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CRÓNICA: Conociendo a Aute en lo que dura una copa de vino (Teatro Arriaga, Bilbao, 18-XI-2015)

Quizá nunca pensaste leer sobre Luis Eduardo Aute en bi fm. Pero aquí estamos, no solo haciendo una crónica sobre un directo del cantautor sino reivindicando su obra. Nuestro redactor Sergio Iglesias (con fotos de Domi Alonso) repasa el directo de un artista que ha forjado el carácter de muchos músicos actuales

Quizá nunca pensaste leer sobre Luis Eduardo Aute en bi fm. Pero aquí estamos, no solo haciendo una crónica sobre un directo del cantautor sino reivindicando su obra. Nuestro redactor Sergio Iglesias (con fotos de Domi Alonso) repasa el directo de un artista que ha forjado el carácter de muchos músicos actuales


El pasado jueves, 19 de noviembre, Luis Eduardo Aute (Manila, Filipinas, 1943) se subía a las tablas del Teatro Arriaga de Bilbao. Quizá nunca pensaste leer sobre él en bi fm. Pero aquí estamos, no solo haciendo crónica sobre un directo del cantautor sino reivindicando su obra (nos lo cuenta Sergio Iglesias con fotos de Domi Alonso). Porque ahora que músicos como Depedro, Natalia Lafourcade o E. Montefusco (Standstill) acaban de homenajearle en un disco tributo, ha llegado el momento de reconocer que su obra ha forjado el carácter musical de muchas generaciones.


Y es que la carrera musical del cantautor hispano-filipino alcanza casi el medio siglo y, solo por eso, merece un respeto; ese que han mostrado quienes han participado en el disco «Giralunas» versionando los clásicos de Aute. Artistas tan dispares como los citados o Miguel Poveda, Xoel López, Natalia Lafourcade, Estopa… Por supuesto que no es el primer tributo que se hace de Aute (ya hace quince años lo hizo otra generación -Ana Belén, Milanés, Sabina o Serrat-), y tampoco hay que olvidar que ya en 1981 Barón Rojo rockearon su «Parece que anda suelto Satanás». Lo que diferencia esta nueva propuesta es que es un reconocimiento brindado por los músicos más jóvenes, que reconocen sin tapujos la influencia que Luis Eduardo Aute ha tenido sobre ellos. Porque parece que, en esta sociedad de «modernos», está bien visto afirmar que artistas como Bob Dylan, Joan Baez o tantos grandes cantautores anglosajones te han forjado el carácter musical. Pero, ¿por qué irse tan lejos? ¿Acaso no es «Al alba» un himno generacional como lo es «Blowin’ In The Wind»? ¿Es que no te toca por dentro «Sin tu latido» como lo hace «Knockin’ On Heaven´s Door»?


aute arriaga_2015_firmarDomi AlonsoTeatro Arriaga 3Precisamente con la excusa de este nuevo tributo, Aute ha decidido embarcarse en una gira, Giraluna, en la que repasa los éxitos de su extensa carrera y que el jueves hizo parada en el Teatro Arriaga, «el teatro más bonito del mundo y parte de Bilbao«, bromeó el veterano cantante. El concierto comenzó después de la proyección de «Vincent y el giralunas», un corto de animación del propio Aute que, recordemos, es también pintor, cineasta… Pero esa es otra historia, hablemos solo de música.


Comenzó el recital con un delicado «Me va la vida en ello», tras la que Aute dio los primeros sorbos a su copa de vino y recordó a las víctimas del atentado de París, sin olvidar a las de Gaza, Afganistán, Siria o Iraq. «Porque en el mundo no hay víctimas de segunda, todos son personas…«. Avanzó también que iba a ser un concierto largo porque había muchas canciones que repasar. Y así fue.


Continuó con «De paso», «Rosas en el mar» (cuya letra cambió por «Rosas en Bilbao»), «Aleluya», la emocionante «Pasaba por aquí» , que arrancó la primera gran ovación de los que habíamos llenado el Arriaga, y «Siento que te estoy perdiendo». Ya desde los primeros temas empezamos a enamorarnos del gusto musical de la fantástica cantante chilena Cristina Narea, acompañante habitual de Aute y encargada de los coros, la percusión y la segunda guitarra. Tras dar un nuevo sorbo a su vino, continuó el veterano bardo cantándonos la historia del «Hafá café», y consiguió pellizcarnos con «Dos o tres segundos de ternura». «Imán de mujer», con un ritmo más animado, cerró este primer bloque, tras el cual Aute se quedó en el escenario acompañado únicamente por el pianista Cope Gutiérrez para interpretar «Volver a verte».


