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Primavera Sound

Crónica de Optimus Primavera Sound 2013, el hermano portugués de PS13

Joseba Vegas se fue hasta Oporto para vivir en primera persona la segunda edición del festival Primavera Sound en suelo portugués. El evento, celebrado solo una semana después de la versión barcelonesa, reunió a artistas como Blur, Nick Cave and the Bad Seeds, My Bloody Valentine, Los Planetas, Shellac o Dinosaur Jr.

 


Joseba Vegas se fue hasta Oporto para vivir en primera persona la segunda edición del festival Primavera Sound en suelo portugués. El evento, celebrado solo una semana después de la versión barcelonesa, reunió a artistas como Blur, Nick Cave and the Bad Seeds, My Bloody Valentine, Los Planetas, Shellac o Dinosaur Jr.

 


 

Por segundo año consecutivo, el festival barcelonés Primavera Sound ha tenido una edición melliza (que no gemela) en suelo portugués. Ha vuelto a ser en Oporto, en el Parque da Cidade de la ciudad conocida por su vino, sus puentes, sus francesinhas y recetas de bacalao, sus tranvías y su tricampeón equipo de fútbol. Y no está de más recordar e incidir en el hecho de que es ahí, y no en otro lugar, donde se ha celebrado Optimus Primavera Sound 2013, ya que en pocos sitios se puede disfrutar, a la vez, de bonitos paisajes, interesante arquitectura, buena gastronomía… y precios asequibles. Vale, con esto último no estarán tan de acuerdo los queridos amigos lusos, pero a ambas márgenes del Duero encontramos gangas en casi todo tipo de artículos y servicios. Y eso es un plus, aunque, por desgracia, tenga su base en lo maltrecho de la economía del lugar.

 

entrada ops13 bifmEntrada al Parque da Cidade // Joseba Vegas

 

En lo relativo al recinto, el Parque da Cidade, decir que hablamos de un enclave muy diferente al del Parc del Fórum de la capital catalana. Vale que ambos están al lado del mar, pero mientras que el segundo es extensísimo y está dominado por el hormigón, el asfalto y el embaldosado, el primero es mucho más recogido (a pesar de encontrarse en el parque urbano más grande de todo Portugal) y se halla cubierto de un verde manto de hierba (ah, y sí… en él hay tantas cuestas como en el resto del municipio).

 

Más de 75.000 personas se estima que se dieron cita allí entre el jueves 30 de mayo y el sábado 1 de junio (justo una semana después de su versión raíz), en lo que la organización ha calificado como «consolidación«. Además, a diferencia del año del estreno, en el que la lluvia fue pertinaz, esta vez ha sido el sol el protagonista, al menos en el apartado meteorológico. Así, los miles de chubasqueros repartidos gratuitamente el pasado año fueron sustituidos por coronas de flores naturales, complemento casi obligatorio esta vez en el festival (incluso vimos a Nick Cave, Damon Albarno los Shellac portándolo en sus cabezas), si bien el artículo estrella regalado al público volvió a ser la bolsa de picnic transformable -el pasado año en manta, este- en toalla sobre la que tumbarse y disfrutar de las primeras actuaciones de cada jornada, esas en las que aún pegan fuerte los rayos solares.

 

Las coronas de flores de OPS13 // Joseba Vegas

 

El jueves 30 se abrió con los jienenses Guadalupe Plata y con los estadounidenses (son de Florida, no de Inglaterra -a pesar de su británico post punk-) Merchandise. A los primeros los conocemos bien, pero nos habría gustado ver a los segundos, una banda de la que todos contaron maravillas (incluido nuestro compañero Eduardo Ranedo, de Modelo Antiguo) pero a la que nosotros no llegamos a tiempo. De hecho, debíamos estar aterrizando en el momento en el que Wild Nothing iniciaban su actuación en el Palco Super Bock. En el escenario anexo, el Palco Optimus, actuarían justo después The Breeders para interpretar íntegramente «Last Splash«, como ya hicieran en Barcelona. Y, como allí, fueron de más a menos, demostrando que el recordado LP fue el mejor de su carrera y que el single «Cannon Ball» es simplemente insuperable.

