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Entrevistas

Chico y Chica: «Esa idea de que hay que estar a la última… no nos interesa nada»

Entrevistamos a José Luis Rebollo y Alicia San Juan con motivo de «Senadora», su nuevo álbum y regreso en un envidiable un estado de forma.

2 en Indautxu // BI FM
Entrevistamos a José Luis Rebollo y Alicia San Juan con motivo de «Senadora», su nuevo álbum. Una nueva colección de canciones de tecno-pop y otras variantes marca de la casa, con el ingenio y gracia de unas letras que los devuelven a la actualidad en un estado de forma envidiable

No se levanta uno todas las mañanas de un frío mes de enero para encontrarse con un dúo del glamour de Chico y Chica (José Luis Rebollo y Alicia San Juan) en la cafetería de un clásico hotel de Bilbao, el Indautxu. El motivo, entrevistarles por la publicación de su nuevo álbum, «Senadora», publicado en su sello de siempre, Austrohúngaro. Una nueva colección de canciones de tecno-pop y otras variantes marca de la casa, con el ingenio y gracia de unas letras que los devuelven a la actualidad en un estado de forma envidiable.

Además, «Senadora» se ha hecho de rogar, pues hacía mucho tiempo que el dúo no publicaba un LP; desde «Notario» (disco libro con nuevas versiones de canciones suyas y relatos hablados, de 2016), y más tiempo aún si hablamos de uno con canciones completamente nuevas («Los estudiosos», 2012).

¿Habéis estado componiendo a lo largo de todo este periodo estos nuevos temas o quizás os habéis reactivado recientemente tras una temporada en la que el cuerpo os pedía nicho, como cantáis en «Drácula»?

José Luis: Empezamos a componer en 2017, que fue cuando publicamos el single «Un, Dos, Tres, Orgasmo». Entre 2018 y 2019 escribimos las canciones y, a finales de ese año, empezamos a producirlas. En el verano de 2020 teníamos prácticamente el 70% y decidimos enseñar «Mosquita muerta» para posteriormente ir mostrando, una a una, otras canciones mientras terminábamos el disco, cosa que sucedió el pasado verano.

Alicia: Es la primera vez que trabajamos de esta forma. José Luis diseñó un plan por fases y en cada una nos centrábamos en grupos de cinco canciones que compartían ciertas características. Nosotros sabemos qué canciones se hicieron juntas, pero curiosamente luego vemos relaciones con canciones de otras camadas.

Las críticas están siendo muy buenas («la nouvelle vague siempre nos trató muy bien», entonan también en «Drácula») y es un trabajo inconfundiblemente vuestro donde no hay grandes cambios, pero sí parece que está todo muy cuidado y que suena mejor si cabe que vuestros anteriores discos. ¿Teníais ganas de hacer un álbum de canciones pop redondo, tras los episodios del serial hablado («4 en Alicante») y el trabajo conceptual en «Notario»?

JL: Sí, nos hemos esmerado, porque de alguna manera sentíamos que, desde hace tiempo, gente de nuestro entorno y de nuestro público nos pedía un disco como el primero, de canciones, y nosotros nos habíamos ido por otros derroteros porque nos mueve más buscar formas de expresión diferentes, a veces casi experimentales, como en el caso de «Notario». Entonces, decidimos: ¡Vamos a hacerlo! Canciones cortas, que se resuelvan en tres minutos y que sean concisas.

Edición en vinilo de «Senadora» (Austrohúngaro, 2023)

Musicalmente combináis el tecno-pop bailable con el que os disteis a conocer en «Sí» (2001, reeditado en vinilo en 2021), como en «La actriz más mala que hay», «Mosquita muerta» o «Una que se va», con otras en que os adentráis en otros territorios como el pop R&B en «Dráculas»…

JL: Ah, ¿sí…?

Me refiero al pop R&B al estilo de, por ejemplo, Britney Spears.

JL: ¡Ah, vale! Nos encanta Britney. Alicia dice que es una de las mejores cantantes del mundo.

A: Fíjate tú, has citado a una diosa. Creo que tendría que ser más reconocida.

JL: Respecto a la influencia que comentas, nunca lo había pensado, pero es posible que se cuele, porque yo me fijo en música de todos los tiempos, generalmente más de los 70 y los 80, pero también de música más moderna.