La banda regresó y sonó «Slowly», el particular homenaje del cantautor a Righteous Brothers, The Platters, Elvis y Everly Brothers, y en la que a ratos aparece el Aute más canalla, ese que canta aquello de «por más que nos pille el estúpido de tu marido…«. Después de «Alevosía», cogió la guitarra y se quedó a solas para cantar «Dentro», la metáfora de una masturbación, «el acto de amor perfecto«, según él. Continuó en solitario, emocionando con «Las cuatro y diez», «De alguna manera» y la sensual «Anda», antes de que volviera la banda para interpretar «No te desnudes todavía», que terminó con una comunión perfecta entre grupo y cantante. Luis Eduardo Aute se levantó entonces por primera vez de la silla para dar palmas y felicitar a la banda, que se animó con la fantástica ejecución de Tony Carmona a la guitarra.


aute arriaga_2015_firmarDomi AlonsoTeatro Arriaga 1Aute // Domi Alonso (Teatro Arriaga)


Esa comunión sonora también falló. Fue en «Quiéreme», en la que Aute tuvo que comenzar de nuevo a mitad del tema porque el ritmo de los músicos no era el adecuado. Humildemente pidió perdón al grupo y al público, demostrando su saber estar y su clase. Otro sorbo a la copa para dar paso al Aute más sensual, que apareció de nuevo en «Mojándolo todo», otra de esas canciones que tanto le gustan, en las que, tras unas bonitas y poéticas palabras, se esconde algo más: el sexo oral.


El swing se abrió paso con «Cine, cine» (donde repasa otra de sus grandes pasiones), la animada «Prefiero amar» y la divertida «Una de dos». La calma volvió con las nostálgicas «Queda la música» y «Señales de vida». Y, ya enfilando la última parte del concierto: «Todo es mentira», «Sin tu latido» y la autobiográfica «El niño que miraba el mar».


aute arriaga_2015_firmarDomi AlonsoTeatro Arriaga 2Además de sus temas románticos, Aute no es menos conocido por su faceta política. Así lo demuestra en «Atenas en llamas», compuesta en el país heleno y que, tal y como explicó, relata los hechos que sucedieron en Grecia en 2008 cuando el pueblo se rebeló en protesta por el asesinato de un estudiante. Aute aprovechó para reivindicar el valor de una Grecia «deshecha por la Europa de los mercaderes«. Acabó la canción y todavía no éramos capaces de explicarnos cómo había podido Tony Carmona sacar de su guitarra el sonido perfecto de un buzuki griego. El «espectáculo Carmona» no había terminado y continuó dando lecciones de cómo ser un Guitar Hero tocando canciones de Aute. «Cada vez que me amas» fue la demostración de que el rock está en todas partes, y terminó con la banda tocando los acordes del «Smoke On The Water» de Deep Purple y con el guitarrista dándole a las cuerdas… ¡con los dientes!


Volviendo a la calma, la banda dejó solo al jefe, que apuraba la copa de vino e interpretaba, sin guitarra, una versión totalmente desnuda de «Al alba», provocando el silencio sepulcral en la audiencia. Teníamos miedo incluso de respirar por si rompíamos el momento. Al final, el estruendo de los aplausos agradecía haber sido testigos de aquel espectáculo, mientras los músicos regresaban para despedirse aunque aún quedaban dos bises.


Luis Eduardo Aute demostró en Bilbao que es posible estar medio siglo sobre los escenarios y que sus canciones siguen emocionando igual que la primera vez que se escuchan. Lección de profesionalidad y humildad; lección de la que podrían tomar nota otros quizá injustamente sobrevalorados. Fue un recital maravilloso, en el que Aute tuvo tiempo para todas sus facetas: tierna, canalla, reivindicativa… Mucho tiempo, porque con una treintena de temas, ¿cuánto dura un concierto de Aute? Exactamente, lo que dura una copa de vino.



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