 

Lo que pudimos ver de Dead Can Dance también fue en consonancia de lo mostrado por Lisa Gerrard y Brendan Perry 7 días antes. Su reciente disco, «Anastasis» (primero en 16 años), ha mostrado un sonido elegante y oscuro, ecléctico y enigmático, aspectos que consiguieron trasladar, de nuevo, al directo. Tras los australianos, su compatriota Nick Cave escudado por unos incombustibles (perdón por el manido calificativo para rockeros veteranos) Bad Seeds. Los responsables de «Push The Sky Away» ejercían de cabezas de cartel de la jornada y vaya que si cumplieron. Con un sonido impecable (el mejor de todo el fin de semana), la cosa se antojaba tranquilita en los primeros compases, los de «We No Who U R«. Sin embargo, a mitad de «Jubilee Street» la fiera se desató y ya apenas hubo oportunidad para el relajo. Con unas tablas y una impronta al alcance de muy pocos, Cave, Ellis & cia rozaron la perfección en «The Weeping Song«, «Jack the Ripper«, «The Mercy Seat» o incluso en «Stagger Lee«, su versión de Fred Waring & His Pennsylvanians. Uno de los grandes momentos de OPS13, sin duda (como ya lo fuera en Barcelona).

 

 nickcave ops13 bifmNick Cave on fire // Joseba Vegas

 

Que el jueves solo funcionaran dos de los cuatro escenarios (y no de manera simultánea) tiene su parte buena y su parte mala. La buena, claro, radica en que puedes verlo todo. La mala, en que, si algo no te apetece… pues no hay más. Y que conste que nos encantan Deerhunter y que su larguirucho cantante, Bradford Cox, es uno de nuestros frontmen favoritos… pero tras el torbellino de las Malas Semillas nos supo a poco su actuación, iniciada a la 1 de la madrugada. Lo de James Blake fue algo parecido, más por inapetencia propia que por demérito ajeno. Y es que la música de Blake (en Oporto en formación de trío) es sublime, sí, pero quizá demasiado cuando estás a punto de alcanzar las 3 de la mañana. El que esto firma hubiese preferido bailar a esas horas, para qué vamos a mentir.

 

VIERNES 31 DE MAYO: BLUR, DANIEL JOHNSTON, SHELLAC…


La segunda jornada ya puso a funcionar desde bien prontito los cuatro escenarios de Optimus Primavera Sound, sumando a los dos principales, la carpa Pitchfork y el precioso Palco ATP, flanqueado por cientos de árboles. En este último es donde vimos a Daniel Johnston tras ver un ratito de Local Natives (primero de los dolorosos solapes) en el Palco Optimus. Evidentemente, a Johnston no se le puede mirar con los mismos ojos que a otro artista al uso (no hablemos ya de bestias escénicas como Nick Cave), pero una actuación suya resulta altamente recomendable, sobre todo si estás harto de actitudes impostadas, sonidos de pastiche y mucha de la tontería que envuelve al rock. Lo de Daniel Johnston es honestidad en estado puro, es corazón, es alma, por mucho que necesite un atril para apoyar las letras y que, aún así, se equivoque en alguna ocasión. Respect.

 

ops13 publicoescenarioatp bifmTan ricamente con Daniel Johnston // Joseba Vegas

 

A priori, poco (o nada) tenían que ver las propuestas posteriores, coincidentes ambas a eso de las 9 de la noche. Nos decantamos por el kraut de Svper, pues ya sabíamos lo que harían Michael Gira y sus intensos Swans, mientras que al dúo barcelonés aún no lo habíamos visto nunca en directo. Y no sabemos si acertamos, porque, aunque nos gusta la propuesta de los ex Pegasvs, el concierto nos dejó un tanto fríos. Con Sergio Pérez y Luciana Della Villa frente a frente, parapetados detrás de sus retro-futuristas artilugios, la puesta en escena resultó un tanto pobre y fría, como monótonas sonaron las canciones (a pesar del conato de subidón de «Brillar» y lo llamativa que sigue resultando «La melodía del afilador«).

