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Entrevistas

Kokoshca: «Darle contenido a la vida es la clave para la felicidad»

Entrevista por «La Juventud», nuevo álbum que habla del paso del tiempo y de cómo sobrellevarlo, aunque sea «bocabajo».

Kokoshca
Charlamos con la banda pamplonesa, de plena actualidad por «La Juventud», un nuevo álbum que habla del paso del tiempo, del trabajo, de barrios que ya no son… y de cómo sobrellevarlo, aunque se pase uno la existencia «haciendo parkour». Bocabajo, vaya…

A los pamploneses Kokoshca los conocimos allá por 2008, cuando el sello Birra y Perdiz, la extinta y underground disquera madrileña les editó «Únete a Kokoshca», su primer largo, el cual vio la luz en formato CD-R (sí, cedé grabado de manera doméstica), como también lo hicieron los trabajos de sus compañeros de escudería: Espanto, Los Ginkas o Anntona (sin sus Punsetes). «Rollo indie», que diría algún ilustre.

Dieciséis años y varias discográficas después (Elefant, Discos Walden, Gran Sol, Sonido Muchacho -su actual casa-) han sido muchos los singles, EPs y álbumes publicados por el cuarteto liderado por Amaia Tirapu (guitarra, voz) e Iñaki López (guitarra, voz) y completado, desde 2013, por Iñigo Andión (bajo) y Álex López Allende -sí, el de la sala donostiarra Dabadaba– (batería), hasta plantarse en este 2024 con «La juventud», un nuevo álbum que es ya el quinto (o el séptimo, ¡o el noveno!, dependiendo de cómo hagamos las cuentas) y que, con permiso del fantástico «Kokoshca» (Sonido Muchacho, 2021), es su mejor obra hasta la fecha.

Un disco con suficientes melodías y estribillos pop como para hacerte tararear en la ducha, pero con el punto de distorsión y experimentación marca de la casa. Así, van del indie rock al kraut, pasando por el dub. Y si hay que meter autotune, pues se mete, que la juventud está para probar cosas. Hemos venido a jugar… y jugamos.

Y si llegas a los 40, pues bienvenido, como cantan sus amigos de Triángulo de Amor Bizarro. La juventud no deja de ser un estado mental, ¿no? Lo importante es seguir siendo uno mismo, reconocerse, y Kokoshca siguen siendo los mismos de siempre. Pero mejores.

Hablamos con Amaia antes del concierto de presentación en Bilbao de este próximo jueves, 24 de octubre en Kutxa Beltza (Kafe Antzokia). Después, pasarán por Vigo (08/11, Radar), Santiago (09/11, Sónar), Donostia (15/11, Dabadaba), Santander (23/11, Niágara), Valencia (26/12, 16 Toneladas), Madrid (18/01, Changó), Granada (31/01, Planta Baja), Sevilla (01/02, Sala X), Zaragoza (14/02, Sala López), Barcelona (15/02, Upload)…

¡Dentro entrevista!

Menudo alegato de Pepe Mujica para abrir el álbum. Supongo que da respuesta a cualquier pregunta que pudiera hacer sobre por qué llamar al trabajo «La juventud». En todo caso: ¿Por qué ese primer corte? ¿Os dio Mujica la idea del disco o cantarle a «la juventud» fue primero y las palabras de Mujica solo reforzaron esa idea?

Cuando íbamos componiendo el disco vimos que había cierta mirada y energía juvenil común en todas las canciones. Sin darnos cuenta estábamos hablando de la Juventud. Pepe Mujica vino después. En casi cada aparición pública suya el hombre apela a la juventud y vimos que encajaba con nuestra idea.

