BIFM
Gente de aquí

“Las bodas vascas requieren un plan A, un plan B y hasta un plan C”

Organizar bodas den Bilbao

Charlamos con dos «wedding planners» y una DJ para saber más de su trabajo organizando enlaces matrimoniales. Te casaste… ¡te embarcaste!

Inés, Tania y Zuriñe // BI FM
La industria nupcial trabaja a destajo para llegar al periodo estival con todo atado y bien atado. Charlamos con las «wedding planners» Inés González y Tania Franco (Marketing For Lemons) y con la DJ Zuriñe Ortega (Penny Lane), para saber más de su trabajo. ¡Vivan los novios!

Acaba de arrancar el año y, aunque estas no son fechas habituales para la celebración de bodas, podemos aseguraros que la industria nupcial trabaja a destajo para tener todo atado de cara al periodo estival, cuando se dispare el número de enlaces matrimoniales en nuestro territorio.

Unos eventos, las bodas, que (presupuesto y nivel de exigencia al margen) requieren de mil y un detalles que tener en cuenta, créenos (si estás soltero). Así, de un tiempo a esta parte se ha consolidado fuertemente la figura de la «wedding planner«, es decir, la persona contratada para que, simple y llanamente, todo salga perfecto el llamado «día más feliz de la vida».

Como queríamos saber más acerca de lo que conlleva montar un casamiento (y con San Valentín a la vuelta de la esquina), nos fuimos hasta la agencia Marketing For Lemons de Bilbao, donde nos encontramos con sus dos responsables, Inés González y Tania Franco, más Zuriñe Ortega, pinchadiscos que ha creado su propia empresa, «Penny Lane DJs«, para poner banda sonora a muchos de los enlaces organizados por las primeras. Ellas son «Gente de Aquí«.

TE CASASTE… TE EMBARCASTE

¿Qué tipo de gente acude a una agencia como «Lemons»? ¿Qué buscan?

Tania: Acude gente muy normal, hay que desterrar la idea de que las «wedding planners» son para gente con mucho dinero. Recurren a nosotras parejas normales que trabajan muchas horas y que quieren organizar una boda cuidada pero que no disponen del tiempo, del material o del conocimiento. Suelen contactarnos gracias a Instagram, así que nuestro trabajo les entra por la vista, pero luego valoran lo que no se ve: la gestión y la coordinación.

Inés: Organizar, planificar, buscar. En Instagram la gente ve la decoración, de la que también nos encargamos, pero hay mucho más trabajo detrás.

¿Qué os piden? ¿Se dejan asesorar o llegan con ideas fijas?

Tania: Buscan un equipo en el que apoyarse. La gente se casa solo una vez en la vida (risas) y no sabe a quién recurrir ni en qué horquilla de precios moverse, si les piden mucho o poco, si lo que pueden encontrar va a encajar con sus gustos, etc. Nosotras les facilitamos todo eso, molestándonos en conocer sus caracteres, lo que de verdad va con ellos. Pero, al final, por lo que nos pagan es por tiempo, el tiempo que ellos no tienen. Por boda invertimos entre 320 y 360 horas, que ya son.

Inés: Vienen y nos cuentan un poco su historia y la idea de evento que tienen en la cabeza. A veces lo que tienen en mente concuerda, pero hay muchas veces que no y tenemos que ayudarles a encauzarlo para que tenga un sentido. Flores, papelería, música… son muchos detalles.

Tania: Ahora hay mucha sobreinformación y vienen con la cabeza a reventar de cosas. En ese sentido, Internet nos da una de cal y una de arena. El tema de los looks es una locura.

Inés y Tania, de Marketing For Lemons

Inés y Tania, eligiendo looks // BI FM

Así que os encargáis también del vestuario.

Inés: Sí, de todo aquello que requiera tiempo. Nosotras comprendemos lo que buscan y les decimos aquí, aquí y aquí. No vamos a ir a sitios donde no vas a encontrar lo que quieres.

Tania: El vestido de la novia puede ser lo más frustrante. Ellas tienen una idea y esperan verse de una manera… pero acuden a lugares donde no les ofrecen ni de lejos lo que buscan, así que pueden frustrarse mucho ya en la primera prueba. Por eso nosotras intentamos hilar muy fino. Igual no salen de primeras con el vestido, pero sí que
conseguimos que se vayan viendo vestidas en consonancia con su rollo.

¿Se le da al vestido la mayor importancia y es con lo que tiene la gente las ideas más fijas?

Tania: Depende. Elaboramos una lista de prioridades con los novios y hacemos un presupuesto para el tipo de boda que buscan, fijando un límite. Hay novias que incluyen el vestido entre las tres primeras, pero hay otras que no, que le dan más importancia a invertir en una banda en directo o a casarse en un lugar donde no suelen celebrarse bodas.

¿Respetan el tope presupuestario o tienden a pasarse?

Tania: Nuestro cometido es que no.

Inés: Tenemos que luchar con ellos para que lo cumplan.

