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Primavera Sound

Primavera Sound 2015: Crónica y fotos del viernes 29 (Ride, alt-J, Patti Smith, Belle and Sebastian…)

Segundo día de conciertos en el Parc del Fòrum de Barcelona, dentro de la decimoquinta edición del festival, cubierto una vez más por bi fm. Joseba Vegas y Luis Benavides nos cuentan cómo fueron las actuaciones de Ride, alt-J, Patti Smith & Band, Belle & Sebastian, Death From Above 1979, Sleater-Kinney, Mutiny on the Bounty, The Hotelier, Ratatat, Movement, The Julie Ruin, Ex Hex, Núria Graham… Las fotos son de Aitor de Haro

Segundo día de conciertos en el Parc del Fòrum de Barcelona, dentro de la decimoquinta edición del festival, cubierto una vez más por bi fm. Joseba Vegas y Luis Benavides nos cuentan cómo fueron las actuaciones de Ride, alt-J, Patti Smith & Band, Belle & Sebastian, Death From Above 1979, Sleater-Kinney, Mutiny on the Bounty, The Hotelier, Ratatat, Movement, The Julie Ruin, Ex Hex, Núria Graham… Las fotos son de Aitor de Haro

 

PRIMAVERA SOUND 2015: Crónica y fotos del jueves 28 de mayo

PRIMAVERA SOUND 2015: Crónica y fotos del sábado 30 de mayo

PRIMAVERA SOUND 2015: FOTOS, de visita por los stands, paradas obligadas del festival

PRIMAVERA SOUND 2015: FOTOS, el público del festival

 

Segundo día de conciertos en el Parc del Fòrum de Barcelona (tercero si contamos la jornada inaugural -y gratuita- del pasado miércoles) dentro de Primavera Sound 2015. A las seis de la tarde, con puntualidad británica, como su apellido, era el turno de la catalana Núria Graham. Esta joven, una de las apuestas más importantes del sello del Primavera, El Segell , ha dejado atrás las sonoridades más folk de sus inicios y se ha sacudido la etiqueta de promesa. Los temas de su primer largo, Bird Eyes, en formato totalmente eléctrico, funcionan de maravilla en directo con su reducida banda en formato trío. Su música es una realidad con mucho recorrido por delante, tanto en la península como fuera.

 

Mención especial al trabajo de la banda, rocosa por momentos, en un delicioso contraste continuo con la delicada y casi naíf aportación de Graham a la guitarra. A destacar también su personalísima y delicada revisión del tema ‘Toxic’ de Britney Spears, un guiño hecho con gusto y un saber hacer tan precoz como admirable. Un buen puñado de valientes desafiamos el tremendo Lorenzo solo para verlos en directo. Y mereció la pena.

 

ex hex_ps15_aitordeharo_bifmLos cambios en el horario a última hora nos permitieron ver a las Ex Hex en el escenario Pitchfork a las 19 horas. Genial no, lo siguiente. No nos habría gustado perdernos la colección de hits con melodías ochenteras y pegada punk rock del vistoso power trio femenino encabezado por la exWild Flag Mary Timony, quien se reencontró en el Primavera Sound con sus viejas compañeras y coetáneas Sleater-Kinney, que tocaban el mismo día pero un poco más tarde y en uno de los escenarios más grandes, el Heineken.

 

La banda, completada por Betsy Wright y Laura Harris, empezó a piñón, dando saltitos, sin parar de moverse por el escenario, con temazos irresistibles como ‘Waterfall’ y ‘How you got that girl’, tanto que en la parte final perdieron algo de fuelle.

 

¡Y más girl bands en la jornada del viernes! La mismísima Kathleen Hanna con su último proyecto musical, The Julie Ruin. La auténtica fundadora del movimiento riot grrrl, líder de Bikini Kill primero y Le Tigre después, provocó los primeros bailes desenfrenados de la tarde con el disco ‘Run Fast’ bajo el brazo y hits inmediatos como ‘Oh Come On’ y ‘Party City’. “La revolución será femenina o no será”, dijo la protagonista del documental ultrarecomendable The Punk Singer en un castellano muy bostoniano. Se mostraba muy agradecida, incluso sorprendida, porque “pocas veces había tocado para tantos hombres”, dijo la cantante, enfundada en un vestidito ye yé muy veraniego, solo eclipsado a ratos por el estilismo de su enorme teclista y cantante.