En la alocución de Mujica hay dos puntos que destacaría: uno, sobre la importancia de «aprovechar la vida al máximo», algo que suena más genérico y manido, pero luego anima a «luchar por darle contenido y dirección a la existencia». Eso me parece mucho más profundo, edificante y menos previsible. Vosotros, con Kokoshca, os habéis pasado la juventud no solo disfrutándola, sino sacándole jugo. Son más de 15 años y más de 100 canciones… No se puede decir que solo hayáis querido «estar de ciego», desde luego…

Darle contenido a la vida es la clave para la felicidad, eso quiere decir Mujica. Kokoshca es nuestra forma de mirar el mundo y es nuestra vida durante los últimos lustros. Seguimos aquí, que no es poco y vamos mejorando como compositores, productores.

Os pregunto esto porque le cantáis a la juventud al tiempo que sois veteranos sin ser viejas glorias y adultos a medio camino entre la senectud y la chavalería. Estáis, vitalmente, en tierra de nadie. Y, ¿artísticamente? ¿Dónde sentís que encajáis? ¿Queda algo de la escena “indie” que os vio nacer?

Dicen que la vida es como una U, estamos en la parte de abajo del tobogán, luego sube, mejora. Artísticamente seguimos trabajando y somos referencia confesa de los nuevos grupos con guitarras que nacen. De esa escena aún quedamos otros grupos como Triángulo de Amor Bizarro, Los Punsetes, Joe Crepúsculo, etc. De esto mismo hablamos con Carolina Durante y Los Punsetes el otro día en nuestro podcast La Juventud, episodio 4.

Kutxa Kultur Festibala 2017
Kokoshca en directo // Lucía Astrain

Le gustáis a todos los críticos musicales especializados y a todos los músicos del mundillo indie, en definitiva. Pero, ¿grupo de culto? No sé si os mola la etiqueta. ¿Lo sentís así?

Queremos ser populares, que bailen nuestras canciones en fiestas de los pueblos.

Poniéndonos en plan abuelo cebolleta: Vosotros le contáis ahora a un teen que vuestro primer disco salió en CD-R… y se cae de culo. ¿Eran mejores los tiempos de MySpace y cedés tostados o estamos mejor ahora, con el streaming como rey de la difusión musical?

Ahora hay más industria establecida en el underground. Lo que por una parte es bueno porque te crea un sistema, una estructura y dota de dignidad a un trabajo que antes solo se relegaba a nichos artísticos y a veces snobs. Pero por otro lado el cártel de Silicon Valley entró en el negocio musical con Steve Jobs, vendiéndole el streaming a las multinacionales tras Napster. Eso cambió la historia y llenó de ansiedad a los artistas y oyentes. Escuchas bulímicas y epidérmicas, cada vez más pasto de la lógica antihumanista neoliberal.

«La Juventud» tiene un concepto, tiene singles potenciales, es ecléctico, cortito, directo… ¿Qué es lo que más os gusta a vosotros de este trabajo?

Nos parece sólido. Las canciones funcionan por sí mismas siendo eclécticas y a la vez como unidad sonora y conceptual.

Kokoshca – La Juventud (2024)

También tiene una imagen muy chula. La portada es un poco vintage, tiene un aire ochentero, casi cinematográfico. Luego, la carpeta, cuenta con un diseño que bien podría haber sido también portada, pero que muestra quizá otra cara de Kokoshca. La parte más pop, melódica y canónica Vs. ese otro lado más punk, destartalado y sin pulir. ¿Podría ser?

Ideamos el concepto junto a Julen Alberdi, el diseñador. La portada está congelada en el tiempo como un instante de medianía vital. Por dentro es colorido, punk y juvenil.

En portada salís cuatro, pero de un tiempo a esta parte os acompaña Betacam, cuyos sintetizadores están presentes en el álbum, sobre todo en «Sácame a bailar». ¿Qué os aporta el ex Templeton, Rusos Blancos y Cosmen Adelaida?

Carrasco nos aporta el umami, el quinto sabor, la parte más kraut y sintética que buscamos con él. Es un gran artista.

