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CRÓNICA y FOTOS: Tiro Bajo. ¿Demasiado raro? (Azkuna Zentroa, Bilbao, 18-XII-2015)

Quinteto superbanda con miembros de Lisabö, Cabezafuego, Atom Rhumba, Negu Gorriak… ¡Casi nada! Ese es el plantel que se presentó el viernes pasado en directo para una ocasión única. Una reunión de amigos que se juntan de nuevo para hacer gamberradas e improvisar, así fue la noche. Nos lo cuenta Sergio Iglesias con fotos de Koldo Orue

Quinteto superbanda con miembros de Lisabö, Cabezafuego, Atom Rhumba, Negu Gorriak… ¡Casi nada! Ese es el plantel que se presentó el viernes pasado en directo para una ocasión única. Una reunión de amigos que se juntan de nuevo para hacer gamberradas e improvisar, así fue la noche. Nos lo cuenta Sergio Iglesias con fotos de Koldo Orue


El pasado viernes, 18 de diciembre, Tiro Bajo hacía aparición estelar en Azkuna Zentroa Bilbao para un directo por una única noche. Javi Manterola (Lisabö, Amodio, Hermana Raya…), Iñigo Cabezafuego (Cabezafuego, Mermaid, Atom Rhumba…), Karlos Osinaga (Lisabö, Hermana Raya…), Rober! (Atom Rhumba, Separatistas…) y Mikel Abrego (BAP, Negu Gorriak, Anari…). ¡Casi nada! Eso son (o eran, ya que fue algo efímero) Tiro Bajo. Un quinteto superbanda, sí. Pero también una reunión por una noche de cinco amigos que se juntan de nuevo para hacer gamberradas e improvisar. Nos lo cuenta nuestro redactor Sergio Iglesias, con fotos de Koldo Orue.


Cinco colegas que quedan en la antigua Alhóndiga para hacer algo de ruido y quitarse el mono de escenario ante un reducido y expectante público. Así fue el «concierto» (por decir algo) del viernes. Los cinco colegas en cuestión son conocidos de sobra por aquí, y cuentan con un importante bagaje como músicos al frente de grupos que, a lo largo de los años, se han convertido en míticos dentro de la escena rock en Euskal Herria.

 

tiro bajo_firmarKoldoOrue3Sorprendentemente, sobre el escenario sólo había cuatro teclados, con sus respectivos micros y sus equipos de sintetizadores, y la batería de Mikel Abrego, curtido en mil batallas pero, que a buen seguro, nunca se había visto en una de estas… ¡Y menos mal que él estaba allí! Porque no sé si es que no todo el mundo está preparado para este tipo de espectáculos, performances, improvisaciones o como lo queramos llamar; o a lo mejor es que yo no tengo ni idea de música o que mis oídos están demasiado hechos al rock con batería, guitarra, voz y, como mucho, un teclado… El caso es que durante los 45 minutos que duró aquello, me sentí totalmente perdido y en ningún momento llegué a conectar con el espectáculo de sonidos desordenados de teclado, sintetizadores y voces distorsionadas, interpretadas ante una pantalla en la que iban apareciendo imágenes inquietantes. Todo, enmarcado en un ambiente psicodélico y del que sólo entendí (por familiar) el sonido de la batería de Abrego.

 

Así que, en el momento de escribir esto, aún descolocado, me hallo en la tesitura de no saber qué contar, ni cómo enfrentarme a la crónica del viernes. Y me doy cuenta del valor de poder tener delante a estos grandes músicos. Entonces me vienen a la cabeza el peculiar sonido de Lisabö con sus dos baterías, aquel bolo a media tarde de Atom Rhumba en el Azkena Rock Festival de Vitoria-Gasteiz, los Negu Gorriak haciendo historia, los grandes momentos musicales y melódicos que han dado Anari y su banda, el último disco de Cabezafuego… Tantos y tantos proyectos en los que han participado estos cinco tipos y todos los años que llevan en esto, lo que les autorizan a hacer, de vez en cuando, cosas que no son para todos los públicos y que se enmarcan más dentro de un divertimento particular que en un espectáculo para el gran público. En fin, una experiencia nueva y una ocasión de reencontrarse de alguna manera con cinco grandes músicos con los que, de verdad, esperamos coincidir de nuevo en otras circunstancias.



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