 

svper ops13 bifmSvper en Portugal // Joseba Vegas

 

Como no solo de música vive el melómano, nos perdimos a Melody’s Echo Chamber y Grizzly Bear por aquello de ir a cenar. Además, había que coger fuerzas para alternar las actuaciones de Metz, Meat Puppets y Shellac antes de ver a Blur. Los primeros volvieron a demostrar por qué son la gran esperanza del sello Sub Pop gracias a su indie rock primigenio, visceral y contundente; los segundos… si dice el gran Edu Ranedo que estuvieron «casi al nivel de Shellac» no le vamos a contradecir… y toca hablar de Steve Albini y los suyos. Al modo habitual, con la batería del inquietante Todd Trainer en primer plano, Bob Weston con el bajo a la derecha y Albini (con la guitarra colgando de la cintura, claro) a la izquierda, los de Chicago dieron un bolazo. A ratos más ruidoso, a ratos más rápido, a ratos más enérgico, bordeando las fronteras del noise rock, del math rock y del post-hardcore, el concierto resultó, además, muy divertido. Una actuación de esas que a uno le cargan las pilas y le hace afrontar lo siguiente con energías renovadas y careto de satisfacción. A destacar «The End of Radio» y un «Spoke» en el que Weston y Albini dejaron solo en escena a Trainer, para luego ir despojándolo de los diferentes elementos de su instrumento mientras el peculiar baterista se afanaba en seguir llevando el ritmo. Grandes.

 

shellac ops13 bifmEl bolazo de Shellac // Joseba Vegas

 

Después de tantas guitarras, nos supo a gloria desconectar un rato con la electrónica de Kieran Hebden y su proyecto más conocido, Four Tet, si bien no llegamos a meternos de lleno en la actuación, con la vista puesta ya en lo que estaba por venir: Blur. Damon Albarn, Graham Coxon, Alex James y Dave Rowntree prácticamente calcaron su concierto de una semana antes en el Fòrum, por lo que poco podemos añadir a lo que ya dijimos entonces. Tan solo, certificar que los cuatro músicos se hallan en muy buen estado de forma y que se les ve con energías renovadas, a pesar de haber pasado más de 20 años de su debut. Ellos volvieron a tirar de greatest hits y nosotros volvimos a desgañitarnos con «Parklife«, «Country House«, «This Is a Low«, «End Of a Century» o «Tender«. También bailamos con «Girls & Boys«, hicimos pogo con «Popscene«, nos emocionamos con «The Universal» y saltamos con «Song 2«, el inevitable fin de fiesta.

 

blur front ops13 bifmBlur, en plena forma // Mick Habgood (habgoodimages.com)

 

Del sprint final de la jornada, con Glass Candy, Fuck Buttons y Julio Bashmore, nos quedamos con el pop sintetizado de los primeros, quienes, al menos, nos hicieron bailar (cosa que no lograron Andrew Hung y Benjamin John Power con su experimentación sonora, ni Matt Walker -no, no se llama Julio- con su particular manera de entender el house. Nada, que nos fuimos a dormir un poquito antes del cierre (tampoco está mal, ¿no?).

 

SÁBADO 1 DE JUNIO: MY BLOODY VALENTINE ENCANDILAN, LOS PLANETAS NO


El sábado lo abrieron los portugueses The Glockenwise, los suecos Roll The Dice y los catalanes Manel, ocupando tres de los 4 escenarios del Parque da Cidade. Nosotros llegamos con los neoyorquinos Degreaser, que sorprendieron con los ecos ¿rockabilly? de su propuesta ¿punk?. Llamativo y ruidoso lo de estos novatos salidos de Brooklyn. También llamativa, aunque lleven más de una década en activo, sigue resultando la propuesta de The Drones. A los australianos no hay quien los encasille, discográficamente hablando, y, en directo, siguen retorciendo el garage rock para dejarlo irreconocible.

 

ops13 publicoescenariogrande2 bifmEsperando a Dinosaur Jr. // Joseba Vegas

 

Vimos un poco por encima a los lusos Paus, que no sonaban nada mal con su post rock, un tanto experimental. Le prestamos algo más de atención a Dinosaur Jr., aunque ya los habíamos visto en Barcelona la semana previa. Y qué te vamos a contar… indie rock canónico de melodías y distorsión, canciones nuevas (de «I Bet On Sky«) y clásicos, momento álgido con el «Just Like Heaven» de The Cure y broche con la participación de Damian Abraham de Fucked Up, llevando la propuesta hasta terrenos hardcore.

