Este mes cambia la cartelera el festivo (¿o era reivindicativo?) Primero de Mayo, miércoles, y nosotros ya hemos visto dos de las propuestas más interesantes que incluye: «Immaculate», con Sydney Sweeney y Álvaro Morte, y «La casa», basada en el cómic de Paco Roca
La fecha que menos gente guarda en el barrio de Salamanca, el 1 de mayo, cambia la cartelera y nosotros ya hemos visto dos de las propuestas que trae:
Una intriga religiosa con la actriz del momento, Sydney Sweeney, más un íntimo drama familiar que recomendamos sin ambages. Los siguientes tres minutos te damos nuestra opinión.
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«IMMACULATE»
¿Cómo podría explicarse que hace un año la gente que conocía a Sweeney se contaba con los dedos de una oreja y hoy es la actriz a la que medio Hollywood quiere dentro de su película? La respuesta son los Rolling Stones. Trabajar para Mick Jagger y su clan puede hacer que en 24 horas te vean diez millones de personas. Encuerada, empoderada y -tratándose de los Stones- deslenguada, la actriz protagonizó el videoclip de «Hungry» y pasó de ser poco más que una extra con frase en el cine de Tarantino a una estrella por derecho propio que este 2024 tiene tres (¡3!) películas como protagonista (la primera, «Cualquiera menos tú», puesta al día de los Tom Hanks y Meg Ryan de los 90, un completo e inexplicable éxito).
Solvente y moderadamente entretenida, «Immaculate» narra la peripecia de una monja descarriada (Señor, perdónala, es norteamericana) que para encontrar paz de espíritu viaja a Roma (la ciudad más satánica del mundo según el cine) y lo que encuentra es al español Álvaro Morte en un papel por el que Vincent Price habría matado en su momento.
De por qué algunas películas cuentan todo en su tráiler hablaremos otro día, pero, en este caso, recomendamos ir al cine lo más vírgenes posible(con perdón)
«LA CASA»
Basada en el soberbio cómic de Paco Roca y galardonada en el Festival de Málaga, «La casa» es la crónica de tres hijos que se plantean vender la vivienda del padre tras el fallecimiento de éste. Como siempre en estás situaciones, surgirán tensiones perfectamente reconocibles si uno tiene familia y ha transitado por bodas, bautizos y comuniones.
Contada en un susurro (dura unos comodísimos 80 minutos) y defendida por un reparto donde absolutamente todos están bien (hablamos del último Goya David Verdaguer, Luis Callejo o Marta Belenguer), el único problema que puede tener una joya como «La casa» es quedar eclipsada por películas que con el triple de todo, cuenten la mitad.