 

La del viernes fue una jornada protagonizada en gran medida por mujeres, por mujeres aguerridas, reivindicativas, históricas y hasta legendarias. ¿Hablábamos de Kathleen Hanna y sus The Julie Ruin? Bien, pues a la misma hora, en otro escenario (el Heineken), Patti Smith y su banda recuperaban, enterito, aquel debut de 1975 llamado “Horses”, uno de los álbumes que no pueden faltar en ninguna buena colección.

 

patti smith_ps15_aitordeharo_bifmEl poder de convocatoria de Patti Smith // Aitor de Haro

 

Smith decidió interpretar “Horses” no solo de manera íntegra, sino en su orden original. Así, “Gloria” fue una insuperable manera de arrancar, ganándose al numerosísimo público (acostumbrado a escuchar ese tema como cierre de sus shows) desde la primera nota. Siguieron, claro, «Redondo Beach», «Birdland», «Free Money», «Kimberly», «Break It Up» (dedicada a dedicada a Jim Morrison, como ella se encargó de recordar), «Land» y «Elegie», más “Rock and Roll Nigger” como bonus y la canosa y desgarbada poeta escupiendo al suelo y mostrando una rabia y una actitud que ya tenía hace 40 años y que, por lo visto en Barcelona, mantiene a sus casi 70. Los más talluditos se vieron rejuvenecidos y los más jóvenes… esperemos que tomaran buena nota.

 

Belle & Sebastian dejaron pequeña, muy pequeña, la explanada del escenario ATP, espacio reservado antiguamente para los cabezas de cartel y hoy destinado a artistas con, se supone, no tanto tirón como los que actúan en «prime time» en los escenarios Heineken y Primavera, los de mayores dimensiones de cuantos tienen cabida en el Parc del Fórum (12 en total). Así, podríamos decir ahora que habría sido un acierto ubicar a los de Stuart Murdoch en otro emplazamiento, visto su gran poder de convocatoria. Pero, claro, a toro pasado…

 

belle sebastian_ps15_aitordeharo_bifmBelle & Sebastian también se baila // Aitor de Haro


Empezaron con «Nobody’s Empire», justamente el corte que abre su último (y noveno) LP, «Girls In Peacetime Want To Dance» (2015), ese disco marcado por el uso de bases programadas y ritmos bailables. No es el caso de esa canción en concreto, tan en la línea de los B&S de toda la vida. Justamente, para demostrar que siguen siendo los de siempre, en seguida tiraron de material clásico, con «I’m a Cuckoo» (que, parece que no, pero ya tiene 12 añazos, siendo como es, parte de «Dear Catastrophe Waitress», ¡de 2003! -como pasa el tiempo…). Eso sí, a la tercera, clara muestra de cómo suenan los de Glasgow en su nueva obra, con una sintetizada «The Party Line» que convirtió el lugar en una enorme discoteca al aire libre, con Murdoch marcando el paso.


belle sebastian_publico__ps15_aitordeharo_bifmEl (numerosísimo) público de B&S // Aitor de Haro


Tras el «hit» de su nuevo trabajo, arsenal de éxitos intercalados con material de reciente factura. Así, cayeron «Another Sunny Day», «Funny Little Frog» y «Piazza, New York Catcher», con «Perfect Couples» (y Stevie Jackson llevando la voz cantante) y «Happy Birthday» (sí, el «Cumpleaños feliz» de toda la vida con dedicatoria incluida -así de buenrolleros son los escoceses-), antes de recordarnos que en su debut, «Tigermilk» (1996), ya sabían hacer música con base sintética: sonó «Electronic Renaissance».


