Más allá de los 250 nombres del cartel, en esta crónica en imágenes bi fm homenajea al público de un festival que lleva dos décadas como referente en el panorama nacional. Hasta 25.000 personas por jornada que, durante seis días (9-14 de agosto), convirtieron Aranda de Duero en la capital de la música en directo y del buen rollo. ¿Estuviste allí? Igual el objetivo de bi fm te inmortalizó. ¡Búscate! Todas las imágenes son de evol_photo para bi fm
Sonorama Ribera ha cumplido 20 años en este 2017 y lo ha celebrado por todo lo alto entre el 9 y el 14 de agosto, la pasada semana. Han sido seis días de sol, buen ambiente y buena música. Genial la organización realizando un homenaje a la música española, así como unos festivaleros que, con sus ganas de disfrutar y bailar, han logrado una vez más hacer de este un gran festival.
A estos últimos, al público, va nuestro homenaje en forma de foto-galería (todas las imágenes, de evol_photo para bi fm). Porque son los que, durante dos décadas, han mantenido al Sonorama Ribera de Aranda de Duero como una referencia en el panorama festivalero nacional.
Claro que, por su parte, los grupos diron el do de pecho en esta edición tan especial. Desde los cabezas de cartel como Loquillo, El Drogas o Iván Ferreiro, hasta las bandas emergentes como Willis Drummond, Alpargata o Estrogenuinas, pasando, claro, por la inesperada visita de Los Planetas en forma de tarta de 20º cumpleaños o el concierto sorpresa de los ingleses Monarchy. Un festival que aúna propuestas muy diferentes, que te permite ver el mismo día a Lori Meyers y a Berri Txarrak.
Pero, como decíamos, en esta ocasión los protagonistas de nuestra crónica de Sonorama Ribera 2017 no son los 250 nombres que estaban en el cartel; sois vosotro/as, los 25.000 asistentes por jornada (cifra récord en la historia del certamen -¡enhorabuena!-). Los grandes responsables del buen ambiente, ese que se vive, especialmente, durante el día por las calles de Aranda de Duero, plagadas (al igual que el propio recinto festivalero) de música en directo (mención especial para la ya mítica Plaza del Trigo). Los conciertos son una excusa para disfrutar con los arandinos, que se integran en el Sonorama tanto o más que los festivaleros. Nada como meterse entre pecho y espalda un buen lechazo acompañado de un buen Ribera del Duero para hacer la sobremesa en una rave improvisada en las calles de Aranda. Las cosas que hacen del Sonorama un festival especial, diferente. ¡Por veinte años más!