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Blood Red Shoes, con el volumen al 11 en Barcelona

Crónica del concierto de Blood Red Shoes + Ohios celebrado en Razzmatazz 3 el sábado 17 de noviembre de 2012. Por Luis Benavides, con fotografías de Rafa Rodríguez

 


Crónica del concierto de Blood Red Shoes + Ohios celebrado en Razzmatazz 3 el sábado 17 de noviembre de 2012. Por Luis Benavides, con fotografías de Rafa Rodríguez

 

Llevaba mucho tiempo esperando este momento. Laura-Mary y Steven, amigos y residentes en Brighton, tocando sus mejores temas a todo trapo, en mi ciudad, bajo el mismo techo. Su banda, Blood Red Shoes, ya habían pasado por nuestro país un par de veces si no me fallan las cuentas y esta vez presentarían su tercer largo, «In Time To Voices«, del que finalmente solo tocaron cuatro temas.

Pero antes, los locales Ohios, en la órbita del sello Famèlic, compañeros de L’Hereu Escampa y Mates Mates, que siguen sumando bolos interesantes previos a la grabación de lo que será su primerísima referencia discográfica. El estilo de este cuarteto mira al otro lado del Atlántico, con una propuesta más yankee que el estado norteamericano que inspira su nombre, deudora de bandas que explotaron en la década prodigiosa, los 90’s, cuando ellos todavía no habían nacido. Véanse Dinosaur Jr, The Replacements y Hüsker Dü, por citar algunas formaciones ilustres que me vinieron a la cabeza mientras disfrutaba atento su concierto.

Las melodías entraban muy bien, a la primera, quizás con exceso de edulcorante en las partes vocales, pero a los de Osona les faltaba ese «algo» para convertir sus temas más que correctos en auténticos temazos, de esos que trascienden y no puedes quitarte de la cabeza. Pero están cerca, muy cerca. A poco que sigan tocando con las mismas ganas y encuentren su propia identidad podemos tener un orgullo de banda por estos lares.

Cuando Blood Red Shoes subieron al escenario la sala presentaba una muy buena entrada. El concierto, gentileza de una conocida cerveza y sus conciertos Grab Some Bands, tenía muy buena pinta aunque había escuchado y leído de todo al respecto de la puesta en escena de la pareja británica, con bastantes más críticas negativas que positivas. Su bolo en la Razz más pequeña, la 3, sería la ocasión perfecta para salir de dudas o, como mínimo, catar su directo de primera mano. Y parece que estaba de suerte, y ellos tenían un buen día, porque el tándem Carter-Ansell hizo un muy buen papel en términos generales.

blood5Laura-Mary, la voz cantante // Rafa Rodríguez

¿Cómo hacer que nadie eche en falta un bajo? Volumen al 11 y, sobre todo, un batería eficiente e hiperactivo que sepa llenar y pegar buenas castañas. Mi querida cantante y guitarrista, más bien inexpresiva pero con una actitud que denotaba más timidez que frialdad, no es precisamente una gran virtuosa pero venía con las espaldas cubiertas, muy bien preparada. Y es que, como bien señalaba Rafa Rodríguez, muy atento con su cámara desde la primera fila, a los dos técnicos que lleva de gira, debíamos sumar una pedalera que muchos quisieran y dos pepinazos como amplis. El simpático batería, por contra, es la otra cara de la moneda y derrocha entusiasmo en cada movimiento, en cada verso o estribillo, y en el tramo final acabó contagiando esa misma fuerza.

blood3Blood Red Shoes, a todo trapo // Rafa Rodríguez

Como decía más arriba, «In Times To Voices» tuvo una presencia casi testimonial, por exigencias del guión, que ya me va bien porque me parece el más producido, pretencioso y modernillo de los tres. Como si hubieran olvidado que, a menudo, menos es mucho más. Mis favoritos, «Box Secrets» y «Fire Like This«, en cambio, suman un buen puñado de hitazos de post punk garajero, urgente, primitivo y fresco. Sin más. Pienso en «It’s Getting Boring By The Sea«, «Say Something, Say Anything«,»You Bring Me Down«, «Don’t Ask» o «Light It Up«, que fue coreada por un público esperó a los bises con la esperada «I Wish I Was Someone Better» para marcarse unos buenos bailoteos.

blood4These boots are made for dancing // Rafa Rodríguez

Llamadme envidioso, pero dos días antes, en Madrid, la pareja intercambió sus papeles y tocaron un tema conocido como «The Surf Song«, según he leído en una página conocida por publicar los setlists. Me habría gustado ver a la menuda Laura-Mary aporreando el set mientras Steven rascaba con su ímpetu habitual las seis cuerdas. Otra vez será.

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