En el sprint final, «I Didn’t See It Coming» (y la voz de Sarah Martin), de «Write About Love» (2010); «The Boy with the Arab Strap», con invasión de escenario (prevista y controlada) incluida, de «The Boy with the Arab Strap» (1998); y fin de fiesta con la menos eufórica «Get Me Away From Here, I’m Dying», de aquel fabuloso segundo disco, «If You’re Feeling Sinister» (1996). En definitiva, hubo indie pop, hubo orquestaciones, hubo bailoteo, hubo nuevo, hubo antiguo y hubo un pilón de gente. Volvieron a triunfar (aunque echáramos en falta muchos -¿demasiados?- grandes temas de la banda, en beneficio puede que de alguno más prescindible).


belle sebastian2_ps15_aitordeharo_bifmBelle & Sebastian, de nuevo en el Primavera // Aitor de Haro


¿Te puedes imaginar algo así como un cruce perfecto entre el rock springsteeniano de Gaslight Anthem y el emo pop de la escuela Get Up Kids? Deja de pensar y escucha The Hotelier, una joven banda de Massachusetts que reunió a la muchachada más joven del festival en el escenario Adidas. Abrieron con la introspectiva y sentida ‘An Introduction to the Album’, primer corte de su último y aclamado último trabajo, Home, Like Noplace is there. A partir de aquí, echaron el resto –con partes gritonas de su melenudo cantante incluidas y coros que hermanan- desde el primer momento con temas resultones como ‘In Framing’, ‘Vacancy’, ‘Your Deep Rest’ y ‘Dendron’. La locura se desató en las primeras filas en la parte final de su breve actuación. Y es que en el Primavera había una pequeña pero muy fiel legión de seguidores de esta banda, deudora de otras como American Football, que harán lo propio en la siguiente jornada, la del sábado. 


Como decíamos unas líneas más arriba, fue una jornada marcada por mujeres (y esto lo destacamos porque no son pocas las voces que se quejan -con razón- del escaso protagonismo de las féminas en el panorama del rock), con Sleater-Kinney como uno de sus más claros exponentes. Tras dejarlo en 2006, Corin Tucker, Carrie Brownstein y Janet Weiss volvieron en 2014 para publicar «No Cities To Love», su octavo LP, en enero de este año. De él extrajeron la homónima «No Cities To Love», más «Price Tag», «Flangess» o «Bury Our Friends», sin olvidarse de temas anteriores al hiato como “What’s Mine Is Yours” (dedicada a Patti Smith, quien había ocupado ese mismo escenario un par de horas atrás), «Jumpers» (también de «The Woods», de 2005) o la contagiosa «Oh!» (de «One Beat», de 2002), junto con varios clásicos noventeros. En suma, otra banda veterana con energías renovadas, actitud y algo de mala hostia, por mucho que fueran vestidas de manera bastante modosita/pijita. Contrastes.


sleater-kinney ps15_aitordeharo_bifmSleater-Kinney, aguerrridas // Aitor de Haro


La sorpresa del festival, aunque son un secreto a voces, llegó con Mutiny on the Bounty. Estos, recordaréis algunos, ya tocaron hace tres o cuatro años para cuatro gatos. Esta vez, el cuarteto de Luxemburgo consiguió movilizar a mucha más gente, y eso que la competencia sobre las 12 de la noche era muy grande con Run the Jewels o Ride, por ejemplo.


Su mezcla de rock pesado, math rock y electrónica ravera no tiene competencia. En disco están muy bien, pero en el escenario H&M demostraron porqué están considerados una de las bandas más veneradas de la escena instrumental. Lejos quedan ya sus tiempos screamo. Ahora prefieren revolverte las entrañas mientras te hacen bailar con cajas de ritmos y test de inteligencia en forma de ritmos matemáticos (‘Mapping Universe’, ‘Mkl Jksn’) y convulsiones atronadoras (la parte final de ‘North Corea’ sonó a gloria bendita).


ride vrtcl_ps15_aitordeharo_bifmPor su parte, Ride ejercieron de cabezas de cartel en su retorno a los escenarios década y media después. Andy Bell, Mark Gardener, Laurence «Loz» Colbert y Steve Queralt repasaron sus cuatro discos largos, esos que publicaron entre 1990 y 1996 consiguiendo ser Top 5 con un par de ellos y Disco de Oro con el segundo, “Going Blank Again” (1992). Esto lo decimos porque, desde luego, Ride fueron una de las mejores bandas británicas de los 90 antes de la explosión britpop, pero nunca llegaron a tener la repercusión de unos Oasis al uso (por nombrar uno de los proyectos posteriores de Bell), sobre todo si miramos más allá del Reino Unido. Así las cosas, ¿está justificado su papel de “headliners” de todo un Primavera Sound? Sí, indudablemente, como banda influyente y de culto que son y no si nos fijamos en su popularidad o en la cantidad de verdaderos temazos que atesora su discografía.