Y quizá haya influencia de ida y vuelta con otros grupos de vuestro sello, Austrohúngaro. En «Santa Teresa de Jesús» me recordáis a Single; Alicia canta tan bien como Teresa Iturrioz. Y en «Orden Mundial» hay un toque Hidrogenesse, sobre todo de ese tipo de canción que hacen ellos con ese aire a las bandas sonoras góticas de Danny Elfman (colaborador habitual de Tim Burton), con xilófono, piano, marimba o violines.

A: Bueno, ellos dijeron hace poco que su canción favorita de «Senadora» era «Orden mundial», pero sinceramente yo no veo la relación.

JL: Alicia decía que veía algo de Morricone y lo de Danny Elfman me lo han dicho también…

A: Pero José Luis ve claramente Mecano, y así lo han visto otros amigos que han opinado del disco, tiene un paralelismo con «Fábula».

JL: Es una cara B de un single de Mecano, hicimos una versión para un tributo y de ahí surgió la idea de hablar en tono de fábula, con animales. Lo que ocurre es que antes tenía más letra, pensamos que algunas partes explicaban demasiado la canción y sustituimos esas partes vocales por instrumentos, y quizás eso es lo que haga pensar en bandas sonoras.

A: Respecto a lo que has comentado antes de que ahora sonamos mejor, yo quiero comentar que todas las producciones de Chico y Chica han estado muy cuidadas y «Senadora» quizá es una culminación, pero siempre hemos puesto un cuidado exquisito en todo lo que hacemos.

Sí, claro, al alabar este trabajo no quería hacer de menos a los anteriores. Por cierto, que en cuanto a la voz también me parece que cantas mejor que nunca en este álbum, Alicia. Donde antes había a veces una actitud más irónica, ahora parece más sentida, más allá de que esté ahí la ironía o no. ¿Lo veis así también?

A: Yo tiendo a la brusquedad, no sé si es por el teatro… y José Luis ha hecho un trabajo desde fuera que me ha venido muy bien para pulir detalles, para contenerme y llegar a ese resultado que dices. Y en cuanto a la distancia, yo pienso mucho en las letras de las canciones, en cómo debo cantarlas, siempre lo he hecho.

JL: Solemos grabar muchas tomas de voz de cada tema y, entre ellas, elegimos la que creemos que le va más a cada uno. Hay muchas interpretaciones diferentes que puede hacer Alicia de una canción, como si le importara, como si no, o dando más de sí o dando menos. Pero siempre busco en ella cosas que ya sé que tiene. Por ejemplo, en «Fin del mundo», del año 2004, la voz era también muy expresiva. Luego las cosas cambian porque tampoco somos los mismos que en 2004.

Chico y Chica en los estudios de BI FM (2012)

Respecto a la relación con Hidrogenesse, el año pasado entrevistando a Carlos y Genís por su «Jo Jo Bo Bo» les comenté que en la dialogada «Tus palabras en mi oído» me recordaban a vosotros y me dijeron que sí, que lo veían, pero que quizá se debía a que se habían fijado en Laurie Anderson de la que tú, José Luis, eres muy fan.

JL: Bueno, nosotros lo de los diálogos en las canciones es porque hay tres inventos que nos influyen muchísimo, que son el teléfono, la radio y el cine. Y la influencia de esos tres inventos hace que haya mucho diálogo en nuestras canciones. A veces cuando no sabemos como solucionar algo en una canción, lo hacemos incluyendo una llamada de teléfono.

En cuanto a Laurie Anderson y hablando de vuestra música, a un oyente casual le puede parecer que vuestro pop es sencillo, pero aparte de ser fan de Pet Shop Boys o The Human League, con los que se os podría relacionar más fácilmente, también lo eres de la propia Laurie, de Kraftwerk o Ryuichi Sakamoto y su Yellow Magic Orchestra, entre otros. Hay una sofisticación ahí detrás, pero puesta al servicio del pop, ¿no?

