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Ocio y cultura

Lo que Halloween nos dejó (en plataformas): 3 títulos a elegir

Dos recomendaciones y una tercera, que, bueno, a tu elección. Un poco de miedito con «Hermana muerte», «Nadie te salvará» y «El Conde».

"Hermana muerte" // Netflix
Dos recomendaciones y una tercera, que, bueno, a tu elección. Un poco de miedito sin salir de casa con «Hermana muerte», «Nadie te salvará» y «El Conde»

No sabemos si es una feliz casualidad o los astros se han alineado, pero lo cierto es que hay, al menos, tres novedades recién estrenadas en plataformas que perfectamente podrían acompañar el menú de palomitas, sesos y tempura de murciélago con el que puede que te hayas mortificado estos días de Halloween. Nosotros, que somos legales (como siempre), recomendamos dos y una tercera la dejamos a tu elección. De nada.

«HERMANA MUERTE» (NETFLIX)

Parece evidente que Paco Plaza es el mejor director estatal en esto que llamamos cine de terror (junto a su amigo y compinche Jaume Balagueró), pero esta vez ha entregado un trabajo desdibujado con monjas de clausura, postguerra civil, posesiones y niños. Y gritos, muchos gritos.

Pese a una iconografía la mar de turbia y a algún momento pavoroso, «Hermana muerte» nunca trasciende, nunca apura lo que propone y siempre resulta reiterativa y previsible. Oportunidad perdida (y, aún así, es muy superior a «El exorcista: Creyente», lo decimos como aviso). En Netflix.

«NADIE TE SALVARÁ» (HULU / DISNEY+)

Sí, vale. Todas las grandes historias están ya contadas, pero hay días que no pides que te salven la vida, solo que te entretengan. Para eso, estos ochenta y cinco minutos de invasión extraterrestre (está todo, de «Hidden» a «El pueblo de los malditos») mezclados con comedia costumbrista, son imbatibles.

Y lo mejor es que «Nadie te salvará» («No One Will Save You», si te la pones en versión original) está hecha con tal entusiasmo y de forma tan sincera que absolutamente todo funciona. Da igual dónde te escondas, E.T. es un pedazo de cabrón. En Hulu / Disney+.

«EL CONDE» (NETFLIX)

Por lo que sea, Pablo Larrain le tenía ganas a Pinochet. Quiza por los secuestros, quizá por las violaciones, quizá por tirar prisioneros (vivos) desde aviones militares, Larrain le tenía ganas al dictador chileno.

Lo que no nos esperábamos es esta vuelta de tuerca al mito vampírico, pues «El Conde» convierte al dictador en un vampiro que bebe sangre humana (incluso de obreros, aunque le dé mucho asco) y devora corazones mientras piensa qué empresa expropiar para seguir esquilmando el país. Como dijo mi amigo Pato Castañeda, «todo tiene un curiosísimo aire buñueliano». Y sí, no se la pierdan. En Netflix.

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