BIFM
Entrevistas

Depresión Sonora: «El individualismo hace que al final estemos solos»

Su primer álbum, «El arte de morir muy despacio», ha venido precedido de cierto hype gracias a himnos generacionales oscuros y lo-fi.

Depresión Sonora
Su primer álbum, «El arte de morir muy despacio», ha venido precedido de cierto hype gracias al éxito previo de unos singles que, en pleno confinamiento, llegaron a miles de personas, primordialmente jóvenes. Himnos generacionales, oscuros y en baja fidelidad, que hacen del vallecano Marcos Crespo uno de los músicos más interesantes de la actualidad

Hablando con Marcos Crespo uno se da cuenta de que esa angustia adolescente a la que le cantaba el malogrado Kurt Cobain, líder de unos Nirvana cuya camiseta luce el vallecano en las fotos promocionales de Depresión Sonora, está ahí, bien presente, pero por motivos coyunturales, no por ganas de querer regodearse en ella.

Su primer álbum, «El arte de morir muy despacio», acaba de ver la luz, editado por Sonido Muchacho (Carolina Durante, Los Punsetes, Hinds) y con bastante revuelo alrededor, gracias sobre todo a canciones como «Ya no hay verano» o «Gasolina y mechero», himnos generacionales que, con varios millones de reproducciones en plataformas, pegaron fuerte estos dos años previos marcados por la pandemia.

Canciones oscuras, tan costumbristas como personales, con un sonido en baja fidelidad que las emparenta con el post-punk ochentero, pero que tiene tanta vigencia como la certeza de que, hagamos lo que hagamos, «nos morimos igual».

Hablamos con él antes de sus conciertos en Euskadi de este próximo fin de semana: Bilbao, este próximo viernes, 18 de noviembre (Stage Live); Donostia, el sábado 19 (Dabadaba). Después, la cosa seguirá por Valencia, Murcia, Salamanca, Valladolid, Granada, Sevilla, Málaga… antes de saludar un 2023 plagado de festivales y con salto a Latinoamérica incluido.

La música como apoyo

Un disco precedido de cierto hype. Tu discográfica ha dicho que es lo mejor que han sacado nunca, en Spotify pasas del medio millón de oyentes, en Instagram tenéis más de 100.000 seguidores, los posts tienen una media de 20.000 likes…

Sí, se podría decir que había mucha gente con ganas de que saliera. Un poco fuerte lo de la discográfica, aunque yo estoy de acuerdo, pero porque es mi música. Lo de Internet es un poco ficticio. Más allá de los números, espero que le llegue a las personas que les tiene que llegar, que sea en el momento apropiado de sus vidas.

Tus canciones, justamente, llegaron en un momento creo que muy adecuado. El primer EP salió en mayo de 2023, en pleno confinamiento, y canciones como “Ya no hay verano” se han convertido en himnos generacionales.

Totalmente. De alguna forma entró por un hueco, con un mensaje, y alcanzó cierta viralidad. Pero ahora no busco aprovechar un momento concreto, sino hacer un disco mucho más personal que llegue a la gente.

El aroma oscuro de la propuesta, en cualquier caso, encaja en el contexto. El contexto sí que ayuda, sobre todo de cara a la gente joven, la de tu generación.

Sí, pero igual que es oscuro, el disco tiene cosas más luminosas y alegres. En España igual había un hueco vacío en este contexto, así que es bastante oportuno que existan proyectos de este corte, oscuro, porque son otra clase de sentimientos que conviven perfectamente en la vida de todo el mundo. Están ahí.

Tus letras son oscuras, pero no como sinónimo de “siniestras” o algo así.

Yo diría más bien que son “cotidianas”. Hay cosas muy cercanas a la realidad de muchas gente.

Sobre el sonido sí que os habrán tildado de “siniestros”, entendido en clave ochentera. 

Sí, pero reniego totalmente de la estética del pelo cardado y todo eso. Me gusta otra estética y el sonido lo-fi sin necesidad de irme a música antigua. Actualmente hay muchos géneros enfocados en ese sonido oscuro, apagado, que suena a cinta. Que sí, que todo tiene un contexto y viene de donde viene, pero lo mío es un gusto por ese tipo de sonoridad, no por esa época.

Teenage angst

En los 80 ese sonido, en muchas ocasiones, salía por necesidad, porque había los medios que había. Aunque el disco se abre bastante 90s, voy a decir, no tan lejos de cosas como las que hacen tus amigos de VVV [Trippin’you].