 

También habíamos visto la semana anterior a Los Planetas, pero teníamos ganas de repetir, más que nada para ver si conseguíamos algún tipo de consenso en Oporto, vista la absoluta disparidad de opiniones (tanto de prensa como de público) tras el concierto de 7 días atrás. También había cierto morbo por saber si serían capaces de congregar a un público multitudinario estando en un país extranjero, por muy vecino que sea. Y sí, hubo bastante gente, pero sin apreturas más que en las primeras filas. En lo musical, mucho nos tememos que esta vez el consenso es inevitable, pues un sonido lamentable hizo que apenas entendiéramos aquello que entonaba J. Y no, no hablamos de «desgana» ni de su conocida manera de cantar, arrastrando las palabras. Hablamos de que la voz estaba muy muy baja y las guitarras muy altas (cosa que no pasó en Barcelona, precisamente), tanto que sonaba más alta cualquiera de las 6 cuerdas de Florent que cualquiera de las sílabas pronunciadas por el vocalista. Una pena ver reducidas a una maraña de ruido descompensado las magníficas canciones de «Una semana en el motor de un autobús«, disco que interpretaron íntegro (más el regalo, como bonus tracks, de «Alegrías del incendio» y «Ya no me asomo a la reja«).

 

losplanetas2 ops13 bifmLos Planetas, internacionales // Joseba Vegas

 

Tras la cena de rigor (había una oferta bastante variada en la zona de restauración, por cierto), cita con Savages. El cuarteto de chicas salido de Londres lleva cosa de un año en activo y solo tiene una referencia discográfica en largo, el recién estrenado LP «Silence Yourself«, pero ya está claro que estamos ante uno de los grupos del momento. Por canciones, por actitud, por arrojo, por estética y por un directo digno de una banda consagrada. De ser un grupo que transmitiese menos intensidad, saber hacer y seguridad, seguramente habláramos de unas meras copionas de Joy Division y Siouxsie and the Banshees, pero está claro que achacarles falta de personalidad es, en su caso, algo completamente descabellado, por mucho que las referencias sean obvias. Nos encantaron.

 

Tras las cañeras Savages, cita con unos melodiosos (ajá) My Bloody Valentine. Sonaron limpios, nítidos, pulcros… mucho (habrá quien diga que «demasiado«) en su caso, pero el concierto fue fantástico. Sí que chocaba tal luminosidad por parte del cuarteto comandado por Kevin Shields y Bilinda Butcher, más cuando las voces de ambos guitarristas sonaron muy muy bajitas, pero el bolo resultó hipnótico y altamente satisfactorio. De las nuevas, las incluidas en su reciente «m b v«, sonaron «Only Tomorrow«, «New You» y «Wonder 2» (que sirvió para cerrar). De los clásicos, no faltaron «To Here Knows When«, «When You Sleep«, «I Only Said«, «Come in Alone» y «Soon» (de «Loveless«, 1991). De su debut, «Isn’t Anything» (1988), cayeron «You Never Should«, «Nothing Much to Lose»  y ese hit llamado «Feed Me with Your Kiss«.

 

atpnoche2 ops13 bifmEl escenario ATP, de noche // Joseba Vegas

 

Superadas ya las 2 de la madrugada del último día de festival había muchas ganas de fiesta, tantas que nos dio verdadera rabia habernos perdido a Dan Deacon (coincidía con My Bloody Valentine). También nos perdimos a Fucked Up (por aquello de la vida social y las relaciones públicas, en este caso), pero ya los habíamos visto en Primavera Sound. Así que nos preparamos para el fin de fiesta de The Magician (con una sesión bastante normalita por parte del ex Aeroplane -esperábamos más malabarismos técnicos-) y para el verdadero fin de fiesta, con un DJ Coco, que, sin estar anunciado previamente, se incluyó finalmente en el cartel. La carpa Pitchfork no estuvo tan a reventar como el escenario Ray-Ban del Fòrum, pero no faltaron los hitazos, el conffeti, ni los bailes tanto arriba como abajo del escenario. No fue como en Barcelona… pero este hermano llamado Optimus Primavera Sound se parece bastante.

 

djcoco2 ops13 bifmFin de fiesta con DJ Coco // Joseba Vegas

 

 

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