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Entrevistas

Alcalá Norte: «Escribimos a todos los sellos de España y nadie respondió»

Himnos oscuros pero efusivos, festivos pero combativos, culturetas pero de barrio. Sí, son los de «La vida cañón», pero hay mucho más.

Alcalá Norte // Pablo Garrido
Charlamos con Álvaro Rivas, cantante de la que, sin duda, es la banda indie del año gracias a un arrollador primer álbum pleno de himnos oscuros pero efusivos, festivos pero combativos, culturetas pero de barrio. Sí, son los de «La vida cañón», pero su propuesta va mucho más allá, y avisan: «Hay Alcalá Norte para rato»

Precedido por varios singles entre los que ya se incluía su ya icónico «La vida cañón», «Alcalá Norte», el álbum, salió casi de tapadillo, un miércoles de abril… y por medio de Balaunka, sello vasco especializado en bandas euskaldunes. ¿Que qué pintaban estos madrileños de Ciudad Lineal en su catálogo? Pues buena pregunta, por eso se la hacemos más abajo a Álvaro Rivas, su cantante.

Casi nada de lo que orbita alrededor de Alcalá Norte es típico ni previsible. Lo que ha ocurrido a lo largo de los siguientes meses nos habla de un ascenso meteórico (dentro de los estándares de la música alternativa) apoyado en el recorrido de su canción estrella, pero también de otro buen puñado que ha dejado en nada la alerta de «hype» injustificado.

Por si fuera poco, su participación en varios de los principales festivales del país, incluso incorporados a los carteles de estos cuando ya se encontraban cerrados (caso de Bilbao BBK Live) o anunciándose como «banda sorpresa» (caso de Ebrovisión), ha hecho que su popularidad haya crecido como la espuma.

Tras un verano pleno de festis, llega el turno de «La gira cañón», un periplo por salas que ya cuenta con varias fechas agotadas. Próximas paradas: Bilbao, Santander y Oviedo. Nos ponemos calzado cómodo… y al pogo.

Felicidades, sois el grupo del año. No sé si os sentís así.

Sí, bueno, sí que pensábamos que sería cosa de un mes y que al mes siguiente se estaría hablando de otros, pero hace seis que sacamos el álbum, el año se va acabando y sí es verdad que llevamos con ese impulso toda esta temporada. Es la polla. Acabo de dejar el curro para centrarme en Alcalá Norte, así que un puto placer.

Iba justo a preguntarte si os había cambiado la vida…

En la banda cada uno tiene sus particularidades, pero se nos ha hecho incompatible combinar nuestros trabajos con la música. Yo lo he sentido así y el compromiso que tengo con la banda no podía cumplirlo si tengo ocupadas mis horas de 9 a 17 con otra cosa, en la que tampoco puedes rendir si has de lidiar con pruebas de sonido, viajes y la constante carga mental. Dejo de lado mi carrera profesional para profesionalizarme en esto de la música.

Hubo hype previo, sobre todo motivado por «La vida cañón», un hit que podría haberse quedado ahí, pero me atrevo a decir que «Los chavales», «Supermán» o alguna más son ya favoritas de muchos. Un single de éxito puede ser una bendición, pero también una condena.

Sí. Es brutal haber conseguido tener un hit, una canción que es un pelotazo y que se eleva incluso por encima de la banda, pero yo estoy tranquilo porque sé que no solo somos los de «La vida cañón». A la gente le gustan mucho «Los chavales» o «La calle Elfo». Agradezco que digas lo de «Supermán» porque me parece la gran olvidada cuando la gente señala favoritas. Nuestra versión de La Paloma, «El rey de los judíos», también gusta mucho. Siempre hay frikis que escogen alguna más raruna, como «Westminster», ja, ja.

Alcalá Norte // Pablo Garrido

En vuestro reciente concierto de Ebrovisión recuperasteis «Arteligencia intificial», canción que no está en el disco ni en vuestros singles de Spotify.

