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Bilbao BBK Live

OPINIÓN: Bilbao BBK Live, la responsabilidad de diferenciarse (por Ibai Villapún)

El festival vizcaíno ha agotado entradas por segundo año consecutivo. Su poder de convocatoria ha crecido a la vez que los grandes nombres de su cartel han ido disminuyendo. A continuación destacamos algunas de las claves para entender el momento actual del festival y sus futuros retos y responsabilidades


El festival vizcaíno ha agotado entradas por segundo año consecutivo. Su poder de convocatoria ha crecido a la vez que los grandes nombres de su cartel han ido disminuyendo. A continuación destacamos algunas de las claves para entender el momento actual del festival y sus futuros retos y responsabilidades

 

Una vez concluida su décima edición y consumado su segundo año consecutivo agotando entradas, es innegable que Bilbao BBK Live se ha convertido en un festival de referencia en España e incluso en el sur de Europa. Ese estatus se lo dan sus datos de asistencia, que revierten en un impacto económico en la ciudad cifrado en torno a los 20 millones de euros.

No obstante, resulta cuando menos llamativo que el festival haya adquirido ese poder de convocatoria en las ediciones en las que su programación ha carecido de los grandes reclamos de antaño. Un festival que en el pasado contó con artistas del calibre de Coldplay, Metallica, The Cure, Green Day, the black keys bilbaobbklive2014 vertical bifmThe Police, R.E.M, Red Hot Chili Peppers, Pearl Jam o Rammstein ha conseguido colgar el cartel de «Entradas agotadas» en dos ediciones en las que los únicos que juegan en la misma Liga salarial que los anteriormente mencionados han sido The Black Keys (2014 -foto derecha, por Alfredo Rodríguez para bi fm-) y Muse (2015). Dos últimas ediciones en las que artistas como Franz Ferdinand, Phoenix, The Prodigy, Mumford And Sons, The Jesus And Mary Chain o Alt-J han tenido que jugar un rol de cabezas o co-cabezas de cartel que pueden soportar en otros países y otras culturas pero que, en Bilbao, les queda grande. No obstante, los resultados de asistencia han sido los mejores de la historia del festival. ¿Cómo se explica esto?

Podríamos pensar que la respuesta está en la adecuación del cartel a los gustos del público proveniente, sobre todo, de Inglaterra y Francia; pero el hecho de que  dichas cifras de asistencia se hayan mantenido estables durante los últimos años 4-5 años (en torno a un 25-30%) desacredita esa teoría. Y eso nos lleva a enfocar la transformación vivida por el público del festival, cuya media de edad se ha visto reducida de forma clara en las 2-3 últimas ediciones. Esa transformación es, en mayor medida de lo que pudiera parecer, consecuencia de las múltiples innovaciones en la oferta extra musical que se puede encontrar dentro del recinto, donde numerosas marcas comerciales ofrecen a los jóvenes festivaleros «experiencias» diseñadas en laboratorios de agencias de Marketing de gravosas minutas.

Paralelamente, el Bilbao BBK Live ha pasado de contar con un elevado número de aficionados de paladares exigentes, que concienciaban al festival de la necesidad de contar con unos The Black Crowes, Alice In Chains, Twilight Singers, The Mars Volta, TV On The Radio o un Jeff Tweedy o Mark Lanegan, a ser un evento en el que la música importa, pero también importan –y mucho– los selfies, los shorts, las camisas estampadas, el modelo de gafas de sol y el disfraz más original. Es decir, importa «la experiencia».

Pero eso no necesariamente debiera representar un rasgo negativo. No obstante, el incremento del peso de esas necesidades por parte de ese «nuevo» público ha derivado en que el festival presente, cada año de una manera más acentuada, una programación más homogénea y standard que lo mismo puedes encontrar en Bilbao, Lisboa, Londres o Los Ángeles, o propia de un anuncio de cerveza con jóvenes disfrutando del mar mediterráneo. Bilbao BBK Live cada vez se parece más a todos los demás y menos a lo que un día aspiro a ser. Al margen de estilos musicales, cada vez más muestra una programación que se presenta lejana respecto a los deseos del segmento más exigente de su audiencia potencial.

muse bilbao bbk 2015 alfredormMuse en Bilbao BBK Live 2015 // Alfredo Rodríguez

Ya hemos dicho que el festival aprueba la asignatura del impacto económico a través del éxito de asistencia, pero el apoyo que recibe anualmente por parte de instituciones públicas y la responsabilidad que tiene respecto a la imagen que proyecta de la ciudad también le obligan a buscar la excelencia. Y eso, entre otras muchas cosas, implica contar con una programación de mayor consistencia y calidad artística, que combine hypes y tendencias con esas bandas que están «en su momento», que aportan algo tan difícilmente cuantificable como el prestigio y que devolverían a Kobetamendi a los aficionados más exigentes. Y no hablamos necesariamente de grandes nombres.

En definitiva, el éxito económico y de audiencia no es incompatible con incluir una decena de delicatessen en un cartel que, por presupuesto y por su modelo de financiación, las reclama. Ese paso ayudaría a proyectar una mejor y más genuina imagen de Bilbao y a adquirir un prestigio internacional que vaya más allá del poder de convocatoria.  Bilbao BBK Live tiene capacidad para conseguirlo pero, para ello, tendrá que reflexionar y, en ciertos aspectos, probablemente, volver sobre sus pasos.

*Ibai Villapún es coordinador general de bi fm y fue jefe de prensa de Bilbao BBK Live durante sus nueve primeras ediciones.

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