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CRÓNICA Y FOTOS: The Winery Dogs. Un trío de perros viejos (Kafe Antzokia, Bilbao, 8-II-2016)

Es difícil ver a tres figuras de la talla de Sheehan, Portnoy y Kotzen sobre las tablas de un recinto de aforo pequeño; así que había una gran expectación sobre lo que pudieran hacer en su visita a Euskadi. Como era de esperar, no defraudaron a nadie, y la velada nos sirvió además para conocer a los británicos Inglorious. Nos lo cuenta nuestro redactor Abel Amutxatgi, con fotos de Koldo Orue


Es difícil ver a tres figuras de la talla de Sheehan, Portnoy y Kotzen sobre las tablas de un recinto de aforo pequeño; así que había una gran expectación sobre lo que pudieran hacer en su visita a Euskadi. Como era de esperar, no defraudaron a nadie, y la velada nos sirvió además para conocer a los británicos Inglorious. Nos lo cuenta nuestro redactor Abel Amutxatgi, con fotos de Koldo Orue


 

Nuestro redactor Abel Amutxatgi (con fotos de Koldo Orue) nos cuenta cómo fue la ocasión única de poder disfrutar de la superbanda The Winery Dogs en la distancia corta del bilbaíno Kafe Antzokia el pasado lunes, 8 de febrero, en una cita que rozó el lleno absoluto, aunque cuando llegamos al local aún quedaba papel a la venta. Se sentía presión en las primeras filas y las expectativas por lo que podrían hacer tres maestros de la talla de Sheehan, Portnoy y Kotzen en un recinto de aforo reducido eran grandes. Pero antes de llegar a eso hubo mucha tela que cortar, y sobre todo mucha música de la que disfrutar.

 

Abrieron la velada los británicos Inglorious, un combo de hard rock de sabor añejo que supo ganarse al público desde el primer momento. Venían presentando su homónimo disco de debut, y lo hicieron a través de una puesta en escena llena de energía en la que los temas propios se alternaron con alguna que otra versión. La voz del televisivo Nathan James fue la principal protagonista de la actuación, pero el resto de la banda no se le quedó atrás en lo que a presencia escénica hace referencia. A destacar las trabajadas armonías de voz y el excelente trabajo del bajista del combo. Habrá que seguirles la pista si vuelven por estas tierras.

 

 inglorious kantzokia bilbao 2016 firmarKoldoOrueInglorious // Koldo Orue

 

Con The Winery Dogs llegó el plato fuerte de la noche. Lo que todos los presentes habíamos ido a ver, y lo que nos había hecho abandonar la comodidad del sofá un lunes por la noche. Y es que uno no tiene todos los días la oportunidad de escuchar a un supergrupo como el que montaron Billy Sheehan (Mr. Big, David Lee Roth, Steve Vai), Mike Portnoy (Dream Theater) y Richie Kotzen (Poison, Mr. Big) allá por 2012. Virtuosismos aparte, hay que destacar el buen rollo que destila la banda. La complicidad fluyó entre los tres durante todo lo que duró la actuación, y las sonrisas y los guiños fueron constantes. Salvando las distancias, nos recordaron a lo que pueden ser Rush sobre las tablas: tres tipos que saben que no tienen que demostrar nada a nadie y que se suben al escenario sólo para disfrutar.

 

winery dogs bilbao 2016 2 firmarKoldoOrueAbrieron con «Oblivion» y «Captain Love«, dos temas de su último trabajo, y el público ya estaba rendido a los pies del trío para cuando llegó el bailonguero «Hot Streak» que le da nombre. Mike Portnoy se mostraba comedido para lo que suele ser él, mientras que un Billy Sheehan totalmente desatado se hacía dueño de medio escenario. Kotzen, más limitado en sus movimientos por su trabajo tras el micrófono (pero igualmente activo), se confirmó como un gran cantante también en directo para todos aquellos que lo escuchábamos por primera vez.

 

Entre risas y chanzas, fueron pasando los temas. «Time Machine«, «Empire«… Y llegó el momento en el que Richie Kotzen se convirtió en protagonista absoluto al interpretar «Fire» en solitario, acompañado por una guitarra acústica y por un público que coreó el estribillo con desigual suerte (seguimos teniendo un problema con el inglés por estos lares, en efecto). Tras un «Think It Over» en el que Kotzen se sentó al teclado, llegó un solo de batería que sorprendió por su brevedad. Una vez más, parecía que el trío había viajado hasta Bilbao más para divertirse que para demostrar sus cualidades como virtuosos, y fue de agradecer.

 

Aprovechando la complicidad entre los miembros del grupo, «The Other Side» se alargó en una extensa jam. Portnoy salió de la batería para aporrear con sus baquetas cada rincón del escenario del Kafe Antzokia de Bilbao. Suelo, paredes… Incluso la tubería que recorre su flanco izquierdo tuvo su momento de gloria, todo ello entre continuas bromas. Ya de vuelta en su banqueta, fue la guitarra de Kotzen la que brilló en el tramo final de la canción, antes de dejar a Sheehan solo sobre las tablas. El trío se despidió con «I’m No Angel» y «Elevate«, dos temas a la altura de muy pocos grupos, y que dejaron tan buen sabor de boca que los bises no se hicieron esperar. Kotzen volvió a sentarse al teclado para «Regret«, y «Desire» puso el definitivo punto y final a una velada que muchos tardarán en olvidar. ¿Cuándo repetimos?

 

winery dogs bilbao 2016 3 firmarKoldoOrueMike Portnoy, desatado // Koldo Orue

 

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