El segundo día de Primavera Sound 2014 estuvo marcado por la lluvia y el frío, así como por las actuaciones de The War On Drugs, Slowdive, Kvelertak, Furia, Deafheaven, Dezervers, Jagwar Ma, !!!, Laurent Garnier, Pional, Señores, Bongeziwe Mabandla, Haim… Lo cuentan Luis Benavides y Joseba Vegas, con imágenes de Aitor de Haro y Joseba Vegas
El segundo día de Primavera Sound 2014 estuvo marcado por la lluvia, esa misma que no hizo acto de presencia el jueves, así como por las bajas temperaturas. Y mira que estábamos avisados del año anterior, cuando hubo verderos dramas andantes (vestidos con shorts) debido al desplome térmico, y que, ya el miércoles, había caído lo suyo sobre el Parc del Fòrum en los conciertos gratuitos previos, pero nada, los hubo que se vieron sorprendidos por la enorme tromba de agua que cayó durante la tarde y por lo gélido del ambiente nocturno. Eso sí, la verdad es que no existe en el mercado chubasquero capaz de repeler lo que allí descargó durante cerca de una hora, por lo que la feria discográfica no solo sirvió de refugio de emergencia, sino que vio como se disparaba la venta de camisetas y sudaderas de bandas por aquello de poder vestir algo seco. También el cercano centro comercial de Diagonal Mar recibió la visita de cientos de calados hipsters, quienes arramplaron con ropa de abrigo e impermeables en tiendas que jamás pensaron que llegarían a pisar.
Primavera Sound 2014: Jueves 29 con Arcade Fire, QOTSA, St. Vincent… (Crónica, fotos y vídeo)
El recogido y coqueto escenario Sony Club PS14 es lo primero con lo que se encuentra todo aquel que cruza los tornos de entrada al recinto del Fòrum. No llegamos a tiempo para ver allí a Murciano Total, encargados de abrir las actuaciones al aire libre a las 17:00 horas (misma hora a la que The Last 3 Lines arrancaron en el escenario Ray-Ban –antes ya había actuado Julia Holter dentro del Auditori-), pero sí que pudimos disfrutar de Señores, quienes demostraron que son la gran esperanza del indie pop estatal, entendido tal y como se entendía en España eso de «indie» hace 15 o 20 años. Tensión guitarrera, distorsión, letras en castellano y gran actitud, pues no se podía perder la oportunidad de presentarse en semejante escaparate, más cuando la climatología era, aún, favorable.
«Oye, ¿tú crees que lloverá?» // Aitor de Haro
«La culpa la tengo yo por haber empezado a cantar«, aseguró con sorna John Grant al certificar que su show iba a estar, irremediablemente, pasado por agua. Una pena no haber podido disfrutar en condiciones del directo de un artista responsable de uno de los mejores discos de 2013 («Pale Green Ghosts» y que ya nos deslumbró en el pasado BIME de Barakaldo. Desde aquí un aplauso a los valientes que capearon el temporal.
La lluvia dio tregua justo para disfrutar el primer plato fuerte de la segunda jornada, los veteranos Slowdive, poco después de las 21:40 horas. El quinteto de Reading y My Bloody Valentine tienen la custodia compartida del shoegaze británico, nacido a finales de los ochenta, y todavía tienen tirón. Mucho. Escenario grande (el Heineken) y mucha expectación, con un público muy variado. Nos sumergimos (ya secos, ojo) en su propuesta, delicada y etérea, aparentemente sencilla y muy sentida, con pasajes instrumentales y voces ensoñadoras. Antes, de camino, descubrimos el guitarreo distorsionado de los valencianos Dezervers, un pequeño gran descubrimiento (como tantos otros en el escenario Adidas Originals, reservado para artistas emergentes, propuestas minoritarias, un tanto extremas o bastante exóticas). Muy recomendables si añoras la primera etapa de Brian Molko y sus Placebo. Apenas pudimos disfrutar el directo de Sharon Van Etten, cada vez más volcada en su sonido más americana y country. Abrió con temas del nuevo disco, «Are We Dead?», y nos cuenta nuestro fotógrafo oficial que dejó para el final su ya clásico «Serpents».
Y si para la cantautora de Brooklyn no era la primera vez que tocaba en Primavera Sound, porque ya lo hizo en 2012, tampoco lo era para Pixies, una de las bandas de cabecera del «asistente tipo» del festival. ¡Bien! La colección de hits de Frank Black y compañía es larga, muy larga, y cualquier setlist es una garantía. Para la noche del viernes los de Boston optaron por empezar con temas por todos conocidos con mucho nervio como «Bone Machine», «Wave of Mutilation», «Velouria», «Crackity Jones», «Hey»… Pero también desgranaron con más o menos acierto los temas de su notable regreso discográfico, «Indie Cindy» (2014), como una desangelada «Bag Boy» o «Magdalena». Aunque la actitud en el escenario era la correcta, la banda perdió algo de fuelle en una parte final salvada por temas infalibles como «Here Comes Your Man» y «Where’s My Mind?». En cualquier caso, un placer tenerlos de vuelta.
Pixies // Aitor de Haro
De camino a otros escenarios volvimos a toparnos con propuestas diferentes en el escenario Adidas. Allí, al borde del mar (y a pecho descubierto) estaban los polacos Furia, metiendo ruido del bueno a base de death metal de ese que asusta en noches de tormenta (¡bu!). Nos engancharon tanto los de Katowice, que apenas llegamos a tiempo de ver un poquito de The War On Drugs, quienes abarrotaron el escenario Pitchfork, para presentar «Lost In The Dream» (Secretly Canadian, 2014). Una pena no haber podido disfrutarlo más y mejor, con la buena pinta que tenía aquello, pero es humanamente imposible estar en doce escenarios a la vez. Eso sí, un poco de Kurt Vile sigue siendo mucho.