Para mí no se ha tratado tanto de recuperar nada como de descubrir el gusto, la pasión por hacer sonar las cosas de una forma diferente. No viví esos años, ni tuve tampoco muchas cintas, quizá en el coche, de pequeño, pero creo que con un sonido en alta calidad se dejan de trasmitir ciertos sentimientos que de esta forma es más fácil.

“Bienvenido al caos”, el corte 2, es una carta de presentación y una declaración de intenciones.

Sí, “Bienvenido a la vida”. Esto es lo que hay.

“Córtate el pelo”, “búscate un trabajo”… ¿De dónde saca fuerzas la actual juventud para enfrentarse a “lo que hay”? Antes te prometían que todo iba a salir bien si seguías ciertos pasos, pero ya se ha demostrado que no era verdad.

Mucho se habla de que somos una generación de cristal y de que no valoramos lo que tenemos, pero vivimos una situación muy complicada en muchos aspectos, con mucha menor perspectiva de futuro, y, aún así, seguimos adelante. Las fuerzas se sacan de poder desahogarnos con canciones como estas, de pequeñas cosas que van viniendo. La situación actual trae muchos problemas, pero confío en que todo acabará yendo bien.

Hay canciones que hacen referencia a lo de fuera, pero también a lo de dentro. Las hay más costumbristas y las hay más introspectivas. ¿Qué da más miedo? ¿Te rayas más por lo que ves o por lo que sientes?

En general, me da más ansiedad lo de fuera, lo que no puedes controlar. Lo que pasa que lo de dentro siempre acaba doliendo más.

La “Carta a la soledad” con la que abres la Parte II del álbum es un catálogo de motivos por los que estar inmensamente triste. Es una canción muy personal y muy doliente. No todo el trabajo es así, reiteramos. Hay también sarcasmo y bastante coña.

En esa no hay nada de coña, no. En el disco está todo un poco mezclado porque yo soy así, porque la forma de sobrellevar ciertas cosas es con humor y sarcasmo, pero sí que hay ciertos momentos en los que todo es mucho más duro, de tocar fondo, y de ahí salen canciones como esa.

¿Compones en la soledad? ¿En tu habitación? Me lo imagino así.

Sí, me puedo tirar horas y horas en mi habitación, en un medio estudio que he montado, con la guitarra y frente al ordenador, grabando ideas, probando. Escribir puedo escribir en muchos momentos, voy apuntando cosas. Pero componer, lo hago encerrado en casa.

“Nadie va a buscarme entre tanto ego”, cantas en un trabajo en el que llegas a preguntarte “dónde están mis amigos”. ¿Pecamos de individualistas?

Totalmente. El individualismo, el creer que somos únicos y especiales, el pensar que lo que nos pasa a nosotros no le pasa a nadie más, el poner por delante de cualquier cosa nuestro ocio y disfrute… hace que nos alejemos de todo, de cuidar a quienes tenemos alrededor, de compartir. Eso hace que al final estemos solos.

El disco te va a hacer estar cerca de mucha gente. ¿Cómo esperas que se lo tomen?

Espero que se sienten a escucharlo entero, que no se centren solo en los singles, porque lo interesante es escucharlo con calma y atento a todos los detalles, porque tiene mucho fondo.

Hay un fondo, un concepto, que solo se alcanza en conjunto.

El final es bastante positivo y esperanzador. Son tres partes muy diferenciadas y para nada al final te va a dejar con mal sabor de boca o triste.

¿Cuál es la canción más especial del álbum para ti?

Creo que sería “Veo tan dentro”, porque es la que más realidad y menos ficción tiene. Es una experiencia personal al completo que habla de cuando conocí a mi novia. Está reflejado ahí al cien por cien.

Te vimos en el BBK Live. ¿Cómo llevas plantarte ante tanta gente contando movidas tan íntimas, con canciones compuestas en la soledad de tu cuarto?

Lo llevo muy bien, me parece una experiencia y una sensación muy bonita. Verle a la gente la cara, ver cómo siente la letra, la canción, cómo se identifica con el mensaje, es muy guay.

Lo de dentro y lo de fuera

¿Depresión Sonora es cosa de uno, de tres…?

Ahora mismo en directo somos tres, pero por cuestión de presupuesto, aunque me gusta el formato y creo que funciona. En el futuro me gustaría ampliarlo y llevar a más gente, con otro espectáculo, más grande.

Así que sois de momento tres… y tres que vais a estar de gira lo que queda de año y el siguiente.

Sí, para el año que viene la ida es seguir girando, haciendo más salas por España, festivales en verano e iremos a Latinoamérica, que ya estuvimos en febrero y fue muy bien. La idea es volver.

Arriba