Tania: Decimos que está la cuesta de enero y luego la curva de la novia (risas). Pasan de estar muy contentos por casarse a agobiarse por los gastos para después encontrar una cifra con la que se sienten cómodos… y llega un momento, ya con la boda cerca, a seis o tres meses, cuando, zas, se abre la veda y dicen: «Ya, total…».

Zuriñe: Con el tema de la música, luces y demás, también. A última suelen decidir contratar cosas que al principio no querían.

Tania: Fijar un presupuesto no solo ayuda a no pasarse, también ayuda a la hora de poder acceder a cosas que luego son más difíciles. No es lo mismo contar con 80.000 desde el minuto 1 que partir de 40.000 y doblarlo a dos meses. El margen de maniobra con los proveedores no es el mismo.

Tras años de crisis se habla de recuperación. ¿Es verdad? ¿Invierte más la gente en su boda?

Tania: Sí, se gasta más.

Realmente, ¿hay gente que acude a vosotras que no gasta, que escatima?

Tania: Hay gente que, incluso teniendo dinero, no se lo gasta a lo loco. Novios que se pagan ellos mismos la boda (más allá del mito de que siempre son los padres) o que acaban de meterse en una casa… y que marcan muy claramente un límite. Nosotras, conociendo sus imprescindibles, podemos saber de salida si algo es viable o no.

Lo que más escucho últimamente de boca de parejas que van a casarse es «quiero hacer una boda diferente». Me da que es tendencia… tanto, que existen un tipo de bodas «diferentes» que acaban siendo todas muy parecidas.

Tania: Sin duda. El ser diferente va en uno mismo y hay gente que quiere ser diferente pero que luego no tiene las narices de hacer según qué cosas. Así que intentamos saber de sus verdaderos gustos, para inspirarnos. Les pedimos fotos de su día a día, de rincones de su casa, de bares a los que acuden, etc.

Inés: Tratamos de conocerlos en tiempo récord, con fotos, comentarios… Hacemos grupos de whatsapp para charlar de manera distendida y conocer sus historias.

Tania: Intentamos saber quién es quien toma las decisiones, cómo de influenciados están por la familia… Hay gente que te pide ser diferente, pero que ves claramente que no es así, que lo que quiere es una boda bonita que quede muy bien en Instagram.

Bodas Bilbao

El arte de organizar bodas // BI FM

Lo de quedar con los novios y conocerlos es muy importante. También para el DJ.

Zuriñe: Conocerlos a ellos y saber también si han contado con «wedding planner» y quién es. Te haces a la idea de qué tipo de boda van a hacer, qué expectativas tienen, qué me voy a encontrar yo, si va a ser todo fácil o no…

Son muchas horas invertidas, no solo el día del enlace.

Zuriñe: Solo el día de la celebración ya son unas 15 horas. La gran mayoría de mis bodas son ceremonia civil, así que estoy implicada desde el principio. Hay que ir a montar dos horas antes y, cuando todos se van, tú te quedas recogiendo. Eso ese día, pero hay reuniones previas, una o dos, visitas a los sitios para conocer el espacio, al gerente… esas cosas.

¿Hay tiranteces en algunos sitios con quienes vais de fuera? Porque hay establecimientos que tienen sus propios proveedores y no suele gustarles mucho que vayan otras personas.

Zuriñe: Sí, al principio te llevas malos ratos porque son contigo más secos que una pata, pero luego ya comprendes que es por eso y que no es solo contigo. Yo intento ser simpática y hacerlo todo fácil.

Tania: Cualquiera de nosotros somos como intrusos en casas ajenas. Hay sitios donde tienen su forma de funcionar y llegas tú y lo pones todo patas arriba. A priori piensan que les vas a molestar y dar más trabajo, pero podemos afirmar muy seguras que es al revés. Con nosotras allí la finca trabaja la mitad que cuando no estamos y se ahorran varios marrones, incluidos los derivados de los DJs fijos de algunos sitios. A veces, la confianza da asco (risas).

El DJ contratado ex profeso se preocupa más por cada ceremonia concreta, quizá, por eso que decíamos de quedar antes con los novios, conocerlos, saber qué quieren. Hay más implicación, supongo.

Zuriñe: Sí. Conocerlos ayuda mucho para acertar. Gustos, lugares por donde salen, edad… aunque suelen tener todos más o menos la mía (risas), no me cuesta mucho saber qué puede llegarles. Luego, teniendo interés por la música, sabes qué es lo que está funcionando cada temporada.

Pero contigo buscan también un pinchadiscos diferente.

Zuriñe: Sí, claro, aunque solo sea por imagen. Yo no soy la típica DJ de pachangueo y a veces me piden hasta permiso si quieren que suene Maluma o algo así (risas). A ver, yo vengo del indie, pero soy consciente de que no puedes pinchar cosas muy raras ni caras B en una boda. Una cosa es darle un toque diferente, personal, pero luego la fiesta es la fiesta. Lo más especial suelo dejarlo para el cóctel, por ejemplo.

¿Qué es lo más raro que te han pedido en una boda?

Zuriñe: No sé… canciones en versión karaoke o músicas regionales. Por eso es importante también saber previamente qué quieren, de dónde son, etc. Y si el padre de la novia te pide «Paquito chocolatero», pues la tienes que poner (risas).