Furia // Joseba Vegas
Otros que han vuelto a los escenarios recientemente son Slint, banda intocable donde las haya. Para los amantes de la mitomanía primaveral, porque siempre caen leyendas más o menos vivas. Slint nos esperaban con su math-rock y, sobre todo, unos agudos trepanadores. Decidimos repartirnos, de nuevo, y darles una oportunidad también a Deafheaven, la sensación del post-metal. Cuatro temas de la banda de Kentucky, y nos zambullimos en las largas tormentas eléctricas y los gritos de «Sunbather», un trabajo con la portada rosa pero un transfondo muy oscuro. Base impecable, aunque algo tapada por los espeluznantes alaridos hardcore de su fantástico cantante. Mención especial para los movimientos cual director de orquesta de su frontman. Ejecución de alta escuela.
Slint // Aitor de Haro
Deafheaven // Aitor de Haro
The National también tocaban a esa hora, por lo que hubo que acercarse al escenario Sony, donde la propuesta de los americanos fue una de las que más público congregó en toda la jornada. No sonaron especialmente bien ni destacan por tener grandes hits en su repertorio, pero discos como «High Violet» (4AD, 2010) bien merecen nuestro aplauso, en la misma medida que Justin Vernon (Bon Iver) o Hamilton Leithauser (The Walkmen), invitados estrella de un show en el que Matt Berninger terminó enloqueciendo al público al bajar a cantar junto a él, con la voz ya completamente quebrada. Intachable la entrega de la banda y fin de fiesta con un «Terrible Love» que, ¡uf…! Nos convencieron incluso a los más escépticos. Pero, qué decir, si hasta el desconocido (al menos, para nosotros) artista sudafricano Bongeziwe Mabandla nos encantó con su afro-folk, a pesar de que su minimalista propuesta escénica estaba en las antípodas de lo que acabábamos de ver con The National a escasos metros del escenario Adidas.
Bongeziwe Mabandla // Joseba Vegas
Y del sur de África al norte de Europa, a Noruega, porque en el escenario Vice era el turno de Kvelertak. El sexteto hizo temblar el Fòrum desde el mismo momento que su cantante salió al escenario con un mochuelo en la cabeza, el mismo que lucen en el videoclip «Bruanne Bren», y sonaba de fondo el riff de «Apenbaring». Comenzaba el ritual y la gente enloqueció. Se sucedieron los bailes y los saltos entre el público mientras la banda atacaba con rotundidad temas de sus dos trabajos: «Blodtorst», «Fossegrim», «Trepan», «Undertro»… Pusieron el broche con su cantante empuñando una bandera con una enorme K y posterior salto al público con la genial «Mjod». Para quitarse el sombrero… o el mochuelo.
Kvelertak // Aitor de Haro
A !!! (Chk Chk Chk) ya los tenemos muy vistos, pero no por ello dejan de ser apetecibles y una apuesta segura en cualquier festival, más ahora que nos hemos quedado huérfanos de padre y madre disco-post-punk-funk-dance-pop con el adiós definitivo de The Rapture y LCD Soundsystem. Parece mentira, si uno se fija en los compañeros de banda de Nic Offer (con su pinta de padres de familia de profesión anodina), que esos sean experimentados músicos llenos de groovy, capaces de poner patas arriba un macrofestival como el PS14, pero así fue. Aunque de eso, más allá de una buena banda, tiene culpa más que nadie el vocalista del sexteto, quien no dejó de bailar con movimientos de excéntrico gogó y recorrer el escenario Heineken de izquierda a derecha y de arriba a abajo, pues fueron varias las veces que bajó a ras de suelo para mezclarse con el público, para mayor desesperación del equipo de seguridad. Aquello fue un no parar, tanto en los instantes funk del inicio como en el fin de fiesta electrónico, en consonancia con el sonido de «Thr!!!er» (Warp, 2013). «Slyd» fue el pepinazo de la noche.
3:05 AM, concierto de Jagwar Ma en el escenario Ray-Ban, donde pudimos disfrutar de la última propuesta guitarrera de la jornada. Guitarrera, pero bailable, claro, que a esas horas es lo que toca. Por eso, como pasó el día anterior con Metronomy, había dudas acerca de la idoneidad de programar ahí a una banda de pop, pero los australianos supieron potenciar su lado más rítmico, sin caer en devaneos psicodélicos de más. Como era de esperar, «Come Save Me» fue el tema que llevó el delirio a la pista y a las gradas.
Dándolo todo // Aitor de Haro
A las 4 de la madrugada estaban programados, de manera simultánea, Laurent Garnier en el Ray-Ban y Pional en el Pitchfork. Nos decidimos por el francés, por aquello de los galones y porque, qué narices, ya estábamos allí. Sin embargo, a mitad de la sesión del reputado DJ decidimos cambiar de pista de baile, un tanto defraudados por la monotonía ibicenca del galo. Lo del madrileño Miguel Barros, en comparación, supo a gloria gracias a un house mucho menos manido y a una electrónica con cuerpo y alma analógica. Sin duda, la suya fue una sesión lo suficientemente cálida como para ver amanecer olvidando la lluvia y el frío imperante horas atrás. Aunque ahora tocaba salir del Fòrum y… no nos perdonaremos nunca no haber cogido una sudadera extra ni habernos perdido el concierto de Haim. Se cuenta que las tres hermanitas californianas la liaron muy gorda, lejos de esa imagen de candidez y languidez que puede habérsele atribuido al trío. Otra vez será.
Primavera Sound 2014, sábado 31: NIN, Mogwai, Chromeo… (Crónica y fotos)
