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Gente de aquí

“Vitoria es una ciudad dormida que se está olvidando del disfrute, de la cultura y del arte”

Bar Gora (Vitoria-Gasteiz)

A dos meses de su cierre, visitamos Gora Project, uno de los templos nocturnos del Casco Viejo, para saber más de su historia y del ambiente de la ciudad.

Yahaira y Pau, en la puerta de Gora // BI FM
A dos meses de su cierre, visitamos Gora Project, uno de los templos nocturnos del Casco Viejo de Gasteiz, para saber más de su historia y del ambiente que se respira en la capital vasca

Vitoria-Gasteiz es la capital de la Comunidad Autónoma Vasca, una de las «mejores ciudades para vivir» a nivel estatal (según la OCU) y toda una «European Green Capital» (es decir, la ciudad de la Unión Europea más comprometida con el medio ambiente, tal y como fue galardonada en 2012). Así, con sus 250.000 habitantes, es conocida por ser un lugar cómodo, verde… y tranquilo. Demasiado, ¿quizá?

Hace unos días, los responsables de Gora Project, en el Casco Viejo (Cantón de San Francisco Javier, 1) anunciaron en Facebook que lo dejaban, que cerraban, tras cinco años programando conciertos y sesiones de DJ.

Vitoria, parte vieja
De camino a Gora Project // BI FM

Así que nada, al Gora que nos fuimos, a ver qué había pasado… e intentar encajarlo en la realidad de una ciudad tan amable como «dormida». O, al menos, eso es lo que nos contaron Pablo Pau y Yahaira Malavé, responsable y programadora de un local diferente que, sin duda, dejará un hueco en la noche gasteiztarra.

GORA PROJECT, FIN DE PROYECTO

¿Qué ha pasado para decidir cerrar Gora?

Pau: Hay una frase de Tabaré Etcheverry, que es un artista del folclore latinoamericano, que dice «No fueron los asesinos, fuimos nosotros que los dejamos morir por ser tan pocos». Y define un poco lo que está pasando con los locales y salas de conciertos en Vitoria. Todo el mundo quiere que pasen cosas en la ciudad, pero todavía no hay gente que apoye que sucedan esas cosas. Nos lo hemos pasado bien con la gente que ha venido, pero ha faltado fidelización, más apoyo del público. La gente tendría que entender que esta hostelería, basada en los espectáculos, necesita un goteo constante.

¿En el día a día, quieres decir?

Pau: Sí, más allá de venir a un evento concreto, apoyar el local y hacerlo suyo. Por ejemplo, al principio teníamos libros porque queríamos que fuera un lugar donde la cultura primase. ¿Y qué pasó? Que los libros aparecían en el váter…

Gora Project
Yahaira Malavé y Pablo Pau en Gora Project // BI FM

Ha sido un problema de falta de público, entonces.

Pau: Una mezcla de eso y el cambio en la normativa municipal, que solo te permite hacer dos conciertos al mes

¿Y qué sentido tiene esa norma? ¿Qué más da que hagas dos conciertos o que hagas veinte? Digo yo que el problema será que la actividad genere algún conflicto, no la actividad en sí.

Pau: Eso es… hay que ver cómo no molestar, no dejar de hacer cosas. Nuestros amigos del Parral llevan 20 años montando conciertos, cuatro al mes, y mira tú ahora. La única justificación es que las instituciones siguen llamando a la cultura «ruido».

Esto me recuerda a las denuncias en Bilbao por «facilitar el baile«. Más allá del ruido objetivo, más allá de posibles problemas generados por la actividad de los locales, se castigaba la propia actividad. No pasaba nada si había música, pero ay si esa música la lanzaba un DJ y había una bola de espejos, ¡eso era una fiesta!

Pau: Lo que me pregunto es qué ciudad queremos. Está bien que haya gastrobares, pero, de ahí a que no haya alternativas cuando la gente termina de comer… Las ciudades que tienen vida son las que tienen actividades, las que apuestan por el arte, tanto en la calle como de puertas para dentro.

Gora Project
Tras la barra del Gora // BI FM

Pues proyecto inacabado… ¿En qué momento Gora pasó a ser «Gora Project»?

Pau: El local venía de una trayectoria de 10 años con la gente que lleva la sala Jimmy Jazz. La verdad es que lo habían hecho muy bien y nosotros quisimos continuar en esa línea mejorando algunas cosas. Apareció Yahaira y nos ayudó a encaminarlo.

Yahaira: Yo estaba llevando un local pequeñito que no estaba funcionando como debía, pero que ya llevaba un concepto parecido a lo que luego hicimos en Gora. En una ciudad tan tradicionalmente techno y rock and roll, apostamos por algo un poquito más indie.

Así que Yahaira se encargó de la línea musical, pero Gora apostó fuerte también por la parte gastronómica, no habéis solo un club nocturno o una sala de conciertos.

Pau: Sí, nosotros hemos cuidado mucho esa parte y los sábados ha funcionado muy bien, pero hace falta funcionar en el día a día. Creo que han cambiado los hábitos de consumo y la gente sale menos de casa.