Penny Lane DJ, experta en bodas

Penny Lane, la BSO de las bodas de Bizkaia // BI FM

¿Utilizas Internet? ¿Admites peticiones?

Zuriñe: Internet, no, aunque a día de hoy siempre puedes tirar de móvil en caso de emergencia. Las peticiones, sí, las voy anotando para intentar ir dándoles salida. Pero siempre tengo apuntadas 10-15 canciones especiales para los novios y sus amigos que voy lanzando a lo largo de la fiesta.

Pero pinchar no es solo poner música…

Zuriñe: No… de empezar poniendo música con un ordenador pasas a preocuparte por las luces, la decoración, la imagen. Ahora, por ejemplo, estoy pensando en darle una vuelta a todo después de tres años con un montaje parecido.

Tania: Es de los pocos DJs a los que no le tocamos nada… es parte de ella, de su estética, va en el kit.

Y Penny Lane ha pasado de ser una persona a ser una marca.

Zuriñe: Sí. Ya no soy yo sola, sino que somos dos personas, Sara y Zuriñe. Ya podemos decir que es una pequeña empresa, con una imagen, con un logo, con unas fotos promocionales…

Así que la cosa crece. ¿Puede un DJ de bodas vivir solo de pinchar en bodas?

Zuriñe: Depende de cuánto quieras ganar. Yo estudié Publicidad y Relaciones Públicas y colaboro con una agencia, pero hace dos años decidí dedicarle más tiempo a las bodas. Ahora hago mitad y mitad. Lo otro es mi profesión y no lo quiero dejar.

Pero si esto sigue creciendo…

Zuriñe: Ya. Con el tiempo sí que me gustaría contar con más DJs, tres o cuatro que vayan en línea conmigo… lo tengo en mente.

Penny Lane DJ

Penny Lane en acción // Patricia With Love

Pero, vamos, que las bodas, por mucho que se concentren en unos meses concretos, da trabajo para todo el año.

Tania: Lo más frecuente ahora es que sean en septiembre u octubre, pero de mayo a diciembre no paramos. Bloqueamos un fin de semana en agosto para nosotras, por salud mental (risas).

Inés: Muchos se creen que el resto del año estamos de vacaciones, pero ni de broma.

¿Vosotras también estáis presentes en las celebraciones de principio a fin?

Tania: Sí. No lo hacen todas las «wedding planners», pero nosotras estamos allí para que todo salga bien y para que el sitio quede igual al marchar que cuando llegamos.

Inés: Recogemos para que todo quede impoluto. Es tanto material que ahora toca decidir si compramos furgón propio o no. A veces llevamos uno que está a un paso de ser un camión.

Tania: Hemos invertido mucho en material propio, sí. Ahora tenemos que mudarnos a una lonja nueva para poder guardarlo.

¿Qué tal funcionan las ferias en plan «Expo Bodas»?

Tania: Bien, de hecho organizamos nuestra propia feria, «El Patio de las Bodas».

Inés: Fuimos a Expo Bodas y vimos que no era para nosotras, no era nuestro estilo, así que creamos nuestro propio escaparate.

Tania: Intentamos que se cuide todo mucho y que los proveedores se dirijan a un mismo público.

La pregunta del millón (o de los millones): ¿Cuánto cuesta organizar una boda?

Tania: Varía mucho según el número de invitados, ya que el menú se lleva gran parte del presupuesto y no es lo mismo multiplicar 100 o 150 euros por 100 que por 300. Una boda media de 130-180 personas suele costar unos 40 o 45.000 euros.

Inés: 40.000 es una cifra normal.

Tania: Pero muchas es verdad que tiran a 50 y 60.000 euros, aunque también las tenemos de 30. Este año muchas van a llegar a los 80.000.

El Instagram de Marketing For Lemons // Xabi Videofotografía

Organizáis bodas fuera de Bizkaia y Euskadi… ¿qué tienen de específico las bodas vascas?

Tania: Una boda en el País Vasco requiere un plan A, un plan B y hasta un plan C. El verde que tenemos es muy bonito, pero significa que llueve mucho, especialmente los sábados (risas). Hacemos un plan A muy trasladable al B… y siempre ha de haber un C. Somos muy «segurolas» con eso.

Inés: No podemos arriesgarnos a arruinar una boda por un mal pronóstico. Aunque haya que invertir en carpas y tarimas.

Tania: Las bodas estas de verbena con farolillos en los árboles son muy bonitas, pero de Madrid para abajo. Aquí tenemos las bodas estilo caserío, que en otros sitios no se hacen.

¿Qué es lo más raro que os han pedido?

Tania: A nosotras, no, pero hubo una boda, la de la influencer Chiara Ferragni, que sabíamos que nos iba a traer problemas. Hubo mucho de todo. Fue diferente por lo exagerado. Con deciros que montaron un parque de atracciones… Así, era de esperar que no tardasen en preguntarnos: «¿Cuánto costaría poner un tiovivo?» (risas). Instagram es nuestro gran aliado, pero también tiene estas cosas.

Arriba