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Germán Castañeda

Puro teatro (noviembre): «La Reina del Arga» conquista su hueco en la Historia

Bizkaia acoge dos pases de una verdadera joya teatral que no es ‘sólo un espectáculo infantil’. En La Fundición (Bilbao) y SKA (Santurtzi).

Estefanía de Paz Asín
Bizkaia acoge este mes dos funciones de una verdadera joya teatral. No te confundas, este no es ‘sólo un espectáculo infantil’. Aunque no tengas a mano unos/as sobrinos/as para que te acompañen, nuestro consejo es que no faltes. El sábado 26 en La Fundición (Bilbao) y el domingo 27 en Serantes Kultur Aretoa (Santurtzi)

Que las etiquetas no te lleven a engaño con «La reina del Arga». Porque aunque se verá en Bilbao en el marco de un festival de títeres, no estamos ante un espectáculo de marionetas. ¡Para nada! Y porque aunque se llevó el premio a Mejor Interpretación en FETEN 2022 (Feria Europea de artes escénicas para niños y niñas), tampoco estamos ante un espectáculo infantil (está recomendado a partir de 8 años). O, al menos, no estamos ante un espectáculo exclusivamente para txikis.

«La reina del Arga» sí se desarrolla en una especie de pequeño guiñol que se ubica en medio del escenario, de acuerdo; pero es una verdadera joya de las artes escénicas en mayúsculas y para todos los públicos. Es más, en breve publicaremos aquí nuestro ya típico ranking de las 10 mejores obras de teatro del año y -¡spoiler alert!- este montaje tiene plaza asegurada.

Una pionera del funambulismo

La navarra Estefanía de Paz Asín es su absoluta responsable: motor creativo, productora, directora y única intérprete. Cuando fue consciente de que en 2021 se iban a cumplir 100 años de la muerte de una navarra ilustre -pero a la que la Historia no había reservado el hueco que merecía-, decidió dedicarle un espectáculo. Esta Remigia Echarren de la que habla fue, a finales del siglo XIX, una exitosa pionera del funambulismo. Empezó cruzando el río Arga ida y vuelta sobre la cuerda en su Pamplona natal y acabó convertida en admirada estrella de la época, capaz de proezas loquísimas (como deambular a muchos metros sobre el suelo con los pies metidos en cestos y un saco cubriéndole la cabeza). Pero, ¿qué ha quedado de ella más allá de ser parte del imaginario colectivo de los pamplonicas y de una calle de, literalmente, dos manzanas a su nombre en el barrio de la Txantrea?

Estefanía descubrió que poco, muy poco. Así que tuvo que rastrear la biografía de Echarren y hasta recabar documentos de la época para reconstruir su historia. Entre esa labor casi de historiadora y el brillo de la ficción para rellenar las inevitables lagunas, construyó una dramaturgia seudobiográfica de Remigia que es, a la vez, una verdadera reivindicación de memoria histórica femenina. ¿Por qué lo sabemos todo de su coetáneo y paisano Julián Gayarre -que hasta tiene un teatro con su nombre en Pamplona- y casi nada de Remigia?

Una historia que reconstruir

Como adelantábamos, un guiñol preside la escena y sirve de vistoso marco para la acción de «La Reina del Arga». Pero, aunque sea pequeño, en él ocurre de todo: hay teatro de objetos ejecutado con precisión y mimo, hay humor, hay emoción, hay música y canto, circo, cabaret… Y, en el proceso, la escenografía se va llenando con un atrezo de una creatividad desbordante y que incluye hasta carteles y recortes de prensa reales de la época. Todo, al servicio de una gran historia contada con maestría y gracia en sólo 50 minutos, una hora escasa en la que el público no deja de sorprenderse y divertirse y tras la que servidor se quedó con ganas de más, de volver a ver de nuevo el espectáculo completo.

Ese logro se debe, sobre todo, a la poderosa presencia escénica de Estefanía, protagonista única que se desdobla entre narradora y el propio personaje de Remigia. El tópico de ‘animal escénico’ hace tiempo que no se aplicaba tan merecidamente… ¡Qué torbellino! ¡Qué capacidad de meterse al público en el bolsillo! ¡Qué carisma! En escena, Estefanía es imparable y hace disfrutar a los adultos como si fuéramos niños.

Disfrute para todos los públicos

Si tú también quieres disfrutar con «La Reina de Arga» (puedes llevarte a los/as peques o no, lo vas a pasar igual de bien), este mes tienes dos opciones. Estará el sábado 26 de noviembre en la sala bilbaína La Fundición (dentro de la programación de la 41ª edición del Festival Internacional de Títeres de Bilbao) y, al día siguiente, el domingo 27, en el Serantes Kultur Aretoa (en el marco del 43º Festival de Teatro de Santurtzi).

¡Consejo importante! Mejor vivir la función de cerca, es decir, desde las primeras filas y en espacios pequeños. Por ejemplo, donde la pudimos ver nosotros el pasado octubre, en la sala pequeña del Teatro Barakaldo (dentro de su Ciclo 360 grados), un espacio idóneo para este tipo de espectáculos, ya que allí todo el público puede vivir el teatro a escasos metros del escenario.

Por cierto, «La reina del Arga» no es sólo este maravilloso espectáculo basado en una vida excepcional que acabo de describir (y que lleva girando desde su estreno en abril de 2021). El éxito de Estefanía ha sido tal que ha generado también una versión en euskera («Argako Erregina», interpretada por Lorena Arangoa, y que, seguro, dará mucha guerra por Euskadi en 2023), ha concebido una exposición paralela sobre la figura de Remigia Echarren con toda su documentación y hasta ha dejado huella indeleble en Navarra. Porque, gracias a este proyecto, el Ayuntamiento de Pamplona ha bautizado las pasarelas sobre el río Arga -ese que tanto cruzó Remigia sobre la cuerda- con el nombre artístico con el que recorrió plazas y teatros en el siglo XIX y a principios del XX: Pasarelas Mademoiselle Agustini.

Ahora sí, Remigia Echarren empieza a tener en la Historia el hueco que siempre mereció. Gracias, Estefanía.

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