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Radikal Hardcore, entrevista exclusiva: «Si nadie se ofende con lo que haces, ¡vaya puta mierda!»

R.H.C., los padres del hardcore punk a nivel estatal, están de vuelta, 20 años después. La banda de Basauri ha regresado y lo ha hecho con aquellas letras rabiosas, incendiarias y directas, interpretadas a velocidad de vértigo, que les convirtieron en referente. Omar López habló con dos de los miembros, Álvaro y Tito, en el programa Escena Joven

 


R.H.C., los padres del hardcore punk a nivel estatal, están de vuelta, 20 años después. La banda de Basauri ha regresado y lo ha hecho con aquellas letras rabiosas, incendiarias y directas, interpretadas a velocidad de vértigo, que les convirtieron en referente. Omar López habló con dos de los miembros, Álvaro y Tito, en el programa Escena Joven

 


Un puñado de bandas de los ochenta tienen el honor de haber traído a la Península el sonido más extremo y underground del punk, el llamado hardcore punk. Nombres como GRB, HHH o Subterranean Kids (en Catalunya), Ultimo Gobierno (Burgos) o Andanada 7 (Madrid) empezaron a facturar ese estilo que se fijaba menos en la estética y más en la forma de hacer las cosas. Su sonido era mucho más acelerado que el sonido clásico del género punk y sus letras eran pura gasolina derramada junto a una fogata.

 

Euskal Herria fue (junto con Catalunya) el territorio en el que más rápidamente surgieron bandas de este estilo. Los primeros RIP (Arrasate), los de la época del «Zona Especial Norte«, acercaron a estos lares el estilo de los británicos Discharge, los, para muchos, padres del hardcore europeo (si bien la gran explosión del género se daría al otro lado del charco, en los Estados Unidos).

 

Pero lo de RIP sólo había sido un aviso. Desde mediados de los ochenta empezaron a proliferar por estas latitudes bandas pioneras del estilo: los vizcaínos Mierda Radioactiva (Barakaldo), de los que ya circulaban grabaciones absolutamente precarias allá por 1985; los navarros Exkomulgados (Iruñea), con un estilo muy similar al de los italianos Raw Power; los gipuzkoanos BAP (Andoain), la primera banda hardcore que cantó en euskera y que llegó a ser grupo de culto -porque en la década posterior también introdujeron el post-hardcore en la escena vasca, una especie de Fugazi euskaldunes-; los también gipuzkoanos y también cantando en euskara Eskoria-tza, banda originaria de la localidad de igual nombre (Eskoriatza), formada por un profesor de ikastola y tres de sus jóvenes alumnos -que llegaron a ser conocidos como «los Youth Of Today vascos«, aunque su estilo no era demasiado parecido, la verdad-. Otras como Vitus Dance (Vitoria-Gasteiz), THC Arbol (Laudio), Ruido de Rabia (Tolosa) o Anestesia (Zarautz) podrían cerrar esta lista de bandas pioneras del hardcore vasco. Y seguro que nos faltan nombres.

 

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«¡RADICAL HARD CORE, YA ESTAMOS HARTOS!»


Uno de los grupos más madrugadores a la hora de practicar el género fueron los basauritarras R.H.C. (Radikal Hard Core), una banda cuyo nombre no dejaba lugar a dudas. Letras rabiosas, incendiarias y directas y una velocidad tocando que pocas veces se había escuchado antes. Varias fueron las grabaciones caseras realizadas durante directos en tugurios varios. Estas grabaciones pasaron a la historia como «las maketas«, pero Álvaro (guitarra y fundador del grupo) se encarga de desmentir la existencia de maketa alguna: «No se a lo que se refieren con maketa, porque grabaciones había mil, pero maketa lo que es una maketa propiamente dicha, nunca existió«- Su compañero Tito (bajo y cantante) afirma que lo más cercano a una demo fue el mil veces copiado directo de Sestao, una grabación bastante apañada que los chavales se grababan unos a otros en aquellas entrañables cassettes vírgenes.

