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Los 41 mejores discos de 2013 (de momento), segunda parte (del 30 al 21)

Ahora que nos vamos acercando al ecuador del año y que el verano, inevitable punto de inflexión de nuestras actividades, está a punto de hacer acto de presencia (confía, confía), es buen momento para detenerse a hacer un resumen. Vamos a por la segunda parte

 


Ahora que nos vamos acercando al ecuador del año y que el verano, inevitable punto de inflexión de nuestras actividades, está a punto de hacer acto de presencia (confía, confía), es buen momento para detenerse a hacer un resumen. Vamos a por la segunda parte

 


 

A finales de 2012 publicamos una lista con «Los 50 discos más esperados de comienzos de 2013«, en previsión del gran aluvión de lanzamientos que nos iba a deparar el presente año. Ahora que nos vamos acercando al ecuador del ejercicio y que el verano, inevitable punto de inflexión de nuestras actividades, está a punto de hacer acto de presencia (confía, confía), es buen momento para detenerse a hacer un resumen, ¿no te parece?

 

Como comprobarás, están muchos de los trabajos que ya te avanzamos en nuestro informe de hace unos meses. Otros, sin embargo, se han quedado fuera, bien por no cumplir las expectativas, bien por no haberse publicado aún, bien por… ¡porque todos no caben! Y es que, como siempre pasa con esta cosa de las listas, no están todos los que son, pero… En fin, que vamos allá, tras la primera parte, llegan Los 41 mejores discos de 2013 (de momento), segunda parte (del 30 al 21).

 

30. WE ARE STANDARD – DAY (MUSHROOM PILLOW)


 

«Day» es el mejor disco de la carrera de We Are Standard, en el cual han sabido condensar tanto las influencias post-punk (tan palpables en sus inicios), como las madchesterianas (que quedaron más que claras en su anterior trabajo, el EP «Great State«). «Con el trabajo anterior exploramos mucho otro sonido y otras maneras de bailar, experimentamos con los coros y con las voces. Con el nuevo, en cambio, lo que hemos hecho es ampliar el registro pero sin olvidar quiénes somos ni renegar de lo que hacíamos. ‘Great State’ fue un paso hacia delante, y este disco es un paso lateral recuperando un poco todo. Es el que más nos representa, porque somos algo más que temas leñeros, también nos gustan los Beach Boys«, declaró el grupo recientemente en entrevista para bi fm.

 

 

 29. THE STROKES – COMEDOWN MACHINE (RCA / SONY)


Vaya por delante que somos plenamente conscientes de que The Strokes ya no son aquellos de «Is This It» (2001), pero ¿deberían serlo, más de una década después?. Sinceramente, no. Ni tú que lees esto ni nosotros que lo escribimos somos los mismos a día de hoy, así que no sabemos por qué Julian Fernando Casablancas y los suyos deberían sonar igual que entonces. De lo que se trata es de saber si sus canciones están al nivel. Y no, tampoco lo están… pero es que por eso ya no son Nº1, ni de esta lista, ni de las de ventas. Eso sí, «Comedown Machine» es el disco más ecléctico de su carrera y puede que el más valiente. Lejos de querer repetirse, siguen siendo fieles a su sonido, pero ampliándolo, matizándolo, tornándolo en otra cosa cuando el cuerpo lo pide. Y, créannos, su quinto LP gana con las escuchas.

 

 

28. LOW – THE INVISIBLE WAY (SUB POP / POPSTOCK!)


 

 

 

«C’mon«, el trabajo de 2011 de Low fue algo así como una vuelta a los orígenes del grupo. Además, fue un trabajo de una carga emocional muy importante, no carente de tensión, como alguien que está a punto de explotar, bien para gritar con fuerza y determinación, bien para romper a llorar. Pero no, aquel disco no explotaba, mantenía el tono, como una herida abierta que no deja de sangrar. Ahora, han vuelto con un álbum que parece la secuela de aquel, alcanzando nuevas cotas de dramatismo. Producido por Jeff Tweedy y grabado en los estudios de Wilco, hablamos de un LP de dolorosa belleza.

 

 

27. BIFFY CLYRO – OPPOSITES (WARNER BROS)


 

 

El sexto de la banda, «Opposites«, es un álbum doble formado por 20 canciones que funcionan como un todo; en una introspectiva pero contundente obra para la que han contado con los servicios de GGGarth Richardson (The Jesus Lizard, L7, The Melvins, Rage Against The Machine, Red Hot Chilli Peppers, etc), con la conducción orquestal de los compositores Clint Mansell y David Campbell, y hasta con un preciado cameo de Ben Bridwell (Band Of Horses). Un disco de consagración, pues Biffy Clyro lograron en febrero la venta más rápida de lo que se llevaba de año en el Reino Unido, consiguiendo automáticamente en su primera semana (y por primera vez en su carrera) el Número 1 de la lista de ventas.