¡Sí, sí que está! Pero nadie llega a ella, ja, ja. Hay que darle a ‘Aparece en’, porque salió en un recopilatorio.

Una canción que, en su versión original, es muy oscura, muy ochentera, muy afterpunk, etiqueta que os siguen asignando, aunque la verdad es que ahora no sonáis como en aquel single.

Pues, ojo, que siempre la hemos tocado como la tocamos ahora. Realmente, lo único que ha cambiado es que la grabé con voz grave y ahora la hago más aguda. En cuanto al sonido, era fruto de la necesidad. Nuestro teclista de entonces era el único que sabía producir y hacía lo que quería con el sonido. A nosotros nos parecía bien, porque lo importante era tener cosas grabadas para poder movernos, que te dejaran una sala y todo eso.

Allí tocasteis la medio versión que decías de La Paloma, pero también la canción que hicisteis con VVV [Trippin’ You].

Cuando surgió la posibilidad de coger «El guerrero marroquí» y hacerla un poco más bakala, cosa que nos sugirió un tipo que iba a ser nuestro manager y que al final no lo fue, nos pareció bien y hablamos con Adri, que es quien teníamos más a mano con ese sonido. Él nos regaló su tiempo y su talento y nos quedó ese temita ahí más bakaluti.

Alcalá Norte en Bilbao BBK Live 2024 // Asier Izquierdo

¿Hay otras bandas con las que tengáis buen rollo u os sintáis cerca artísticamente?

¡Sí! Dharmacide, por ejemplo… o Los Chivatos, por decir dos no muy evidentes.

¿Qué tal os sentís codeándoos con tantos grupos en los festivales?

¡Bien! Con Los Planetas nos llevamos dabuti, son unos máquinas. Nos tratan de puta madre y hay verdadera camaradería. Lori Meyers son superatentos y cuidadosos, nos tratan con muchísimo cariño. Conocimos a Mikel Erentxun y colega a muerte. Amaral son muy majos con nosotros.

¿Notáis que incluso gente ilustre se acerca a vosotros interesándose por el grupo?

Joe, sí, eso es una maravilla. Todos los que te he nombrado nos han dado cariño en redes y luego se han volcado cuando nos hemos conocido.

Cuando el público os conoce en persona, en directo, yo creo que se sorprende porque cada miembro parece de un rollo diferente. No sería fácil adivinar el sonido del grupo solo con vuestras pintas.

Eso nos ha ocurrido siempre, porque ha pasado mucha gente por Alcalá Norte y ya era así. Partimos de la base de que el batería es heavy, que yo tal… el núcleo ya es bastante heterogéneo. Si encima te pones a sumarle piezas… pues se dispara esa rareza. Es algo que creo que es positivo. Recuerdo que había momentos que pensaba que eso nos iba a penalizar, que habría sellos que dirían que a dónde íbamos, que no teníamos imagen, pero creo que era una chorrada, que al final esa diversidad se despliega y nos trae bondades. Lo que tenemos en común lo tenemos clarísimo.

Ciudad Lineal sound // Pablo Garrido

Vuestro batería es un fenómeno. Estoy por darle un podcast en BI FM. No calla, el tío.

Ja, ja, ¡ya lo tiene! Se llama «La nave ratonera» y se emite en Radio Relativa, aquí en Madrid. Tienen 200 horas subidas, lo menos.

Madrid es importante para vosotros. Alcalá Norte, para quien no lo sepa, es un centro comercial de allí y en el disco incluís alguna coordenada.

Al comienzo de «Supermán» digo los dígitos de nuestro código postal, la calle Elfo está aquí en Ciudad Lineal… los tres que fundimos la banda nos conoceos aquí y es lo que más nos une. El barrio tiene una historia muy chula y toda mi familia es de aquí.

