Top 15 de mejores álbumes de música electrónica publicados en 2013. Una selección de bi fm con la colaboración de DJ Nara, responsable del programa Electroteca
Hace unos días publicamos nuestra lista con «Los 50 mejores discos de 2013«, donde resumíamos el año sin fijarnos demasiado en el estilo (lo mismo había indie rock que post rock, rap que folk, pop que electrónica…). Ahora, nos disponemos a compartir con vosotros unas cuantas listas más, éstas ya con una línea estilísitica más definida. Así, en próximas fechas podrás consultar nuestro top «metalero» y «soulero/rocarolero«, así como «electrónico«, el primero de estos tres nuevos resúmenes con algunos de los mejores momentos musicales del año.
Una selección de bi fm con la colaboración de DJ Nara, responsable del programa Electroteca.
LOS 15 MEJORES DISCOS ELECTRÓNICOS DE 2013
15. NICONÉ – LET LOVE BEGIN (STIL VOR TALENT)
Cada cierto tiempo aparece la necesidad de reivindicar la música house, como si este sonido tan arraigado en el universo clubber y en ocasiones tan reconocible tuviera que hacerlo simplemente para no verse ensombrecido por otros estilos más forward thinking. Alexander Gerlach nos muestra su visión particular en el primer disco que edita en solitario, demostrando que las etiquetas no coartan la libertad de un sonido que cabalga a la perfección en ritmos 4×4.
14. KAITO – UNTIL THE END OF TIME (KOMPACT)
El productor japonés Hiroshi Watanabe vuelve a Kompakt tras 3 años de ausencia, y trae consigo el sonido trance no tan habitual en el sello alemán. Las progresiones hipnóticas, ritmos transportadores y melodías etéreas que combinan para crear la calidez y euforia tan habituales del género trancero.
13. RYAN HEMSWORTH – GUILT TRIPS (LAST GANG)
A veces no decantarse por algo en particular es una ventaja, al menos Ryan Hemsworth no lo ha hecho y prefiere investigar diferentes estilos sin restricciones. En su primer largo en solitario, ha puesto más intencionalidad y se escucha. Utiliza los sonidos que más le gustan, no todos los que puede. Hay ambient, rap, r&b, electropop, trip hop destilado y la habilidad de combinar sin despistar a lo largo de 10 canciones muy disfrutables.
12. DJ KOZE – AMYGDALA (PAMPA)
El primer sencillo del nuevo disco de Stefan Kozella comienza con una afirmación rotunda «we need to sleep, we need to eat and we need music«. A partir de ahí, da rienda suelta a su espíritu tecnoide minimalista acompañado de instrumentos poco habituales y amigos muy respetables (Matthew Dear y Caribou por ejemplo) para elaborar un paisaje sonoro muy ambicioso, con todo lo que ha podido: colores, melodías, ecos, loops vocales, efectos y microsonidos.
11. ONEOHTRIX POINT NEVER – R PLUS SEVEN (WARP)
Partiendo de una premisa como crear nueva música con herramientas de computación «antiguas«, dentro de un contexto contemporáneo, Daniel Lopatin suena irremediablemente 80’s. Sin embargo su paleta no está limitada por estas herramientas en absoluto, su sonido se ilumina y enriquece a cada momento con texturas, samples, ecos y ambientes evocadores que nos transportan, a lugares conocidos a veces y otras a sitios muy lejanos.
10. FOUR TET – BEAUTIFUL REWIND (TEXT)
Kieran Hebden continúa su idilio con el jungle y los sonidos noventeros del UK bass. Nada ha cambiado en la construcción de su música: samples, melodías hipnóticas, voces femeninas entrecortadas, raps fileteados y ritmos rotos, pero siempre tiene algo nuevo que mostrar, aún no descubierto o re-descubierto por él mismo y modulado. Quizá este disco tenga más significado para él que para su público, pero sigue siendo un trabajo enormemente disfrutable.
9. MAYA JANE COLES – COMFORT (I AM ME)
Hay mucho por lo que felicitar a la DJ/productora londinense Maya Jane Coles: por revitalizar estilos como el deep y tech house, por hacerlo de manera brillante y sin caer en fórmulas trilladas, por grandes remezclas y sesiones impecables, y ahora por un disco debut que trasciende el area de influencia clubber y a base de deep pop (por poner una etiqueta) alcanza a un público mucho más amplio. Por implicarse en todas las facetas de la creación y producción, por cantar y conseguir grandes colaboraciones, y porque suena tan bien que se escucha del tirón y nos quedamos con ganas de más.