JL: Me encanta. Por ejemplo, de la Yellow Magic Orchestra, el ritmo del batería Takahashi, que se ha muerto hace poco, y las armonías me parecen alucinantes, no sé ni cómo lo hacen y yo intento hacer algo parecido, pero de una forma mucho más terrenal, más doméstica, yo no tengo la formación clásica de Sakamoto, pero hago mi versión de andar por casa. Mis gustos son los que son y hay cosas más sofisticadas, muy de vanguardia, pero también me gusta Kate Ryan, que hacía versiones tecno-pop como «Ella elle l’a» de France Gall. Me gusta la cultura más refinada y la más popular. Pet Shop Boys, por ejemplo, navegan perfectamente con lo refinado y con el italo disco, lo han hecho siempre y eso me da mucha envidia.

Ahora que hablamos de gustos musicales, a José Luis en su perfil de Facebook le hemos visto comentar sobre los mencionados y otros artistas. ¿Compartes sus gustos, Alicia? ¿Qué bandas o artistas no compartís?

JL: Ella es experta en música clásica, le pones una melodía y dice: ¡Chopin! Le pones otra y dice; ¡Schumann! ella se sabe to-do (risas).

A: Hazme un examen… Bueno, yo creo que estoy más atenta que él a cosas que se hacen ahora. Por ejemplo, me gustan mucho los grupos franceses, así como simpáticos. Ahora he descubierto a una chica que se llama Juliette Armanet, que ha publicado un disco con sonido de los años 70 que me encanta, y siempre estoy atenta a esas cosas. Como Dani, que me chifla, en «Doble cuerpo» me acordé mucho de ella en una parte en la que pongo la voz más grave. Pero también me gusta Ana Belén, la tengo muy presente cuando interpreto. Y también me gusta mucho este cantante francés de origen egipcio, Louis Chedid.

En esta ocasión habéis incluido una versión, «Steak Tartar», de Los Garrido, un grupo madrileño de los 80 que solo publicó un maxi. Si no la hubierais acreditado muchos pensaríamos que es una canción vuestra. ¿Cómo se os ocurrió incluirla en el disco?

A: Mucha gente nos lo ha dicho, yo no los conocía tampoco.

JL: Yo tengo el maxi «Tengo una amiga que su padre es un espía», que lo pongo y me siento como en casa. Es justo, exactamente, lo que a mí me gusta. Ese tipo de propuestas las podías encontrar en algunos grupos en los años ochenta, en algunos, porque los ochenta son muy variados y hay de todo. Cuando se habla de ello parece que todo era de una manera… y no. Para mí, Los Zombis, La Mode, Golpes Bajos y Gabinete Caligari son cuatro pilares, aparte de Mecano, que vendía mucho, o Dinarama. En esas bandas había un gusto por buscar lo diferente, lo exótico y se crearon proyectos muy especiales y diferentes entre sí, cosa que en los noventa y los dos mil no ha ocurrido tanto. Había esas ganas de ser diferente que yo echo mucho de menos y «Steak Tartar» es tan diferente que no te la encuentras ni en los noventa, ni en los dos mil, ni ahora mismo. Entonces, tienes que recurrir a ella.

José Luis y Alicia

A: Luego tiene esos giros inesperados que nos encantan. Es una historia con principio y final y te tiene en vilo. Al mismo tiempo es sofisticada, teatral y de repente te suelta un bofetón…

JL: Te suelta la receta del steak tartar…

A: Esa canción es como un guante para nosotros.

En este trabajo hay muchas referencias cinéfilas. «La actriz más mala que hay», que leí que os inspiró en parte Karen Black, de «La Trama» (A. Hitchcock); «Doble cuerpo», que recuerda a la película de Brian de Palma; en «Drácula» mencionáis la nouvelle vague y el cinema noir; mientras que «Mosquita muerta» puede recordar a Eva Harrington (el personaje de Anne Baxter) de «Eva al desnudo». ¿Se filtran inconscientemente o en este trabajo queríais dejar más patente las alusiones al cine que os gusta?

JL: Sí, es algo habitual, es que el cine nos parece casi lo más importante. Recurrimos mucho a él, yo estudié Bellas Artes por la rama de Audiovisuales, ella hizo Periodismo…

A: Teníamos una asignatura de cine.

JL: Desde pequeño me ha gustado mucho, me escapaba al cine solo, veía películas en la tele, cuando te ponían Pasolini en la tele…

A: Antes te ponían de todo, veías Pasolini y luego «Hombre rico, hombre pobre», todo junto.