¿Cómo acaba un grupo de Ciudad Lineal en un sello vasco con un catálogo tan euskaldun como Balaunka?

Esa pregunta nos la hacen demasiado poco. Hay dos saltos en nuestra historia. Nuestro guitarrista de pelo gris, Carlos Elías, al comienzo solo era nuestro productor, pero se involucró tanto en la composición del disco que al final entró en la banda. Él nos presentó al que ahora es nuestro manager, Jose Jerte, quien había tenido tratos exitosos en el pasado con Ñako, de Mauka y Balaunka. Puesto que Jose escribió absolutamente a todos los sellos de España sobre Alcalá Norte y nadie respondió, pensó que su buen amigo Ñako le haría caso y nos fuimos con ellos.

Pues han pegado el pelotazo…

Sí… y, visto en perspectiva, de todos los sellacos que pasaron de nosotros, seguramente ninguno nos hubiese tratado con este cariño.

No sé si tiene que ver, pero en Miranda incluso os atrevisteis con el euskara…

Sí, en el disco cantamos ese trozo de «Los chavales» en catalán, pero en función del sitio la hacemos de una manera o de otra.

En esa canción también cantáis en francés. Y vuestras letras están llenas de referencias históricas y bastante culturetas. De barrio, sí… pero leídos.

Ja, ja, eso sí. Le he dado mucha cera en general al estudio en mi vida y estoy recuperando esa pasión. Cuando empezamos la banda no sabíamos quién iba a escribir las canciones, fui cogiendo yo esa responsabilidad y al principio no tenía nada que escribir que no fueran mis apuntes. ¿Que me había leído un libro y había apuntado tres claves? Pues venga, las convierto en canción. ¿Que he estado estudiando mates y me mola el rollo del ‘machine learning’? Pues venga, «Arteligencia intificial». ¿Que he estado leyendo sobre la I Guerra Mundial? Pues venga, «Desorientado en Langermarck». Al principio pensaba que estaba practicando, hilando palabras una tras otras y que en el futuro ya cantaría sobre otras cosas, pero nos dimos cuenta de que tenía hasta gracia y lo hicimos parte de la identidad del grupo.

Letras atípicas que ahora veréis coreadas en salas…

¡Sí, tío! Hemos hecho un montón de festivales, de todos los tamaños, pero nos faltaba ir a las salas, que es lo habíamos venido haciendo hasta que esto petó. Así que ahora por fin estamos teniendo a nuestro público de verdad ahí abajo, cantando nuestras canciones. En los festivales solo hemos tenido pildoritas de eso.

La gira cañón

Lo siguiente, Bilbao.

Nos va a abrir Marte Lasarte, supergrupo de Balaunka con integrantes de diferentes bandas vascas, y nosotros vamos a llevar un set más largo que en los festis, incluso con alguna canción nueva. Al frente, un chalado, y atrás, otro, un backman, el batera, que ejerce de maestro de ceremonias, junto a unos músicos de primer nivel. Daremos vino, que pa algo somos báquicos, y Barbosa demostrará su pedigrí vasco porque el rock radical es lo que le apasionó durante toda su adolescencia.

Después Santander, Oviedo, Coruña, Granada, Salamanca, Zamora, Canarias, Andalucía, doblete en Madrid… ¿Seguiréis este ritmo en 2025?

En 2025 haremos una pausa, para componer y preparar de nuevo el setlist para los festivales del año que viene, con salas después. Hay Alcalá Norte para rato.

Os vais a quedar sin ver a Oasis…

Ja, ja, uno del grupo tiene entradas, pero la prioridad es Alcalá Norte, así que si se las tiene que comer, que se las coma. ¡Ponlo, ponlo! Que lo lea.

Alcalá Norte actuarán el próximo 11 de octubre en Bilbao (Stage Live), el 12 de octubre en Santander (festival Indiferente) y el 13 de octubre en Oviedo (La Salvaje). Todas sus fechas, en este enlace.

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