8. BONOBO – THE NORTH BORDERS (NINJA TUNE)
El sonido del productor inglés Simon Green puede parecer inmutable a lo largo de los 15 años que han pasado desde que sacara a la luz sus primeros temas. Y es que se encuentra muy cómodo en el downtempo y los paisajes jazzy que dibuja a la perfección. Quizá este álbum, sucesor del más que notable «Black Sands«, se queda cojo en la parte instrumental, pero utiliza recursos y texturas que atrapan nuestra atención, así como colaboraciones tan interesantes como la de Erykah Badu.
7. BOARDS OF CANADA – TOMORROW’S HARVEST (WARP)
Escuchar nuevo material de Boards Of Canada es una aventura. Pocos artistas enmarcados en el vasto espectro de la electrónica generan expectativas tan altas (Aphex Twin antes, o Burial en el mundo actual) y sin embargo no parece que haya presión para deslumbrar o siquiera la necesidad. El nuevo disco de los escoceses suena a banda sonora de peli alquilada en formato video vhs, oscura e inesperada como una escena de miedo que no ves venir, a ratos diría que pone fondo a una secuencia de nave espacial moviéndose con parsimonia en un sistema solar desconocido, otras veces es melancólica y emotiva. Justo lo que esperábamos de ellos.
6. LAUREL HALO – CHANCE OF RAIN (HYPERDUB)
El segundo largo de la artista americana sigue las sendas del techno más dinámico, casi industrial, repleto de texturas sintetizadas, casi ácidas, y alejado de cualquier connotación orgánica que pudiera haber mostrado en el pasado. Apenas unos trazos jazzy instrumentales, melodías de piano que surgen inesperadamente, y el resto de su trabajo está inundado de ritmos impulsivos que obligan a bailar y cambian de dirección continuamente.
5. TORO Y MOI – ANYTHING IN RETURN (CARPARK)
El tercer disco de Chaz Bundick condensa todo lo que hasta la fecha nos ha mostrado este prolífico artista, r&b mezclado con pop sintético con chill out con ritmos houseros y esa sensación de música intimista para escuchar en casa. En esta ocasión además se muestra más ruidoso que nunca y seguro de si mismo en su labor como vocalista, el resultado es un disco extenso que no tiene prisa por llegar a ningún sitio concreto y nos invita a disfrutar del trayecto.
4. JAMES BLAKE – OVERGROWN (REPUBLIC)
La facilidad del jovencísimo James Blake para crear melodías aparentemente simples pero complejas, que nos atrapan y emocionan, no tiene comparación hoy en día. Lo ha dejado claro en apenas dos discos y pico. El hecho de que vista de electrónica pulsante esta colección de sonidos melancólicos y sugestivos por igual, convierten su último disco en un regalo.
3. JON HOPKINS – IMMUNITY (DOMINO)
Un productor y músico que se ha movido en la periferia, sin darse realmente a conocer hasta «Immunity«. Este su cuarto largo muestra una fuerza propia desconocida, combinando agresividad tecnoide con ambientes instrumentales, mayormente piano, y dosis extra de oscuridad, fluidez y texturas que conceden una calidez distante y al mismo tiempo reconfortante. Por si fuera poco, incluye cortes totalmente pisteros que incitan a bailar y dejarse llevar por el sonido envolvente de Jon Hopkins.
2. DISCLOSURE – SETTLE (ISLAND)
El disco debut de los hermanos Lawrence es un acontecimiento extraordinario dentro de la escena dance actual. Un trabajo tan redondo y bien elaborado, una pareja de productores tan jóvenes, la seguridad que destila cada uno de los cortes, la fantástica influencia noventera que ellos han sabido moldear para crear ritmos adictivos, ganchos pop incontestables, sustentados por un combinado de house, dub, r&b, uk garage, disco y energía ilimitada.
1. HOLDEN – THE INHERITORS (BORDER COMMUNITY)
Cuando James Holden editara «A Break In The Clouds» en 2003 como primera referencia de su sello Border Community supuso exactamente eso, el título es revelador, enseño un espacio de cielo azul más allá de la niebla de electrónica tediosa y falta de frescura con la que parecía que habíamos comenzado el siglo 21… 10 años después sigue explorando y despejando las nubes de nuestro horizonte sonoro, y con The Inheritors así lo demuestra.