JL: Nos inspiramos en todo ello. Por ejemplo, en este disco está muy presente el director David Robert Mitchell que hizo una película que se titula «It follows» (2014), pero la que realmente nos ha inspirado suya es «Lo que esconde Silver Lake» (2018). En esta película aparece un grupo ficticio que se llamaba Jesus and the Brides of Dracula, que, aunque fue creado exclusivamente para la película publicaron un single. Luego, ahí se producía una ucronía, cuando mezclas personajes que vienen de distintas épocas y creas una trama nueva. Y eso es lo que hemos intentado en nuestro disco, juntar una serie de personajes de distintas épocas, ficticios o reales, y que todos conformaran una especie de película de aventuras donde se juntaran los Drácula, con Santa Teresa de Jesús, con Alice Munro o con la modelo Inès de la Fressange (en «Lo que opinan las modelos»).

Ahora que, por casualidad, se ha puesto tan de moda la canción de despecho, parece que habéis conseguido crear la vuestra con «Las zarzas». ¿La veis así vosotros, o hay una vuelta ahí que no hemos visto?

A: Nosotros somos expertos en eso desde hace tiempo, por ejemplo, con «Tú qué sabes» o «De cintura para arriba»…

JL: O «Tú lo que tienes que hacer», aunque al final hacen las paces…

Pero «Las zarzas» quizás tiene un tono más dramático, ¿no?

A: Puede ser, sí. Desde el primer momento es una sucesión de perlas que se van lanzando.

El verso «Ese que a ti te dejó, te volvería a dejar. Y eso que a ti te dio, te volverá a dar» suena casi a maldición gitana.

A: (Risas) Es una frase que sacamos de una tertulia televisiva de esas en las que está todo el mundo enfadado y despechado. Pues está cogida de ahí literalmente.

JL: Le oí decir a Sting que en el pop moderno faltaban los puentes en las canciones, en «Las zarzas» no hay ese puente, en ese sentido es hija de este tiempo.

A: No se tienden puentes (risas).

Una de las que más han llamado la atención es «Santa Teresa de Jesús». ¿Hay una colleja ahí a los citadores de referencias cultas de moda o va por otro sitio?

JL: No, lo que queríamos era imaginarnos a una persona que para poder hacer algo tira de Santa Teresa como fuente de inspiración.

A: Es una apuesta segura. Es una santa que cae bien.

JL: Cae bien hasta a la gente que no cree en los santos (risas), pero, claro, era literata, escribía novelas de caballerías…

Vosotros también caéis bien a juzgar por la recepción del disco, críticas de medios musicales o comentarios en redes sociales. Cuando cantáis en «Drácula» que «la nouvelle vague siempre nos trató muy bien» parece como un guiño eso. ¿No tenéis haters ahora que todo el mundo los tiene?

A: Alguno tendremos, pero nos da igual y tampoco se manifiestan. No somos personas que vayamos a buscar a ver quién es nuestro último hater.

JL: Aparte es que, si tú eres un poco hater, atraes hate. Vamos, que si tu siembras vientos…

A: Como dice mi madre, «si cultivas la rosa blanca, vas a recoger rosas blancas». Lo dijo Santa Teresa de Jesús (risas).

Incluís al final, en la versión digital, un capítulo más de vuestro serial «4 en Alicante», donde desarrolláis esa retranca de vuestras letras centrándoos en el conjunto de la industria musical, desde los propios músicos, a los managers, directores de sellos, de festivales. Hay humor absurdo y mucha guasa, pero también muchas pullas a la pretenciosidad, cicatería y cutrerío del sector. ¿Experiencias personales o cosas que os han contado colegas de otras bandas?

A: Todo eso. Experiencias personales, cosas que nos han contado… 4 en Alicante (banda ficticia protagonista del serial) son nuestros «Jesus and the Brides of Dracula»…

JL: Son nuestros álter egos y dicen las cosas que no nos atrevemos a decir. Escribimos este capítulo hace mucho y dudábamos de en qué escenario ponerlos, pero decidimos colocarlos en la peor situación posible: No hay química entre ellos y se van a separar, en su sello ha habido un desfalco y también se hunde… pero al final hay un pequeño rayo de luz, que yo creo que está en todo nuestro disco, y aún cabe una pequeña esperanza porque les llaman para firmar la escayola de Marieli (la directora de su sello), como una metáfora de que les llaman para firmar un nuevo contrato.

