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Ocio y cultura

Puro teatro (octubre): Un cabaret a la altura de las obras cumbre del género

El elenco de la obra "Simplicissimus Cabaret"

Tras una primera función antes del confinamiento, “Simplicissimus” vuelve 7 meses después. En Pabellón 6 (Bilbao) del 1 al 4 de octubre

Etxegarai, Telleria, Ganboa y García de los Ojos, de izda. a dcha.
El cabaret “Simplicissimus” se estrenó en castellano diez días antes del confinamiento. Siete meses después de aquella primera y única función, vuelve por fin a la cartelera teatral. Estará en el Pabellón 6 de Bilbao del 1 al 4 de octubre. Y, en nuestra opinión, no deberías perdértelo

Aunque en esta sección estamos para hablar de teatro, permitidme que en esta ocasión arranque hablando de mí. El pasado 29 de febrero (hace sólo 7 meses, aunque ahora nos parezca que lo de la “vieja normalidad” fue hace siglos), la última obra que puede ver en un teatro vasco antes del repentino confinamiento fue “Simplicissimus”. Fue en el Teatro Barakaldo (coproductor del espectáculo), donde este cabaret llegaba para la puesta de largo de su versión en castellano tras tres meses de representaciones en euskera. Aquello fue un estreno, sí… pero también, sin que nadie lo supiéramos entonces, una despedida para una larga temporada.

Durante los meses de cuarenta, no han sido pocas las ocasiones en que he recordado aquella función y el buen sabor de boca que me dejó. Cada vez que me entraba mono de teatro, “Simplicissimus” se me aparecía. Por eso, tener ahora ocasión de hablaros de su vuelta a la cartelera (aunque sea a la cartelera con mascarilla obligatoria y aforos reducidos de esta “nueva normalidad”) es un verdadero gustazo. No solo porque esta obra fue mi último deleite teatral antes del encierro, sino porque la considero, realmente, uno de los mejores shows que he visto en este 2020 (y van ya una cincuentena larga).

Humor agridulce en “Simplicissimus” // Guillermo Casas

“Simplicissimus” es el último montaje de la hiperactiva compañía vizcaína Tartean Teatroa (la prueba de que no paran es que pronto será el ‘penúltimo’, pues están a punto de estrenar ”Ez do ero” -10 y 11 de noviembre en el Arriaga de Bilbao-). Su germen (que no su argumento) son las historias reales de Fritz Grunbaum, Kurt Gerron y Werner Finck, tres artistas de cabaret alemanes que vivieron muy de cerca -y sufrieron y se empecinaron en reírse de- el ascenso nazi con diferentes suertes. En “Simplicissimus”, los trasuntos de estos tres cómicos ponen en escena un espectáculo total en el que retazos de aquellas vidas componen una nueva historia actual que tiene todo lo que debe tener un buen cabaret.

Y cuando digo «todo», me refiero a «todo». Tiene su versátil y llamativa escenografía; su maquillaje y su vestuario estrafalarios; su música original en directo y su baile (bravo por la partitura y las ‘tonadillas’ de Adrián García de los Ojos); su sobrada ración de humor (tanto inteligente como de lo más chorra); y su buena historia de fondo. Porque, a pesar del tópico, el cabaret no debe ser sólo evasión y diversión vacua; el buen cabaret debe tener su poso agridulce. En este caso, lo que trasluce tras el brillo de las lentejuelas y el colorido maquillaje, es una encendida defensa del humor como potente arma para sobrevivir y para despertar conciencias, y una noble intención de honrar dramas pasados que podrían (aunque nunca deberían) volver a repetirse.

Patxo Telleria, el cerebro tras este cabaret // Guillermo Casas

La brillantez de “Simplicissimus” (cuyo título, por cierto, es el nombre de un cabaret real del Berlín de entreguerras) se la debemos a Patxo Telleria (Bilbao, 1960), uno de los más grandes creadores vascos actuales (por si alguien no cae -lo dudo-, es actor y director de cine y teatro, guionista y dramaturgo, y cuenta con créditos como la autoría de hitos teatrales tanto locales -”Euskarazetamol”, “Lingua Nabajorum”…- como estatales -“Páncreas”, “Último tren a Treblinka”…-). Ahora, a sus 60 primaveras, da un fascinante triple salto mortal para lanzarse de lleno al universo del cabaret, y no solo escribe y codirige el show, sino que también lo protagoniza en un inesperado registro. Por si no teníamos ya claro que era un todoterreno…

Pero la responsabilidad de que el engranaje de “Simplicissimus” funcione a la perfección sobre el escenario no es solo suya, claro. En la función le acompañan unas inspiradísimas Olatz Gamboa y Getari Etxegarai (sí, en el cabaret, el trasunto de un cómico alemán puede tener cuerpo de mujer), mientras el contrapunto lo ponen las afiladas entradas y salidas de la acción del ya mencionado Adrián García de los Ojos (que ejerce de pianista y, cuando la historia lo requiere, también de secundario).

Aun a riesgo de terminar sonando grandilocuente, acabaré mi ristra de loas diciendo que si maestros como Bob Fosse o si el propio público que vivió la cumbre del cabaret alemán en los tiempos de la República de Weimar pudieran ver “Simplicissimus”, seguro lo considerarían a la altura de las grandes obras de un género que, sí, querido público, cuando se hace así de bien sí es teatro en mayúsculas, por supuesto. Así que, vosotros que sí podéis verlo ahora, no dejéis de acercaros al Pabellón 6 de Bilbao del 1 al 4 de octubre para disfrutarlo en castellano. Y, si preferís la versión en euskera, tiene también numerosas fechas confirmadas en próximos meses (Markina, Galdakao, Erandio, Basauri…).

"Simplicissimus Cabaret"

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