Bilbao una vez al año), en las que se vienen con un actor más, se bajan a la mucho más grande Sala Teatro del Campos y se hacen acompañar de música en directo y de algún artista/amigo invitado (Adrián Lastra, Cecilia Freire, Ana Morgade, Chenoa o Gorka Otxoa, entre otros muchos, ya han hecho sus “Golfas”).

Ah, y si eres de los que prefieren mantener sus risas en el oscuro anonimato del patio de butacas, tranquilo/a, nadie va a forzarte a dar la nota. Eso sí, si buscas tus 15 minutos de gloria, aprovecha cuando en “Jamming” pidan voluntarios, lo vas a disfrutar. Es más, si sois una pareja, desde BI FM os animamos a salir cuando llegue el segmento romántico del show; el regalo que os van a hacer no se paga con dinero… En serio. Las próximas fechas de “Jamming on tour” en la Sala Cúpula del Teatro Campos de Bilbao serán el 13 de enero (18:30 y 21h.) y el 17 de febrero (18:30 y 21h.) de este recién estrenado 2018 (también hay versión para peques, «ChiquiJamming», los domingos 14 de enero y 18 de febrero en horario de mañana). Lo dicho, el descojono sin freno está garantizado durante 90 minutos. Si quieres ganar años de vida, vaciarte de la risa y volver a llenarte de energía, ahorrarte una sesión de psicólogo y un masaje anti-stress y salir del teatro renacido/a, asiste a una función de “Jamming”. Y repite; repite las veces que quieras. No vas a dejar de reír ni de sorprenderte. Palabra.

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