A: En todos los capítulos de «4 en Alicante» hay un momento en que les colocamos en el límite, si no les abrasamos en un incendio, los intoxicamos con una comida en mal estado o Marieli está al borde del infarto porque no le dan las cuentas y el estrés la está matando. Han pasado de todo estos pobres.

¿Queréis aprovechar para desmentir cualquier relación del personaje Marieli Costo directora de Vinilo Records con Carlos o Genís de Austrohúngaro, vuestro sello?

JL: (Risas) Pues no se parecen mucho. Cuando empezamos con el primer capítulo creamos unos managers que eran más jóvenes que el grupo y entonces ellos se dieron por aludidos. Nosotros trabajamos mucho con la idea de viejos versus jóvenes o viceversa, que siempre nos ha parecido un poco absurda porque todos convivimos en el mismo tiempo. Entonces, esa idea de que hay que estar a la última, lo que se lleva, lo que no se lleva, «ay, que son más jóvenes», siempre nos ha parecido un poco esnob y en ese sentido somos muy poco petardos, no nos interesa nada de eso. En «4 en Alicante» siempre están discutiendo sobre la edad, si son viejos, si son jóvenes…

Foto de promo para «Las zarzas»

¿Los episodios siguen guiones cerrados o os dais margen de improvisación aprovechando que os conocéis muy bien?

A: Son bastante cerrados, escribimos mucho material, lo interpretamos y en la edición se va puliendo, pero tratamos de seguir a rajatabla lo que hemos escrito. A veces ha habido momentos de confusión que José Luis ha integrado en el capítulo o nos hemos confundido con quién toca qué, quién toca la batería y quién toca el bajo…

JL: A veces metemos errores que hemos cometido en la edición final y no sé si la gente pensará si eso estaba escrito o se dan cuenta que ha sido una metedura de pata.

Tanto en las letras de vuestras canciones como en el serial tenéis una habilidad tremenda para reproducir muletillas, frases tópicas, clichés tanto de la gente común como de tertulianos y gente que quiere elevar su discurso y no lo consigue… ¿Tomáis nota de las frases cuando las escucháis o las retenéis sin más y salen al juntaros?

A: Tomamos notas de muchas cosas que escuchamos.

JL: Nos interesa el lenguaje oral, lo que se dice, la manera de hablar, incluso errores como por ejemplo si alguien dice «laich» en vez de «light», en plan «quiero una coca cola laich». Eso lo usamos. Luego está el trabajo de convertir esas expresiones orales en algo cantado.

A: Por ejemplo, «a poca guerra que te den» es una frase supervulgar y la encajamos en «Doble cuerpo».

JL: O «quiero darme de baja de ti». Es una ocurrencia, pero, ¿cuántas maneras tenemos de cantar esa frase? Trabajamos con muchas formas de cantarla hasta que encontramos una que realmente nos gusta. Las canciones tienen sus acentos, su métrica y las palabras también tienen sus acentos y tienen que encajar con los de la canción. Se puede hacer también de la otra manera, que no encajen, pero a nosotros nos gusta que el acento esté en su sitio.

A: En «La actriz más mala que hay» creía que no podríamos encajar «y cae en todas las trampas la tonta de ella» y al final está metido. Me parece milagroso.

¿Queréis añadir algo que no hayamos comentado?

A: No hemos hablado del formato físico del disco y creo que se merece una mención, el lanzamiento en vinilo y CD y el diseño que José Luis ha hecho para la portada. Creo que tiene un valor añadido.

JL: Queríamos trabajar con la idea del formato del vinilo, por eso el contenido eran doce canciones pop cortas (con un par de extras el CD) y para la portada queríamos algo luminoso, que te diera esperanza, sobre todo por el momento en que estábamos trabajando, que fue durante la pandemia. Preguntábamos a la gente cercana y nos decían: «Tiene que tener luz, tiene que ser blanco». Finalmente, encontré esa idea del esquema de un hemiciclo, como si fueran los escaños de los senadores. Es un esquema que se utiliza cada vez que hay elecciones y así cada vez que las haya nos vamos a acordar del disco, lo cual es muy pop. El diseño se basa en doblar ese hemiciclo de forma que tengamos esa abstracción, ya no ves el hemiciclo, ves colores.

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