Habéis incorporado a un cántabro, pero no dejáis de ser una banda de Pamplona. En «La juventud» le cantáis, concretamente, a vuestro barrio. ¿Cuál es? ¿San Juan?

Donibane, San Juan, sí. Un barrio de Iruña clase trabajadora-media. Envejecido ahora que se empezó a llenar en los años 60-70.

¿Cómo están las cosas en Pamplona. musical y socialmente? ¿Es un buen sitio para estar y tener un grupo?

Pamplona es un buen sitio para vivir y para tener un grupo, puesto que hay cierta comunidad y apoyo entre músicos, pero hay algo que es indignante: no existe ninguna sala de conciertos de aforo medio con las especificaciones técnicas adecuadas. Una sala de 200-300 personas que bien podría ser municipal, como sucede en Donosti con Intxaurrondo, o de otro modo, Psylocibenea en Hondarribia. Lo que pasa con esto son dos cosas; por un lado, tanto artistas como público se acostumbran a un show precario, no se ve, no se oye, estoy en un bar donde luego estoy de pedo y no guardo silencio. Y, por otro, no pasan artistas internacionales o estatales por la ciudad que no quieren tocar en esas condiciones, lo que se convierte en un círculo vicioso.

Por supuesto que es encomiable la labor que hacen los bares por la música en directo y gracias a ellos se pueden ver a grupos por Pamplona, pero dejar la gestión de las escasas salas de música a hosteleros que piensan en su negocio y poco piensan en el arte no favorece nada. Deberían intervenir el Ayuntamiento o el Gobierno y crear una sala pública y desde la institución otorgar valor a la música en directo y al ecosistema que la crea.

Está pasando que en esos barrios de nuestra infancia ya «solo quedan viejos», no hay nadie «de los de antes» y quienes crecimos en ellos, en muchos casos, nos hemos tenido que ir fuera. Por decisión… o por obligación. 40 años después, los hijos no tienen dinero suficiente para comprar los mismos pisos que adquirieron sus padres en los 70-80. Es bastante descorazonador… os ha quedado melancólico el corte, pero bien daría para algo más punk. ¿Estáis en ese punto más nostálgico? ¿Vale más el «tiempo» con el que (vía Pepe Muijica) cerráis el disco que cualquier otra cosa?

No, no estamos nostálgicos. Constatar el paso del tiempo en el barrio en el que has crecido solo es retratar el presente. El tiempo es lo único que tenemos y la gente te paga por cederlo cada día en el curro.

Kokoshca de gira

Ya que hablo de punk, en el disco hay incluso algo de kraut (como en la nombrada «Sácame a bailar») o dub (como en «Nos pasa siempre»). ¿Qué importancia ha tenido Raúl Pérez y grabar con él en La Mina para el sonido del disco?

Nos enfrentamos con libertad a la hora de componer las canciones y probamos estilos nuevos pero lo bueno es que todas tienen una voz propia, suenan a Kokoshca. Nosotros hacemos la preproducción de las canciones, la estética sonora que a menudo es muy clara, por ejemplo en esas dos que citas.

Con todo, la importancia de Raúl es capital, puesto que es él quien da unidad sonora, me refiero a lo que no se percibe tan rápido como si esta canción es dub o está es un corrido, a los trucos de producción ,de mezcla, etc. ¡Al cómo, no al qué! Y su labor es captar esa energía de trabajo intenso concentrada en unos días en su estudio y conducirte para conseguir un disco con una unidad sonora que suena muy bien.

¿Cómo estáis llevando ese sonido al directo? ¿Qué estáis tocando? ¿Cómo va a ser en Bilbao?

Estamos incorporando nuevas canciones que funcionan muy bien. En Bilbao siempre nos sentimos un poco como en casa, va estar de puta madre.

Planes. Le queda poco a 2024 y el álbum acaba de salir: ¿Cómo afrontaréis 2025?

Seguir presentando el disco por más sitios y seguir creando. Esto no para.

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