 

Podcast: Escucha o descarga la entrevista íntegra de Radikal Hardcore en Escena Joven

 

El primer disco les llegó enseguida, en 1988, pero «La venganza» tenía un sonido que no hacía justicia a la potencia real del grupo. Su producción era demasiado punkarra y el grupo sonaba menos agresivo y veloz que en sus mencionadas «maketas«. Esto se debió a que los que pusieron la pasta hicieron y deshicieron a su antojo: «Ten en cuenta que un tío te producía, un tío te ponía la pasta, tú tenías veinte años y sólo llevabas un año con la guitarra en las manos (…) eras un punki que acababas de salir de la calle (…) haces lo que ellos quieren, te quitaban canciones, te quitaban cachos de canciones… hicimos el sonido que ellos quisieron (…) pero RHC éramos mucho más hardcore que lo que sonamos en ese disco«.

 

Posteriormente, se suceden cambios en la banda y el grupo pasa de trío a cuarteto, quedando Álvaro como único miembro fundador. El sonido también evoluciona hacia un estilo bastante más metal. El crossover americano (DRI, Excel, Whermatch, Suicidal Tendencies…) y el britcore inglés (Concrete Sox, Heresy, Ripcord, Unseen Terror…) metalizaron la escena hardcore local, surgiendo por estas latitudes bandas más metálicas, que aquí eran conocidas como bandas «trashcore» (Soziedad Alkoholika, Storbais, Anestesia, Beer Mosh, Trauma, etc). Con ese estilo surgen los discos «Injusticia» (Potencial Hardcore 1991) y «Hay que volar» (Hebefrenia 1993).

 

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REGRESO 20 AÑOS DESPUÉS


Aitor Colinas (Suspenders, Esteka…) llevaba años haciendo guerra psicológica a los miembros de R.H.C. para que el grupo volviera. «Nos llamó uno a uno«, aseguran en la banda. Y, finalmente, lo consiguió. «Es una cosa bonita que seamos los mismos que lo dejamos hace veinte años«, reconocen.

 

Ahora hay menos energía física, los años no pasan en balde,  pero el grupo se siente optimista ante una situación de mayor estabilidad y cordura. «Son tiempos con una edad que ya te lo piensas todo bien«, afirma Álvaro. «Los ochenta fueron los ochenta y ahora son tiempos distintos«. El fundador de la banda asegura que en el pasado su modus vivendi era demasiado «destroy«. «Antes te ponías chato y hacías barbaridades«, asegura. «La edad se nota, pero también  tiene sus cosas positivas puesto que ganas en cordura y te das cuenta de fallos que  antes no los veías; antes había conciertos totalmente desastrosos por culpa de las sustancias, que ahora ya no va a pasar, ¡nunca más!» (risas).

 

Según Tito, «la energía no es la misma cuando tienes cuarenta y tantos años como cuando tienes veinte, esta claro,  pero la actitud yo creo que es la misma«. Para el bajista y cantante de la banda, «en el punk, en el heavy, etc…yo creo que naces con ello y mueres con ello, la manera de ver las cosas, de vivirlas…«.

 

Su primer concierto de regreso ha sido, curiosamente, en Zaragoza, y rodeado de polémica. Grupos fachas de la zona desataron una campaña contra las bandas participantes en el festival Zaragoza Revienta -Además de R.H.C., Brigada del Vizio (Zaragoza), Qloaca Letal (Valladolid) y Non Servium (Móstoles)- al que enseguida se sumaron las habituales «gentes del orden«, léase, políticos, periodistas, etc… Palabras como «apología«, «terrorismo«, y «radicales» inundaron las páginas de los periódicos locales. Las presiones casi acabaron con el festival pero, finalmente, el acto se celebró con éxito aunque bajo un notable acoso policial en las inmediaciones que duró toda la noche. «Si a esta gente les molesta, algo estaremos haciendo bien» dice Tito al respecto. Para Álvaro, «si tú criticas y haces lo que haces y cae en saco roto y nadie se siente ofendido, ¡pues vaya puta mierda!«. Definitivamente el punk no ha muerto.

 

 

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