¿Que qué tocaron? Pues, si no nos falla la libreta (¡¿se olvidaron de “Twisterella”!?): «Leave Them All Behind», «Like a Daydream», «Polar Bear», «Seagull», «Sennen», «Black Nite Crash», «OX4», «Dreams Burn Down», «Time of Her Time», «Chrome Waves», «Paralysed», «Taste», «Vapour Trail», «Drive Blind», «Mouse Trap» y «Chelsea Girl». Un setlist muy compacto, muy homogéneo, muy representativo de su sonido… y perfectamente ejecutado, pero, ay… se nos hizo un poco largo y, por qué no decirlo, aburrido (y eso que siempre nos han gustado, ojo).


Uno de los platos fuertes de la jornada para los amantes de las guitarras con pelotas y el rock’n’roll en general eran los Death From Above 1979, por primera vez en nuestro país. El dúo de Toronto, sin guitarras, por cierto, solo bajo y batería, llenaron solitos el escenario Ray-Ban, con uno de esos bolazos que se recordarán durante mucho tiempo. Jesse Keeler, con su bajo y mil pedales, y Sebastien Grainger, cantante y batería, con un mono de impecable blanco. Cara a cara, muy concentrados, pueden con todo. Nada que envidar a las bandas con dos y tres guitarras.


Ejecutaron una docena aproximadamente de temas, tan adictivos y con tanta pegada como ‘Turn It Out’ y ‘Right on Frankestein!’, con los que abrieron su concierto. No dejaron en el tintero hitazos casi obligados como ‘Trainwreck 1979’ o ‘Little Girl’, y se despidieron empapados en sudor y con una sonrisa de satisfacción por la buena acogida de su primitiva propuesta con ‘Romantic Rights’ y ‘The Physical World’. El público, muy entregado a la causa en todo momento, hizo temblar el Fòrum. Headbanging, saltos y peña surfeando cabezas todo el rato. Uno de los conciertos más locos, sin duda, del festival.


Lo decíamos hace unas líneas con Ride y lo repetimos con alt-J: ¿estaba justificado su rol de cabezas de cartel de todo un Primavera Sound, al mismo nivel que The Black Keys, The Strokes o Patti Smith? A priori, no lo veíamos. Una vez presenciado su directo (dos años después de verlo en Bilbao BBK Live), hemos cambiado de opinión: son presente y futuro del pop, sin duda, y tenían que estar ahí.


Desde el arranque, con “Nara” (de su nuevo disco, “This Is All Yours”), el cuarteto ha mostrado una personalidad y un estilo muy difícil de etiquetar o comparar, algo ya sabido de sus dos álbumes, pero que adquiere mayor importancia sobre las tablas, donde hay menos espacio para los trucos de estudio. Así, la carismática voz de Joe Newman es tan real como el tío que aporrea la batería, electrónica, sí, pero tocada a la vieja usanza. Y es que en alt-J se da una dualidad orgánico-sintética que resulta mágica, sublime, diferenciadora.


altj ps15_joseba_vegas_bifmalt-J, presente y futuro // Joseba Vegas


Desde «Something Good» y hasta «Breezeblocks», pasando por «Matilda», hemos disfrutado de lo lindo con los de Leeds, llamados al éxito masivo sin caer en convencionalismos, trillados clichés ni manidas fórmulas vistas una y mil veces. Así suena el britpop del siglo 21.


Tras más de 9 horas de conciertos, nos acercamos a los escenarios Ray-Ban, con Ratatat, y al Pitchfork, con Movement, lugares donde se prometía bailoteo a partir de las 3 de la mañana. El neosoul de los australianos no fue tan apasionante ni divertido como el de Jungle 24 horas atrás, pero contó con un extra de misterio y oscuridad. Todavía lo tiene todo por delante el joven trío (solo ha publicado un EP), así que seguro que terminan de convencernos en próximas oportunidades. Con Ratatat, sin embargo, pudimos pegar algún que otro bote, en esa colisión de rock y electrónica que, por momentos, cuenta con bastante flow. Sin embargo, era la hora de marcharse, que somos chicos responsables y al día siguiente (hoy, sábado 30 de mayo) había que contarte todo esto… y encarar con fuerzas la jornada final de Primavera Sound 2015. ¡Allá vamos!



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