En estos cinco años, ¿diríais que el ambiente ha empeorado, que ha bajado la clientela de los locales hosteleros?

Yahaira: La gente sigue yendo a los sitios más fáciles, a todos los niveles. Nosotros hemos tenido nuestro público fijo y estamos muy agradecidos, pero, claro, no era suficiente.

Yahaira DJ
Yahaira echará de menos esta cabina // BI FM

Pau: Lo que ha cambiado es la exigencia de la gente, que cada vez le pide menos a un local. A nosotros, con más público exigente, nos habría ido mejor. No se valora que nuestras hamburguesas sean buenas y que suene una música acorde, que haya buenas luces o una actuación interesante. Algunos, incluso se han molestado por tener tocando a alguien «cerca». Prefieren ir a lo fácil, sin sorpresas.

Por Gora Project ha pasado mucha gente que, de otra manera, jamás habría pisado Vitoria.

Yahaira: Eso es… desde el principio hemos intentado que viniera gente a actuar, bien en formato DJ set (Marc de Dorian, Deu de WAS, Miguel de Lori Meyers, David Van Bylen, Don Flúor, Cycle…) o en concierto de pequeño formato, acústicos y demás. Sí, son artistas que, de otra manera, no habrían venido a la ciudad.

Pau: Ese perfil de artista ya no va a poder venir a Vitoria… y, además, se va a perder el modelo de sala pequeña. Ya no quedan salas de este tipo. Hay espectáculos que hacemos nosotros que no se van a hacer en ningún sitio.

Espectáculos como los que tenéis preparados para febrero y marzo… para la despedida.

Pau: Eso es. Tenemos dos meses de jam sessions todos los viernes y luego, los sábados, una programación brutal de DJs.

Concierto en Gora Project
Jam session // Gora Project

Y, ¿para la despedida final, algo concreto?

Pau: Sí, bebernos toda la barra y celebrar, jajaja, porque han sido cinco años maravillosos. Los momentos vividos han sido tan bonitos que no podemos despedirnos como algo negativo.

Y, ¿después?

Pau: Vamos a seguir intentándolo. Como hosteleros no sé si seremos buenos, pero tercos somos un rato. Esta hostia no ha sido suficiente, así que nos arriesgaremos a que nos den otra más grande. De momento, no puedo contar más.

¿Cómo se ha tomado vuestra clientela el anuncio del cierre?

Pau: Están siendo unas semanas muy bonitas y emocionantes. Hay mucha gente apenada por el cierre que nos está apoyando y dando muchos ánimos.

Gora Project
Lo volverán a intentar // BI FM

¿Como DJ, Yahaira, la gente ha respetado la identidad del club u os exigían otra cosa?

Yahaira: No, la verdad es que nuestro público nocturno ha sido siempre muy respetuoso y agradecido. Sabían a lo que venían y lo han disfrutado.

¿Se puede hacer carrera como disc jockey en Gasteiz?

Yahaira: Quedándote solo aquí, no. Hay que compaginarlo con salir fuera. Yo llevo también un local en Burgos y luego me muevo por toda España.

Salir fuera es importante… como lo es atraer público de otros lugares. En todas las ciudades grandes hay locales que atraen público de otros sitios.

Pau: Eso es. Parece que no quieren darse cuenta de que locales como el nuestro fomentan el turismo y llevan fuera el nombre de la ciudad. Existe el turismo de gastrobares, sí, muy bien, pero las instituciones toman nuestra actividad como mero ruido, como algo negativo, cuando hay ahí un nicho de mercado.

Yahaira: La noche es un motor económico importante de una ciudad.

Gora Project
A punto de bajar la persiana // BI FM

En lugares como Ámsterdam existe la figura del alcalde de la noche para dinamizar esa vida nocturna. Pedir eso aquí suena a ciencia ficción, pero, no estaría de más un cambio en la sensibilidad del político de turno, ¿no?

Pau: Claro. Pero es que también van a lo fácil. ¿Qué da más votos? Que se queje un vecino, una comunidad, etc. es muy mala prensa para ellos, así que prefieren penalizar al hostelero, sin preocuparse de lo que pueden perder con ello a nivel cultural. Yo entiendo que los hosteleros tenemos que tener una responsabilidad, pero que nos dejen hacer. Bien hecho, pero dejar hacer, no meter a todos en el mismo saco porque no todos hacemos lo mismo ni lo hacemos igual.

¿Qué le pediríais, entonces, a Vitoria como ciudad, a nivel institucional?

Pau: Que se fomente la vida cultural de la ciudad… aunque solo sea mostrándola, no ocultándola. Existen rutas de gastrobares que se anuncian desde el Ayuntamiento, pero no se cuenta dónde hay exposiciones, talleres, conciertos. Todo son pintxos, vino y fútbol. Hay mucha gente joven que se está marchando. Tenemos una ciudad dormida que se está olvidando del disfrute, de la verdadera cultura y del arte.

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