 

 

26. PRIMAL SCREAM – MORE LIGHT (IGNITION RECORDS)


 

 


Primal Scream, que en febrero estrenaban «2013«, el primer single de «More Light«, publicaban después otro tema («It’s Alright, It’s OK«), del que ya es su décimo álbum. Una canción la de los de Bobby Gillespie que mostraba, de nuevo, el lado más stoniano del combo escocés, aquel que ya dejó bien patente en discos como «Give Out But Don’t Give Up» (Creation, 1994) y canciones como «Rocks«. Y es que así es «More Light» un álbum (el 10 de la banda) de rock clásico, ni electrónico como «XTRMNTR«, ni psicodélico como «Screamadelica«. It’s only rock and roll…

 

 

25. THE MARY ONETTES – HIT THE WAVES (LABRADOR)


 

 

Tremenda(s) la(s) escena(s) musical(es) de Suecia. En el plano pop, el país ya ha dejado múltiples hitos de gran éxito comercial (¿os suenan Abba? ¿Roxette? ¿Ace Of Base? ¿Incluso The Cardigans?), pero también existe en el subsuelo una rica, profusa e interesante escena indie pop… donde el sello Labrador se lleva la palma (Club 8, Acid House Kings, The Radio Dept., The Sound of Arrows…). Uno de sus recientes lanzamientos ha sido el del tercer álbum de The Mary Onettes, una banda que bien podría aspirar a ese éxito masivo que decíamos al principio, sobre todo con un trabajo como «Hit The Waves«, repleto de grandes estribillos, ritmos muy marcados y toque ochentero.

 

 

24. DEVENDRA BANHART – MALA (NOSESUCH / WARNER)


Cuatro años después de «What Will We Be» (2009), Devendra Banhart entrega el disco más accesible de su carrera, un trabajo agradable que no pasará a la historia (ni será el mejor de su carrera), pero que resulta muy reconfortante. La verdad es que desde que el artista firmase por un sello multinacional, habíamos perdido un poco la fe en él, tras un prescindible anterior trabajo (e incluso un cambio de look más… políticamente correcto). Pero «Mala» («Pequeña» en serbio -el disco está dedicado a su pareja, la fotógrafa Ana Kraš-) es un disco cálido y placentero como pocos, donde el amor sobrevuela en todo momento, transmitiendo sensaciones altamente satisfactorias.

 

 

23. YO LA TENGO – FADE (MATADOR)


 

 

 

El disco de Yo La Tengo en 2013 era ya a finales de 2012 uno de esos que esperábamos con especiales ganas. «Fade«, el decimoquinto álbum del trío, mantiene la esencia clásica de la veterana banda, aunque sin demasiadas concesiones guitarreras. Los medios tiempos, los ritmos acompasados, los pasajes ensoñadores son los que protagonizan la obra (recordando álbumes previos como «And The Nothing Turned Itself Inside Out» o «I Can Hear The Heart Beating As One«), todo ello sin perder el punto experimental y en baja fidelidad habitual de los de Ira Kaplan.

 

 

22. CHARLI XCX – TRUE ROMANCE (ASYLUM / ATLANTIC)


 

 

 

 

Tras singles, EPs, mixtapes, remezclas, participaciones en bandas sonoras y colaboraciones varias, a Charli XCX solo le quedaba sacar su propio álbum (donde, cómo no, podría incluir algo del material previo que la ha ido haciendo popular en el panorama del pop electrónico). Quizá el LP te sepa a poco si conocías las andanzas anteriores de Charlotte Aitchison, pero es muy posible que te maraville si no, sobre todo si no le haces ascos a las actuales divas del pop… pero echas en falta un poco de originalidad, riesgo y diferenciación.

 

 

21. THEE OH SEES – FLOATING COFFIN (CASTLE FACE RECORDS)


 

Garage, punk, psicodelia e incluso kraut rock son los ingredientes que forman «Floating Coffin«, el disco que este 2013 nos han entregado los prolíficos (uno o dos trabajos por año…) Thee Oh Sees. Lo más curioso e interesante de todo es que, partiendo de sonidos ya clásicos (y manidos, en algunos casos), su propuesta consigue sonar fresca y diferente. Las melodías son agradables (podríamos hablar de surf), pero están emborronadas con distorsión guitarrera que pone el contrapunto perfecto al sonido del álbum (cuya portada también juega con esa dicotomía dulzura/agresividad). Un grupo que podría ser uno más del montón, pero que nos encanta porque, a pesar de todo, es otra cosa. Ah, y acaba de sacar su (posiblemente) mejor disco…

 

 

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